Voyeur (Larry)

22

Voyeur

La tormenta acaba y da paso a un enorme cielo celeste, con un gigante sol radiante y un increíble arcoíris que termina justo en la sonrisa de Louis.

Ok, tal vez eso suena un poco cursi, pero es que el arcoíris empieza y termina en Louis, porque él es el arcoíris del mundo... Ok, no. Niall necesita redefinir sus pensamientos a algo menos cursi.

La cosa es que todo vuelve a la normalidad. Louis ya no está molesto todo el día y encerrado en su habitación, habla con su familia y ya no tiene a los tres alfas del demonio detrás de él. Eso arregla las cosas en la escuela; aunque las burlas siguen después de un tiempo, pronto no tienen gracia y todos lo olvidan.

Incluso el enamoramiento de Harry, Zayn y Liam vuelve a ser el mismo de antes.

—No hay ni existirá omega más bonito que Louis —suspira Zayn mientras ve por la ventana de Niall cómo Louis ayuda a Neve con las plantas.

—Tú lo has dicho. —Harry está de acuerdo. Está justo junto al moreno, siendo incapaz de apartar sus ojos de Louis. De su hermoso Louis.

—¿Cuándo van a madurar y olvidarse de él? —Niall pregunta, aunque no se molesta en apartar a sus amigos de la ventana. Entendió que no hay caso en decirles que no espíen a Louis, así que los deja ser; todo está bien mientras no lo dañen.

—Nunca —responden Zayn y Harry a coro.

—¿Y tú? —Niall le pregunta a Liam, porque está muy callado.

—Mientras Louis no deje de ser tan encantador como lo es, no creo que pueda olvidarlo —responde Payne. No está pegado a la ventana, pero Niall puede notar desde donde está, que su amigo ha estado dibujando a Louis.

—Un día Louis encontrará un alfa, y no quiero que sus corazones se destrocen —comenta el rubio.

—Podremos con eso —asegura Harry, sobre todo porque sabe que él y Louis estarán juntos.

—¿Y si jugamos videojuegos? —Niall pregunta. Está aburriéndose, y mirar a su hermano trabajar en el patio no es un panorama tentador para él.

—Está bien. —Liam acepta.

Zayn y Harry se rehúsan un poco. No quieren dejar de mirar a Louis, pero al final aceptan y bajan a la sala junto con Niall.

Pronto se han instalado, y están gritando y riendo como los niños que aún son. Cuando no están pensando en llenar de cachorros a Louis, suelen ser niños.

—Qué griterío, parece que una banda de monos se hubiese metido a la sala —murmura Louis, entrando en la habitación.

—Estás sucio. —Niall señala, porque Louis está un poco cubierto de tierra.

—Lo sé, genio. —Louis dice con sorna, pero le lanza un beso al rubio antes de alejarse hacia la escalera, contoneándose como tiene por costumbre. Deja una estela de olor a vainilla a su paso, pues aún no ha vuelto a tomar los supresores.

Está alborotando a tres pequeños alfas, pero ni siquiera lo nota, porque está más concentrado en tararear.

Niall, quien no está siendo afectado, le da play al juego otra vez, y los tres pequeños alfas tienen que ser rápidos en concentrarse si no quieren perder. Sin embargo, no pasan muchos minutos antes que el juego deba ser pausado otra vez.

—¡Niall! ¿Puedes venir? —Neve llama desde algún lugar de la casa. De seguro sigue en el patio y el rubio es rápido en levantarse.

—¡Voy! —responde, alejándose.

Los chicos, por inercia, sueltan los mandos y siguen a Louis, porque vaya que les alborota todo. Tres alfas pubertos y hormonales, más un omega demasiado bonito, son una mala combinación; todos lo saben.

Ellos en serio que no quieren hacer nada malo, pero sus alfas quieren estar más cerca del omega; los vuelve loco su olor. Cuando empujan levemente la puerta del baño no están buscando hacer nada malo... pero lo hacen.

Louis está ahí; tiene el agua de la ducha corriendo y está terminando de quitarse la ropa. Su iPhone reproduce una lista de canciones pop que Louis está cantando, mientras se contonea desnudo. No es consciente de la puerta semi-abierta, ni de los tres pares de ojos que lo miran asombrados; él está en su mundo. Se mete a la ducha, cierra la puerta de esta y deja que el agua le caiga encima.

Harry, Liam y Zayn no pueden creer lo que están viendo; sueltan un jadeo mientras ven a Louis pasando sus manos por su cuerpo mojado y agradecen a cada dios, ser poderoso, criatura magia y fuerza del universo porque la ducha de los Horan sea transparente y les permita tener tal vista.

Están sin habla, ojos y bocas muy abiertas; sus corazones laten en sus oídos y prácticamente se sienten en el cielo. El paraíso.

Louis es perfecto, perfecto en todo sentido.

Louis sigue cantando, pone shampoo en su pelo, tiene los ojos cerrados y baila al ritmo de la música. Disfruta mucho bañarse, sobre todo después de haber estado ayudando a su madre con las plantas; lo relaja.

Y así como Louis disfruta bañarse, los tres alfas mirones están disfrutando verlo.

De pronto suena un obturador. Louis no lo oye porque entre el ruido del agua cayendo sobre él, su voz al cantar y la música, está bastante distraído; pero Harry y Liam lo escuchan, porque viene de al lado de ellos. Miran con molestia a Zayn, quien tiene su celular apuntando hacia a Louis.

—Lo siento —susurra Zayn, quien no se ha podido resistir a inmortalizar ese momento.

Los otros dos parecen que lo van a regañar, pero de pronto también tienen sus celulares fuera de sus bolsillos. Ok, eso está mal, muy mal, pero no pueden evitarlo; tal vez nunca vuelvan a ver a Louis así y necesitan tener pruebas.

El omega ha estado de espalda a ellos todo el tiempo, jabonándose el cuerpo, pero ahora voltea hacia ellos para quitarse el shampoo. Tiene los ojos cerrados para que no le entre jabón en los ojos, y echa la cabeza hacia atrás dejando que el agua se lleve a la espuma, al tiempo que pasa las manos por su cuerpo para que también se vaya el jabón.

Harry suelta un gemido ronco. Está duro, y todo lo que quiere es hacerle compañía al omega en la ducha; no puede creer que esto le esté pasando, es increíble.

—¡¿Chicos?! —la voz de Niall resuena en el primer piso, y saben que su tiempo se ha acabado.

Son rápidos para guardar sus celulares y correr de vuelta al primer piso. Louis, ajeno a todo, termina su ducha minutos después. No es hasta que se envuelve en la toalla, que nota la puerta del baño entreabierta, pero le resta importancia; de seguro no la cerró bien.

Si solo supiera la verdadera razón...

Después de aquella escena vivida en el baño, los chicos están extraños e inquietos. No pasa mucho tiempo antes de que se vayan a sus casas, y Niall no sabe que mosco les ha picado ahora, pero los deja ser; después de todo, siempre han sido medios raritos.

Pero Harry en su casa está siendo un poco más que rarito. Encerrado en su habitación, mirando el vídeo que hizo de Louis, se masturba, deseando tener a ese bonito omega bajo él. Es como si su celo hubiese vuelto; pero no es su celo, son sus hormonas enloquecidas.

Y desde ese momento, el espionaje a Louis está por subir de nivel.