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Visita

Después de la visita a la matriarca Styles, Harry dejó a Louis en su casa y se fue a la suya. El omega se sentía tan culpable que quiso volver de inmediato a la universidad, no quería hablar con nadie y nada de lo que sus padres o Niall le dijeron, pudo convencerlo, así que Johan cumplió sus deseos y lo llevó devuelta al campus sin oponerse.

Ya es domingo en la tarde, Louis está en su cama revisando en internet todas las consecuencias de seguir tomando supresores durante los primeros meses de embarazo.

—¡Ay, Johan, no sé qué haré! —exclama leyendo página tras página.

—Deja eso, internet exagera —lo reprende el azabache.

—Pero ¿ y si tiene algún síndrome? —pregunta haciendo pucheros.

—¿Lo querrás menos si eso pasa?

—¡Claro que no! —Louis se ofende ante la sola idea de que él pueda amar menos a su hijo sólo porque tengan algún tipo de enfermedad.

—Entonces deja preocuparte —responde Johan, quitándole la laptop.

—¿Y sí Harry me odia?

—Creo que es incapaz de odiarte.

—Pero es su cachorro y si yo lo lastimé...

—Es el cachorro de ambos, y tú no lo lastimaste, está sano y aún si algo le pasa, no fue ni será tu culpa, no lo sabías, así que olvida la culpa y concéntrate en lo que sigue, debes estar bien para que el cachorro esté bien. Si Harry se enoja y por x motivo te deja, no vale la pena, puedes sacar a tu cachorro adelante solo, sobre todo porque no estarás solo, tienes a tu familia y a mí —le anima, se sentándose junto a él agrega—: incluso si lo pierdes, me tendrás.

—Eres el mejor amigo del mundo —dice Louis abrazándolo.

—Odio los abrazos —se queja Johan.

—No me importa.

—Me alegra ver que te animé un poco —murmura dejándose abrazar.

—Siempre sabes que decir. —Louis lo suelta lentamente.

—Porque he estado ahí —responde encogiéndose de hombros.

—Lo lamento tanto.

—Da igual, ya ni me acuerdo —le resta importancia.

—Encontraras un alfa que te merezca.

—No, porque no me interesa, la vida para mí se basa en soledad deprimente, las familias felices son cosa tuya.

—Pero...

—Nada de peros, así son las cosas, ahora duérmete, es tarde.

—No son ni las ocho. —Louis mira el reloj que tienen en una de las paredes.

—Debes dormir bien para que el cachorro esté sano, hazlo, mientras yo salgo —ordena mientras busca un abrigo.

—Pero mañana hay clases —le recuerda mirándolo desde la cama.

—¿Y eso cuando me ha detenido? —Johan pregunta desde la puerta.

—Cuídate.

—Eso queda para ti —responde Johan y cierra la puerta.

Louis suelta un suspiro y se recuesta en la cama, acariciándose el vientre, ni siquiera tiene panza aún y mucho menos puede sentir al cachorro moverse, pero está ahí, su hijo está ahí y se siente como algo trascendental.

Tiene 20 años y está embarazado de un alfa de 18, ¿en qué estaban pensando?

Son muy jóvenes, pero ya están aquí, ahora solo les queda seguir hacia adelante. Sabe que con esfuerzo y responsabilidad lo lograrán, encontrarán la manera de salir de esa situación de la mejor forma. Siempre que se mantengan juntos, porque eso es lo importante, permanecer juntos, uno al lado del otro.

Voyeur (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora