Epílogo

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El consejo emitió una decisión unánime.

'Nadie se metería con el Reino Hechicero'

Fue lo que se decretado a todos sus territorios, nadie se metería con intenciones maliciosas con el Reino Hechicero, Tsar protestó contra esa decisión pero a la vez entendía a esos cobardes.

El cobarde vive y el necio muere.

Fueron las palabras del Lord Dragón de la Brillantes.

Por primera vez en años ese vejestorio se presento en el Consejo y solo había sacado su cobardía a relucir, si bien, aunque fuese un dragón poderoso. Su único propósito fue la perversión de su naturaleza dejando bastagos por todos lados.

Al final, el otro motivo por el que se decidió tal cosa, fue el comunicado de la caída de la Teocracia.

Un mensajero del Reino Hechicero trajo aquel comunicado sobre la adjudicación de lo que una vez fue el País fundado por los Seis Dioses y aquel ahora sería conocido como 'Nueva Valakia'.

Según sus espías, el lugar fue una masacre. Ni un solo humano sobrevivo y si fue así, lo único que pasaría con los sobrevivientes sería la esclavitud cómo forma de vida. Los rumores del bajo mundo decían que serían carne procesada para aquellos habitantes que consumían tales alimentos.

Al extenderse la noticia, algunas razas celebraron la caída de la Teocracia pues sus tribus que se lograron refugio en la Tierra de los Dragones, habían sido víctimas de los genocidios de los llamados 'salvadores de la humanidad', cosa que para otros fue un mal augurio. Humanos que se vieron reflejados en las atrocidades, protestaron a favor de un enfrentamiento contra el Reino Hechicero para vengar a quienes eran sus hermanos. Reclamos que jamás fueron escuchados.

Por otra parte, otra facción ni siquiera se inmutó. La guerra entre esas naciones no debía preocuparlos y menos si no era contra ellos.

El Mundo se habia movido de una manera cruel.

--II--II--

Jircniv firmo el documento que lo hacía reconocer a la Nueva Valakia como país vasallo del Reino Hechicero y como tal, tener el camino abierto para negocios comerciales entre naciones, así mismo se reconocía al País de Los Elfos cómo otro estado vasallo del Reino.

El Emperador al estar solo le ganó un ataque de risa, tal vez por el pánico de saber que tres naciones habían caído sin esfuerzo alguno ante Ainz Ooal Gown.

Si bien, ya había admitido su destino al ser el primer vasallo de ese No-muerto pero cabe resaltar que aún le sorprendía la facilidad con la que el mundo estaba callendo a sus pies.

Solo esperaba no haber condenado a su nación.

--II--II--

Cocytus y Pandora habían dado su informé, una discusión entre ellos dos se dió al tratar de dar una opinión sobre el nivel del Lord Dragón y del Aventurero Aindra.

Ainz vio con ánimos esa discusión, la Guerra lo había dejado con un mal sabor de boca pero que era necesario para hacer entender a los demás que él no estaba para juegos.

--II--II--

Las bodegas de la capital habían sido saqueadas con prontitud, Ainz dictó en medio de su emoción el querer un inventario completo de los ítems raros que tuviese en posesión la Teocracia, estos ahora eran su botín.

Sus prisioneros eran perfectos conejillos de indias, ambos eran fuertes y tenían una alta resistencia a diferentes ataques, Demiurge pronto pasaría a la siguiente fase de los experimentos.

--II--II--

El sonido hacía resonancia por todo el lugar, de vez en cuando se escapada del palacio pera deambular por los pasillos del lugar.

Las noches de luna llena era sus favoritas y es que su luz bañaba en sus totalidad el jardín que gustaba de visitar, no sabía el porque siempre era en ese lugar.

Aunque podía sospechar el por qué, era un lugar lejos e íntimo, no los molestaría nadie.

"Jho~"

Se rió con prudencia, parecían amantes pero la realidad no estaba lejana. Desde hace siento de años amaba la Muerte, una vez le tuvo miedo después la amo con todo su ser que incluso mato por ella.

Mato por ella.

No estuvo cuando más la necesito, rompió un juramento de quién fue su amo y ahora...

Caminaba directo a dónde la misma muerte le esperaba, aquel Ser que el título de Rey le quedaba corto, un Dios vagando por la Tierra, siendo venerado por cuánto mortal le teme y llega a amarla.

Su nuevo amo le había dando un nuevo propósito en esta tierra lleno de bestias y criaturas, llena de poder y fantasía, de inmesurable tierra extensa por explorar, someter y gobernar.

Soltó un largo silbido, tenía mucho trabajo por hacer y sus nuevas tierras eran una prueba. Su sed de sangre era inmensa pero su devoción a la muerte lo era más.

Overlord + HELLSINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora