Voyeur (Larry)

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Cuando Johan se despidió

Luego de saludar a su familia, ser abrazado por cada uno de ellos y recibir todos sus mimos y cariño, Louis había vuelto a los brazos de Harry, quien parecía rehacio a volver a soltarlo.

—No voy a volver a soltarte —dice el rizado abrazando a Louis quién está sentado sobre él mientras descansan en el sofá de la sala y es marado con el olor del alfa, pues a Harry le  molesta sentir el aroma del resto de la familia de Louis, impregnado en su omega.

—Necesitaré usar el baño en algún momento —señala, aunque tampoco piensa soltar a Harry en un buen tiempo.

—Bueno, pero aparte de eso, no te dejaré para nada, incluso me ducharé contigo.

—Creo que eso no tiene nada que ver con que me extrañaste —dice con tono de burla, ante las palabras de su alfa.

—Es que me encanta ver cuando te duchas —murmura el rizado besando el cuello del omega.

—¿Y cuándo me has visto? Oh espera, la ultima vez que fuiste a verme tomamos una ducha juntos.

—Eh sí —responde vacilante. Aún no le ha confesado a Louis todas las veces que lo vio desnudo antes que fueran novios, o sobre el vídeo que aún tiene de él duchándose.

—Estoy tan feliz de estar contigo otra vez —expresa Louis, le es imposible dejar de sonreír, su corazón se siente tan lleno, y a la luz de eso que siente ahora, piensa que todo ese tiempo lejos, solo fue la mitad de un hombre y la mitad de un corazón.

—Tal vez deberíamos comprar una casa para nosotros tres —comenta Harry, apoyando su mano en el vientre de Louis, y los golpecitos no tardan en sentirse.

—¿Con qué dinero?

—Cierto. —Harry hace una mueca de disgusto, siempre se le olvida ese detalle—. Al cachorro en serio no le gusta que te toque —agrega, quitando su mano porque no sabe si a Louis le duelen los golpes.

—No le gusta que nada me toque, debo usar pantalones a la cadera, porque si me presionan un poco la panza, se pone a patear, es muy territorial al parecer —comenta Louis hablando con cariño.

—¿Crees que sea un alfa? —Harry pregunta emocionado.

—No lo sé. —Louis se encoge de hombros—. Aún ni siquiera podemos saber si es niño o niña porque no se deja.

—¿Sigue tapándose? —Harry pregunta asombrado.

—En la ecografía que me hicieron ayer, tenía las piernas juntas, el médico me preguntó si ya sabía que era y le dije que no. Él respondió que creía que podría ser niña, pero no estaba seguro —explica soltando un suspiro, su cachorro ni nace y ya está dando problemas.

—Una niña. —Harry dice con los ojos brillantes—. Sería la niña de papá —agrega emocionado.

—Eso solo si cuando nace, no sigue pateandote y alejándote —se burla el omega, mirándole con diversión.

—¡No! ¡No lo permitiré! —exclama preocupado, no puede dejar que su niña no lo ame, sino, ¿cómo sería la niña de papá?

—Tendrás que ganarte su amor —continúa mofandose de él.

—Lo haré, no dejaré que mi cachorra sea la niña de mamá, seré su favorito.