Parte 6

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Desde la orilla del bosque podían ver como los aldeanos se acercaban a donde seria su destino, llevaban piedras, palos y picos, todo lo que fuese posible para atacar y defender.

Pero más llevaban el enojo y la ira en el rostro.

El escuadrón se movió con cuidado para no ser detectado por esa iracunda muchedumbre, que no cabía duda que por el estado en que estaban serían capaces de matar a quien sea.

Todos marchaban a pasos desiguales, nadie esperaba a nadie.

Por otro lado viendo el trayecto, la distancia y el paso veloz estarían a nada de alcanzar a la caravana.

--II--II--

Hubiera sido más fácil usar [Teletransportación] pero el único inconveniente era el punto de llegada, desconocía a que distancia se encontraba la caravana, por la noche habían logrado pasar cerca de E-pespel y sin tomarle importancia la ignoraron envitando así los puntos de peajes del camino.

Los caballos de guerra era una bestias monumentales, los aventureros al principio habían sentido miedo al ver bestias tan feroces de un pelaje tan negro como la misma noche.

¿De dónde los había sacado?

No lo sabían, tan solo se los habían entregado.

A la cabeza iba aquel niño montado en un caballo tan majestuoso que dejaba a los demás como simples equinos, montarlos no había sido un problema, eran dóciles y obedientes, perfectamente entrenados.

Cuando bajaban de ellos, estos mismo se colocaban en un solo lugar sin la necesidad de alarlos, todos ellos juntos como si pudieran comunicarse entre sí. Además de eso, jamás los habían visto cansados, beber o comer. Era como si no les cansara el trayecto de tres días, en cambio, los aventureros estaban molidos, montar todo el dia y apenas probar bocado era exhausto.

Esa noche había sido lo mismo.

El niño les había ordenado comer y dormir, los caballos se habían juntado todos cerca de un árbol y el menor sólo se había dedicado a ver el cielo, la luna y las estrellas.

Nunca lo vieron comer, dormir o beber algo.

A la mañana siguiente ya estarían cerca de la caravana, se encontraría en un punto en algún momento de la tarde.

--II--II--

Lakyus había despertado temprano, algo en el ambiente le incomodaba.

Tal vez era un mal presagio.

No lo sabia.

Después de un rato levantó a sus compañeras, mismas que tomaron un desayuno rápido y reanudaron su viaje de nuevo 

"Me adelanto" Dijo Evileye antes de emprender vuelo usando el hechizo de [Fly], la rubia líder solo asintió y dejo marchar.

Después de un minutos las demás montadas a caballo siguieron el rastro de su compañera.

Sin darse cuenta la maga se había adelantado demasiado, ya solo era un punto borroso al frente y en el cielo. De pronto pudieron ver como una estela de luz roja se levantaba, Lakyus lo miró por un momento y en seguida una segunda más fue arrojada.

Espoleó el costado del caballo.

Algo estaba mal.

--II--II--

Apenas si pudieron levantar su campamento, detras de ellos una multitud furiosa los había alcanzado.

Ruth hizo sonar la alarma, Nil pidió a las mujeres y niños estar cerca y detrás de la barrera de hombres. Sam había comenzado a mover a los hombres sanos al frente mientras que anciano y uno que otro en buena condición se mantendrían en la retaguardia como escudo de las mujeres. Varios estaban nerviosos, algunos asustados y otros más ni siquiera se detenían a pensar que pasaba.

Ruth comenzó a ver cada vez más y más gente, había visto a unos cuantos días atrás, eran pocos pero los suficientes para mantenerlo prevenido.

Tal vez debería pedirles que huyeran, ¿correr al bosque o hacia la ruta de E-pespel? Si fuera al bosque tendían más oportunidad de sobrevivir y/o de atacar.

Si fuese en ruta a E-pespel tal vez los soldados de camino/peaje podrían ayudarlos.

"Maldición" se dijo a sí mismo.

Ryoku era un perfecto arquero, podía lanzar 5 proyectiles en un solo tiro, pero ahora el no estaba. No tenían a nadie de ataque a distancia, Nil apenas era un atacante, Sam era un asesino y el solo era un espadachín. No sobrevivirían.

Aquella mancha se hizo cada vez más grande.

"¡CORRAN AL BOSQUE!"

Grito con todas sus fuerzas.

Sam jalo a todo aquel que estaba en su camino, jalo y empujó en dirección al bosque. Todos corrían despavoridos, Nil tomó apenas a unos cuantos niños en brazos y corrió junto con las mujeres que a su vez ayudaban a niños y ancianos.

Los hombres del área de defensa comenzaron a correr, mientra que los que tenían armas se colocaron en fila protegiendo a los que huían.

Ruth recitó varias artes marciales.

Sam saco de su bolsillo algunas bombas.

Nil...

Nil al llegar y adentrarse al bosque sintió un golpe duro contra su cara lo cual ocasionó que soltara a los niños y cayera al suelo semi inconsciente, sordo y desorientado escuchó los gritos de las mujeres y niños, un enorme rugido le hizo levantar el rostro.

"Maldi..."

No pudo ni terminar la frase cuando aquella bestia le piso la pierna fracturandole el hueso, de su boca solo salió un grito aterrador que desgarró su garganta.

Varios ogros habían salido de las profundidades del bosque, habían tomado por sorpresa a la gente y comenzando una carnicería.

Nil pudo ver como el cuerpo de un menor era azotado contra un árbol logrando hacerle vomitar sangre y morir de inmediato. Otro más con un enorme tronco golpeaba a todo lo que tuviera cercas y sin esperar los remataba aplastandolos, lo aterrador que vio fue a un par de ogros devorando a las mujeres, partiendo les a la mitad y succionar las entrañas de su cuerpo.

"¡¡¡RUTH!!!"

Grito Sam al escuchar el grito de su compañero, el espadachín al ver al asesino este apunto al bosque donde la gente del Reino Santo ya se negaba a entrar.

"¡¡¿¿PERO QUE MIERDA??!!"

Los hombres que se habían quedado con ellos comenzaron a dudar.

Los estaban atacando desde dos frentes, no había salida. Varios tiraron las armas y comenzaron a correr.

Antes de avanzar más, varios proyectiles había caído sobre ellos ocasionando que un par de ancianos cayeran al suelo con la cara ensangrentada, los atacantes estaban lanzando piedras. Cada vez estaban más cercas.

Sam con uso de su banda lanzó varias bombas de humo, algunas con un efecto picor para evitar que el enemigo se acercara o que al entrar a la nube de humo no pudiese respirar.

"¡¡¡CORRAN!!!"

Grito Ruth a la vez que se protegía la cara de un proyectil destinado a él.

"CORRAN, NO PODEMOS GANAR, NO PODEMOS HACER NADA."

Dijo aquellas palabras sintiéndose humillado, él siendo un aventurero entrenado en el Reino Hechicero debía huir.

Si sobrevivía ¿Con qué cara miraría al Rey? ¿Que excusa le daría?, la única excusa que podría darle es qué era débil.

Overlord + HELLSINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora