Últimos capítulos.
No queda nada más que su espíritu desvaneciéndose en medio de un aire helado, en un terreno infinito. En un lugar que parece no tener más que colores nostálgicos, desolados y fríos.
Aun cuando todo parece estar hecho de un camino frágil, él puede sentir. Siente que puede sentir. Pero no sabe si aquello se trata una vez más de uno de esos espejismos que ha venido teniendo desde hace días. Se siente como en un desierto, donde el tiempo y el alrededor solo le juegan bromas una y otra vez. Nada es real, pero parece como si lo fuera.
¿Y si lo es?
¿Y si está sintiendo de verdad?
¿Y si esto ha dejado de ser un espejismo?
Abrió los ojos.
Su mirada se quedó clavada en el gris tenue del techo que lo acogía, mientras que entre parpadeo y parpadeo iba entrando en cuenta de que éste, a comparación de cualquier otro momento, no era un espejismo.
Le tomó unos buenos y largos segundos darse cuenta de que estaba respirando. De que estaba respirando bien, sobre todo. De que sus pulmones funcionaban con la vitalidad de un jovencito, así como él lo era, y de que sus sentidos habían vuelto a ser los mismos, literalmente, en un abrir y cerrar de ojos.
No podía ser cierto, había sido su primer pensamiento. Si lo último que recordaba de su propia persona era haber estado moribundo y sin ningún tipo de oportunidad de vivir. Sin embargo, ahora estaba parpadeando, escuchando, mirando con claridad, fijándose en los detalles que lo rodeaban.
¿Era este otro de sus tantos espejismos? Solo había una única manera de probarlo...
Con una ligera sensación de angustia, Taehyung se tocó el brazo derecho. Solo hasta entonces pudo notar una venda cubrirle la piel exactamente en esa zona. Una venda seca, limpia, que había sido aparentemente cambiada minutos antes de su despertar. El chico presionó con los dedos en la herida, y aunque aún dolía, la sensación era distinta. El proyectil de acero no estaba más dentro de su carne.
De inmediato quiso levantarse como un resorte de su sitio. Al principio, tuvo que aferrarse a la cabecera de la cama debido al mareo instantáneo que le provocó ese movimiento. Un mareo intenso, arrollador, que le hizo pensárselo dos veces si debía o no continuar con aquello. Tenía que entender dos cosas: uno, aún estaba sensible y dos, definitivamente, había dormido por mucho tiempo.
Más de lo que imaginaba.
Con cuidado el muchacho se puso de pie. Sus piernas, por suerte, respondieron con agilidad. Paso a paso, parecía como si estuvieran volviendo a la vida después de un largo viaje. A ese ritmo pudo llegar por fin a su destino: un espejo que permanecía colgado en una de las paredes de lo que parecía ser la habitación de alguien más.
Su reflejo describía lo siguiente: llevaba puesta ropa limpia, pantalones de franela, una camiseta ploma que le quedaba con exactitud; y su aspecto era idóneo, parecía como si alguien le hubiese peinado el cabello en la mañana y ahora que lo percibía mejor, tenía incluso un olor peculiar que rondaba por su cuello. Algo parecido a un perfume.
Ahora solo tenía que observar lo que tanto le preocupaba. En un movimiento rápido, el chico se desnudó el abdomen. En medio de su tibia piel, otra venda le cubría completamente esta parte de su cuerpo. Otra venda que estaba limpia, como nueva. Intentó tocando la herida, mientras veía su reflejo en el espejo. No dolía. Y si dolía, eran solo espasmos que habían quedado como recuerdos de la fuerza y rapidez de la bala contra su cuerpo. Después de eso, no quedaba nada más.
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Antidote | Taekook
RandomLos rumores de un antídoto que salve a la humanidad de una posible epidemia son reales: se encuentra en la sangre de un chico. Para esa importante misión, los gobiernos del mundo solicitan los servicios de uno de sus mejores agentes, Kim Taehyung...