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Cuando Eddie estuvo de cumpleaños

Días después de que Johan se fuera y Niall hubiese terminado su relación de años, había una nueva cosa ocupando la mente de todos: el primer cumpleaños de Eddie.

—No puedo creer que ya va a tener un año —comenta Liam, observando a Eddie jugar a la pelota con Harry. Su voz está cargada con un tono de asombro y ternura, reflejando el cariño que siente por el pequeño.

—Ni yo —dice Louis, sus ojos brillan con diversión mientras tiene problemas para decidir cuál de los dos alfas es peor en el fútbol. 

—No, Eddie, tienes que hacerlo así —instruye Harry, intentando patear la pelota. Pero en vez de darle, su zapato sale volando y cae en el jardín de al lado. Harry se sonroja, sintiendo una mezcla de vergüenza y diversión.

Louis y Liam no pueden evitar comenzar a reír, y rien aún más cuando Eddie se quita su zapato y lo lanza, intentando que llegue junto al de Harry, aunque sin éxito. La risa de Louis es contagiosa, y Liam se dobla de la risa, con lágrimas en los ojos.

—Ríanse todo lo que quieran, ustedes son igual de malos —protesta Harry, algo sonrojado por la vergüenza mientras va por su zapato, con Eddie siguiéndolo de cerca. A pesar de su tono molesto, hay una chispa de diversión en sus ojos.

—No lo sé, en la universidad me decían que era muy bueno —comenta Louis con una sonrisa traviesa.

—¿En qué sentido y contexto? —pregunta Liam con sorna, levantando una ceja.

—En todos —responde Louis, guiñándole un ojo, haciendo reír a Payne y provocando que Harry gruña celoso. La risa de Liam resuena en el aire, mientras Harry frunce el ceño, claramente afectado por los celos.

—No volverás a esa universidad nunca más —ordena Harry, volviendo con su zapato y sentándose en el césped, esperando a Eddie, quien trae su propio zapato y se deja caer entre sus piernas. Harry comienza a ponerle el zapato al cachorro mientras deja besos en su cabeza.

—Bueno, en la universidad en la que estoy ahora, piensan lo mismo —dice Louis, encogiéndose de hombros. Su tono despreocupado contrasta con la intensidad de los sentimientos de Harry.

—Voy a matarlos a todos —gruñe Harry de nuevo, y Eddie, aunque no entiende nada, lo imita y suelta un pequeño gruñido también. La imitación de Eddie hace a todos reir, aliviando la tensión.

—Es la copia viviente de Harry. Cuidado, Louis, ahora con suerte podrás asomarte a la puerta —bromea Liam.

—Le encanta imitar a Harry —responde Louis, encogiéndose de hombros. Aunque hay un brillo de orgullo en sus ojos al mirar a su hijo.

—Posesivo, celoso, torpe y acosador, no me suena el mejor ejemplo a seguir —enumera Liam con tono pensativo, mirando a Harry con una sonrisa burlona.

—Más te vale que no salga acosador como tú, o estarás en problemas —advirte Louis, y Eddie ríe ante el ceño fruncido del omega, lo que lo hace sonreír sin poder evitarlo. La risa de Eddie es como música para los oídos de Louis.

—¡Mami! —exclama Eddie, estirando sus brazos hacia él.

—¿Ya te acordaste de mí, bebé? —pregunta Louis, sonriéndole con ternura.

Eddie ríe y se incorpora para ir con él, pero Harry lo atrapa, apegándolo a él.

—No, quédate conmigo, él es un omega grosero —dice Harry, abrazándolo contra su pecho.

—¡No! ¡Mami! ¡Yo con mami! —Eddie se desespera e intenta soltarse con sus ojos llenos de lágrimas.

—No, estamos mejor los dos juntos —insiste Harry, su voz suave pero firme.

Voyeur (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora