Voyeur (Larry)

23

Cuando Louis se asustó

Al día siguiente, cuando Niall y Louis se encuentran con los chicos, estos no pueden evitar recordar al omega desnudo, así que se sonrojan sin siquiera saludarlo.

—¿Ahora qué tienen? —Louis pregunta extrañado.

—No lo sé. Son ellos, raros de nacimiento. —Niall responde, encogiéndose de hombros.

—¿Me presentarás al o la omega que te gusta? —Louis cambia el tema al recordar que su hermano aún no quiere decirle quién le gusta.

—Nop —responde el rubio, negando con la cabeza.

—¡Oh, vamos, quiero saber quién es! —Louis insiste, batiendo sus pestañas. Niall no lo mira, porque sabe que, si lo hace, va a caer.

—No te lo diré. —Niall sigue negándose.

—¿Por qué no? —Louis pregunta, haciendo un puchero, y se las arregla para quedar en el campo de visión del alfa.

—Porque tú no hablaste conmigo por tres semanas; te mereces que no te cuente esto —dice Niall con un deje de sorna.

—Eres horrible —Louis protestas, cruzándose de brazos.

—Tú fuiste horrible. —Niall rebate infantilmente.

—Lo soy aún —murmura Louis, desanimándose.

—No, ya no; además tenías derecho a estar molesto. —Niall dice para consolarlo.

—Tal vez. —Louis le sonríe levemente.

Niall se recarga contra él y no puede evitar aspirar su aroma dulzón.

—No me huelas. —Louis se queja mientras se aparta.

—Pensé que retomarías los supresores —comenta el rubio.

—No lo sé. Si no oculto mi aroma, me es más fácil manipular a las personas para que me den lo que quiero —comenta Louis con malicia.

—Te aprovechas —lo acusa Horan.

—Hey, alguna ventaja debe tener el ser omega. —Louis se defiende.

—Ser omega tiene sus ventajas.

—No como ser alfa.

—Pero los omegas manejan a los alfas a su antojo; tú lo demuestras día a día.

—No es cierto, y tampoco es fácil; si no fuera porque los alfas tienen la necesidad intrínseca de complacer a sus omegas, no seríamos más que un agujero al que follar, y la verdad es que muchos omegas solo son eso. —Louis dice con lástima.

—A ti no te pasará. Lo juro. —Niall es rápido en prometerle a su hermano.

—Eres el alfa más dulce y preocupado del mundo. —Louis le dice con cariño—. El o la omega que gane tu corazón será el ser más afortunado del mundo.

—¿Lo crees? —Niall pregunta, emocionándose.

—Lo sé —responde Louis.

Niall lo abraza con fuerza, siendo abrazado de vuelta.

—¿Al menos puedes decirme si es un chico o una chica? —Louis vuelve al tema anterior.

—Chica —responde el rubio, soltándolo porque el timbre para el inicio de clases comienza a sonar.

—¿Es de tu grado? —Louis pregunta por sobre el ruido del timbre y de la gente que se apresura a sus salones.

—Debo ir a clases —Niall responde y se aleja por el pasillo.