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La vida lejos de casa

—Te extraño. —Harry hace un puchero a la cámara.

—Me fui hace una semana. —Louis sonríe enternecido.

—Lo sé, y ni siquiera somos algo, pero te extraño —insiste Harry.

—También te extraño —confiesa Louis y un leve color rosado pinta sus mejillas.

—Aunque sí somos algo —divaga Harry mientras Louis lo mira fijamente—. Somos compañeros de besuqueos.

Louis suelta una carcajada y Harry sonríe porque ama ver al omega reír.

—Ese es un interesante tipo de compañero —comenta Louis con burla.

—Pero solo yo puedo serlo. No te has besuqueado con ningún alfa, ¿cierto? —Harry frunce el ceño al preguntar.

—Ningún alfa. Además, soy un beta aquí; estos nuevos supresores borran por completo mi aroma, así que ellos ni siquiera me prestan atención —responde el mayor.

—¡Con betas tampoco! —Harry demanda caprichosamente.

—Tú solo dijiste alfas —Louis dice por molestar.

—¡Louis!

—No voy a hacer nada con nadie, lo prometo. Haré un voto de castidad por dos años hasta que podamos tener esa charla seria —dice Louis, levantando su mano a modo de juramento, como en los juzgados.

—Primero nos revolcamos y luego tenemos la charla. —Harry sugiere, moviendo las cejas.

—Sin charla, no hay revolcón —advierte Louis.

—Eres aburrido —bufa Harry.

—No voy a entregarte mi virginidad tan fácilmente.

—No puedo creer que seas virgen —comenta Harry, llevándose una mano a la barbilla.

—¡Oye!

—Eres caliente y tuviste novios, ¿cómo no follaron?

—Porque yo no quería.

—¿Y por qué no querías?

—Porque no quería.

—Esa no es una respuesta.

—Pues es mi respuesta.

—Bueno, mejor, así tu virginidad será mía. —Harry finaliza la discusión diciendo aquello con seguridad.

—¿Quién dice que te daré mi virginidad? —Louis pregunta, enarcando una ceja.

—Es obvio, mueres por mí, y tu trasero muere porque Pequeño Harry entre en él. —Harry se jacta.

—Eso no es cierto. —Louis ríe, porque, ¿en serio Harry le puso nombre a su pene?

—Lo es y lo sabes.

—¿Y yo tendré tu virginidad?

—Obvio no, debo practicar para quitarte tu virginidad, así que...

—¡No hablas en serio! —Louis lo interrumpe con tono indignado.

—No te preocupes, pensaré en ti cuando esté con cada omega.

—¿Sabes? Olvídalo. Vete a revolcar con cuanto omega quieras; me voy. —Louis está molesto y en serio piensa en cortar la videollamada.

—¡No! ¡Era broma! ¡No te vayas! —Harry se apresura en confesar, esperando que Louis no lo deje.

Es difícil lograr hablar con el omega. Entre todas las cosas que hace en el día y que Niall ocupa casi el 99,9% de su tiempo libre, él apenas tiene tiempo a veces para preguntarle cómo está, y Louis ya está durmiendo.

Voyeur (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora