Voyeur (Larry)

29

Cuando Harry practicó

Louis terminó con Johnny cuando volvieron a verse el lunes. Niall les contó a los chicos, y Harry sonrió complacido, porque el camino al omega había quedado libre.

De hecho, muy libre, porque el tiempo pasó y Louis no buscó nuevo novio. En realidad, se unió a ellos. Dejó de salir en las tardes y se quedaba en casa estudiando o ayudándolos con sus estudios.

Al final de ese año, Louis se graduó con honores y eran más amigos que nunca. Sobre todo con Harry, que en el pasar de esos meses, fue dejando de lado su actuar pervertido y comenzó a conocer al omega de verdad, a sentarse hablar con él y comprender sus gustos.

Para cuando aquel año terminó, Harry estaba más enamorado que nunca.

Los quince años de Harry estuvieron casi al 100% dedicados a estar con Louis, oír lo que tenía que decir, y seguir maravillándose del hecho de que no solo era un chico bonito, sino que, además, era muy inteligente.

Estaba encantado, enamorado y maravillado. Atrás habían quedado sus años de acosar a Louis, de tratar de verlo desnudo o robar su ropa interior. Ahora él quería conocer a la persona detrás de ese hermoso rostro, y lo estaba haciendo, pero aún faltaba algo para que el castaño lo amará, y es que necesitaba aprender cómo cortejar a un omega como él.

Y esa era la nueva misión del Harry de ahora 16 años.

—Ni siquiera sé besar. He pasado casi toda mi vida tras Louis y nunca me he dado el tiempo de aprender a besar —expone Harry a sus amigos.

—Hay muchas y muchos omegas que estarían felices de ayudarte —comenta Zayn.

—¿En serio? —Harry pregunta asombrado.

—Tú no te das cuenta porque solo tienes ojos para Louis, pero eres de los más populares; las chicas prácticamente se desmayan cuando te ven pasar. —Liam le responde.

—¿Y por qué Louis no cae en mis brazos cuando me ve pasar? —Harry frunce el ceño.

—Porque te conoce y ha visto lo peor de ti. —Niall comenta distraído, mirando hacia todas partes. Acaba de sentir un aroma que ha captado por completo su atención, pero no sabe de dónde viene.

—Porque cree que eres su amigo —añade Payne.

—Porque eres su hermano —remata Zayn.

—No soy su hermano. Si fuera su hermano, no querría casarme con él —dice Harry, bufando.

—Pero para él lo eres, así que mejor ríndete —dice Zayn, encogiéndose de hombros.

—¡Jamás! —exclama Harry con decisión.

—Es un caso perdido —se lamenta Liam.

—¡No lo soy!

—Yo aún creo que tiene salvación —dice Niall, ignorando al rizado.

—Eres demasiado optimista —comenta Zayn, uniéndose al juego.

—¡Dejen de ignorarme!

—Tal vez si busca ayuda profesional y...

—¡Ya basta! —exclama levantando más la voz, haciendo que los tres se callen—. Dejen de ignorarme, no estoy loco ni tengo esperanza alguna, Louis será mío, y tendrán que tragarse todas sus palabras.

Los tres gruñen por lo bajo, molestos de tener que callarse, pero no hay mucho que puedan hacer, mientras más pasa el tiempo, más se consolida Harry como el líder.