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Cuando el celo atacó

Los años pueden pasar volando, sobre todo en esta historia, y es así como Louis ya con 20 años, cursaba su tercer año de universidad.

Todo iba bien, sus calificaciones eran buenas, tenía buenos amigos y cada vez que iba a casa tenían sus momentos con Harry. Era increíble lo mucho que le gustaba ese chico, ¿lo único malo? No estaba seguro que sus padres fuesen a aceptar de buenas a primera su relación, pero la aceptarían, ¿tenían que hacerlo no? Porque sería cuando llegase el verano, cuando tendrían la charla con Harry y le pondrían nombre a su relación sin nombre.

Aunque ahora estaba lejos de pensar en eso, y es que durante esos tres años de universidad, se había ayudado de supresores para ocultar su verdadera naturaleza. Lo había hecho para ahorrarse problemas, y vaya que le había venido bien, estaba seguro que sin ellos su vida no habría sido tan tranquila hasta ahora y que su compañero de habitación y amigo, Johan, lo hubiese odiado sin darle tiempo a conocerse.

Así que sí, los supresores eran maravillosos, pero con tanto estudio se había olvidado de comprar más, hasta que se quedó sin ninguno.

Prometió comprar más, porque los necesitaba, pero era semana de exámenes y como su organismo aún estaba desequilibrado, pensó que llegaba hasta el fin de semana sin necesitarlos. Gran error.

Ahora está terminando su examen, sólo le falta marcar las dos ultima preguntas, y entonces lo siente, una puntada fuerte en la columna y calor expandiéndose por su vientre.

«No, no, no» piensa desesperado, ahora no, no frente a todos su compañeros. Marca las dos ultimas preguntas sin siquiera leerlas, entrega su examen y corre lo más rápido posible a su cuarto.

Llega y comienza a revolver todo en busca de los supresores y es cuando lo recuerda, no tiene, ¿que va a hacer ahora?

Otra puntada en su columna baja, cae de rodillas y gime, siente que se está mojando y la necesidad crece en su interior.

Está sudando, le duele, necesita un alfa porque el vacío duele. Todo el arde.

Debe salir de ahí, si se queda en la universidad todos lo descubrirán y algún alfa podría incluso verse atraído por sus feromonas, no quiere que eso ocurra. No quiere estar con cualquier alfa sólo porque su cuerpo se lo pida, quiere que su primera vez sea especial, quiere que sea con Harry.

Pero, ¿cómo puede irse? No tiene auto y en esa condición no puede tomar ningún transporte público, estaría expuesto.

¿Por qué no compró supresores? ¿Por qué pensó que podía estar sin ellos? Es un estúpido.

La puerta se abre, miedo pelea contra la necesidad y Louis observa con pánico como Johan entra en el cuarto.

—¿Qué mierda? —Johan lo mira con los ojos muy abiertos. Para él Louis es un beta, pero la habitación apesta a omega en celo.

—Lo siento —Louis llora, su amigo lo va a odiar, está seguro.

Pero Johan no dice nada, cierra la puerta con seguro y corre a cerrar la ventana.

—Agradece que la residencia de los alfas está lejos o estarías siendo follado sin piedad —le dice el azabache.

—Necesito a Paul. —Louis lloriquea, su amigo es el único que puede ayudarlo, debe llevarlo a casa. Sólo ahí estará seguro.

Voyeur (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora