Voyeur (Larry)

7

Cuando Louis se enfermó

Niall está en la sala haciendo su tarea, cuando Louis entra luciendo algo enfermo.

—¿Dónde está mamá? —pregunta con voz quejumbrosa.

—Creo que en el patio, ¿te encuentras bien? —Niall se preocupa al instante y poniéndose de pie de un salto, llega junto al castaño en un abrir y cerrar de ojos.

—No, creo que tengo fiebre —murmura Louis.

Niall toca su frente y en efecto, Louis arde.

—¿Te habrá dado gripe? —Niall pregunta alarmado.

—Necesito ir por mamá. —Louis dice apartándose y se aleja en dirección a la cocina, donde está la puerta trasera que dirige al patio.

—¿Te acompaño? No luces bien y... —Niall se ofrece mientras lo sigue, pero es interrumpido por el mismo Louis.

—Estoy bien, solo necesito a mamá —le dice el castaño y se aleja.

Niall queda a medio camino, pero no insiste, sabe que Louis es testarudo y que eso de dejarse cuidar por su hermano pequeño, es algo que no aprueba.

Así que vuelve a su lugar en la sala e intenta hacer su tarea mientras escucha como Louis y Neve vuelven a entrar en la casa y suben apresuradamente hasta el cuarto del castaño.

Requiere toda la fuerza de voluntad de Niall para que no vaya a preguntar que ocurre.

...

Pero al parecer no ha sido nada grave porque en la cena Louis está bien, no hay ni el más mínimo signo de malestar en él y la fiebre parece haber sido un evento lejano.

Niall no puede creerlo y pasa toda la cena mirando fijamente a Louis, esperando que en cualquier momento dé muestra de la enfermedad de hace un rato, pero no hay nada.

—¿Por qué me mirabas tanto? —Louis pregunta cuando la cena ha terminado y ambos están lavando los platos.

—Estabas enfermo en la tarde y ahora parece que estás bien —responde Niall aún mirándolo con sospecha.

—Estoy bien, no fue nada. —Louis dice tratando de calmarlo.

—¿Seguro? —Niall pregunta y hace algo que suele evitar, se inclina hacia Louis y olfatea tratando de percibir algún malestar en e su hermano.

—Te digo que estoy bien —Louis rueda los ojos y lo aparta de un empujón—, y ya te he dicho que no me gusta que hagas eso, no sé cuál es el afán de la gente de olerme.

—Hueles bien. —Niall se defiende.

—Yo también me he topado con alfas que huelen muy bien, pero no ando olfateándolos —dice Louis concentrado en su labor de secar los platos que Niall va lavando.

—¡¿Ya estás mirando alfas?! —Niall se indigna.

Louis no sabe que decir, pero el sonrojo en su rostro lo dice todo.

—¡Lo haces! ¡Miras alfas! —Niall exclama dejando de lavar los platos para increpar al castaño.

—No vas a entenderlo, eres un niño, pero...

—¡Sólo tienes 14!

—Así es, soy prácticamente un adolescente, es normal que empiece a interesarme en alfas. —Louis se defiende, dejando de estar sonrojado, de hecho sus sentimientos están más cerca del enojo que de la vergüenza.

—¡Pero los alfas son malos! —Niall chilla golpeando el suelo con su pie, ¿cómo es que no se fijó que aquello estaba sucediendo? Ya sabía él que el celo iba a ser una mala cosa.

—Te recuerdo que tú eres uno. —Louis lo apunta acusadoramente.

—¡Pero yo soy tu hermano! Yo jamás querría hacerte las cosas que... que los otros alfas querrán —balbucea Niall, y ahora es turno de ambos para sonrojarse.

—Deja de pensar en eso, una cosa es que pueda encontrar a alguno atractivo, y otra cosa muy diferente es que quiera que me cortejen. —Louis dice recobrando la compostura.

—Voy a decirle a mamá. —Niall advierte infantilmente.

—No tienes nada que decirle. —Louis luce asustado, Niall no va a hacerlo, ¿cierto?

—¡Mamá! —El rubio grita sólo para que al segundo después su boca sea cubierta por la mano de Louis.

—¡Cállate! —le dice con rabia y los pasos de Neve ya resuenan en el pasillo por lo que debe soltar al menor.

—¿Qué sucede? —Neve entra en la cocina con expresión preocupada.

Niall quiere decirle, pero basta una mirada de Louis para que sepa que sí dice lo que está pensando, estará en graves problemas. Louis podrá ser el omega y él el alfa, pero si alguien lleva las riendas ahí, es el castaño.

—Creo que a Louis le ha vuelto a la fiebre —miente Niall y el castaño luce confundido.

—¿Es cierto eso, amor? —Neve se acerca a Louis y toca su frente.

—Yo... —Louis no sabe que decir, mira a Niall en busca de respuestas y el rubio se siente tonto por haber llamado a su madre.

—No tienes fiebre —Neve le dice a Louis y le acaricia el rostro para luego voltear hacia el rubio y peinarle el cabello mientras le pregunta—, ¿por qué pensaste eso, bebé?

—Yo... sólo pensé verlo algo sonrojado —comenta Niall sin saber que más decir.

—Es muy lindo que te preocupes por tu hermano, espero que eso nunca cambie —dice Neve sonriendo y deja un beso en la mejilla de Niall para luego hacer lo mismo con Louis e irse de la cocina.

—Lo siento. —Niall murmura cuando su madre ya está lejos.

—Entiendo que quieras protegerme, está en tu naturaleza, pero alfa o no, yo soy el mayor y sé cuidarme solo —le dice Louis soltando un suspiro.

—Está bien —acepta Niall, aunque solo por ahora.

—Eres demasiado adorable para ser alfa. —Louis le aprieta las mejillas mientras le sonríe con ternura.

—Pero lo soy, ya verás cuando crezca, seré incluso más alto y fuerte que tú —dice Niall haciendo pose de superhéroe.

Louis ríe y lo abraza.

—No lo dudo, Súper Ni —le murmura contra el oído.

Y eso es lo genial de Louis, que nunca se enoja por demasiado tiempo con él.

...
A la mañana siguiente, Niall estaba solo frente a su desayuno, desayuno para uno.

—¿Y Louis? —Niall pregunta a su padre.

—No se siente bien. —Ryan responde.

—¿Fiebre otra vez? —Niall pregunta preocupándose.

—Así es, le dio dos veces en la noche, así que no irá a clases hoy —explica el mayor.

—¿Qué tiene Louis? ¿Es algo grave? —Niall se inquieta, quiere subir a ver a Louis, no le gusta saber que está mal.

—No es nada malo, no tienes que preocuparte campeón —su padre le dice despeinándolo.

—Pero...

—Come tu desayuno pronto o llegarás tarde —dice Ryan antes de salir de la cocina.

Niall bufa pero obedece, come rápido su desayuno, y luego, corre hasta la habitación de Louis donde encuentra a Neve junto a un Louis quien se retuerce en su cama, encogido sobre sí mismo mientras lloriquea.

—¡¿Qué le sucede a Louis?! ¡¿Está herido?! —Niall corre junto a la cama del castaño e intenta verlo, pero Neve lo aparta.

—Está bien, cariño, no está herido. —Neve lo sostiene por los hombros, resistiendo el empuje del chico.

—¡No se ve bien! —Niall se altera, Louis está sufriendo y eso no le gusta.

—Ni... sal... sal de aquí —llora Louis, escondiéndose de su hermano, no quiere que lo vea así.

—Pero Louis...

—Ven bebé, vamos afuera, yo te explico. —Neve se levanta y comienza a empujar al rubio hacia afuera de la habitación.

—¡Louis sufre! —Niall chilla, la habitación tiene un denso olor a frustración y algo más que pica en la nariz del rubio.

—Te explicaré afuera. —Neve logra sacarlo de la habitación.

—¿Qué le sucede? —Niall exige explicación.

—Es su celo. —Neve dice con calma.

—¿Celo? —Niall parece recordar aquella palabra, que hace un tiempo investigaron con sus amigos.

—Sí, va a estar así por unos días, así que te pido que por ese tiempo, tus amigos no vengan a casa.

—¿Por qué? —Niall pregunta confundido.

—Porque para Louis va a ser un tiempo incómodo, lo mejor es no tener visitas, ¿bueno? —Ella explica acariciándole la mejilla.

—Harry viene aunque no lo invite. —Niall señala recordando ese pequeño gran detalle.

—Tendrás que lograr que no venga.

—Está bien. —Niall asiente, escucha a Louis lloriquear y le duele el corazón por eso, así que hará lo que sea para que se sienta mejor.

—Ese es mi niño, ahora ve a clases. —Neve le besa en la frente a modo de despedida.

—Nos vemos. —Niall se despide, quiere decirle adiós a Louis, pero se contiene y baja.

Mientras va hacia el auto de su padre piensa en que nadie le dijo que el celo dolía, porque debe doler, ¿sino por qué Louis llora?

Odia que Louis llore, quiere ayudarlo.

Así que esa es la nueva misión, él y los chicos deben encontrar la forma de ayudar a Louis.