Parte 9

449 51 4
                                    

El atravesar la muralla de valientes guerreros no fue un problema, era como lanzar una canica y destruir un castillo de naipes, la diferencia era el que podía escuchar los lamentos y gritos agobiantes de aquellos que conformaban la última línea de defensa.

Era una masacre a los ojos de los humanos.

Era divertido ante aquellas dos identidades malévolas.

Alucard y Shalltear sucumbieron ante el frenesí de sangre, nadie delante de ellos salía ileso o con una muerte tranquila.

Ainz podía ver el avance de ambos vampiros, cada paso que daban dejaba una gran marca roja en la tierra.

El lanceros y la medio elfo no fueron ningún problema, el primero había caído ante la furia y odio de la mujer Vampiro de voluptuosidad cuestionable.

Ella le había hecho pedazos los brazos y piernas, uno por uno gritando el nombre de quien era conocido como el Rey Hechicero. ¿Pudo defenderse? Si, ¿Podía ganar? No.

Y menos con la vestía que le secundaba.

Aquella enorme bestia de seis ojos

La media-elfo por el orgullo y el temor de tan maquiavélica presencia, podía verlo pero no sentirlo, era como la niebla oscura del más rinconcito lugar del mismo infierno. Aquellos que conformaban las diferentes escrituras habían caído en poco tiempo, los gritos, los hechizos, los ataques, la risa frenética y burlona, el rugir de las bestias y el sonido de los cuerpos cayendo al suelo o siendo empaldos de maneras totalmente horripilantes.

Aquella entidad era y no era inmune a la magia.

¿Cómo eso era posible?

Antes sus ojos no había explicación.

Pero ante el ojo de un buen observador, lo había.

Ainz había visto como los ataques le llegaban al 'Vampiro verdadero' cumplían su objetivo, con su efecto pero no reducía casi nada en daño. En términos de Player, era como si jugadores de nivel 10 o menos se enfrentarán contra un Jefe Raid de clase SS. De cierta manera... eso le hizo sentir un poco de pena por ellos.

Pero sus destinos ya estaban sellados.

Ver a ambos combatir se le hizo emocionante.

Por una parte Shalltear saco de si misma toda la frustración y estrés de su 'supuesto' fracaso, su ira descontrolada hizo al lancero reducirlo añicos.

De cierta manera deseaba qué quedara un poco de él para ser revivido.

Mientras por otro lado, Alucar se divertía con sus adversarios, no dejaba escapar alguno del filo de su espada, se divertía con todos ellos y solo algunas que le aburrían terminaran con una lanza atravesado sus cuerpos de maneras muy curiosas y retorcidas. Había visto las invocaciones del hombre, una mujer extremadamente delgada con un mosquete de un solo tiro, otro más de cabellos de oro y otro de piel morena vestido como un Dandy quien había hecho explotar varias cosas con lo que pareciera cartas.

Pero lo que más le había asombrado, habia sido el Lobo blanco que emergía de su sombra.

Si bien, sabía que tenía aquel perro negro -que por ahora era apoyo para Shalltear- pero el Lobo Blanco jamás lo había visto.

--II-II--

Rip haciendo hizo uso de su arma acorralando a la semielfa, esta como de defensa usaba su guadaña ya que el tiempo de ataque no era el suficiente para usar algún hechizo, cada vez aquella cosa aumentaba su velocidad con cada impacto.

La risa burlona era lo peor de todo, no le agradaba e incluso aquellos que habían llegado a 'apoyarle' ahora estaba ocupados con dos invocaciones más.

Overlord + HELLSINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora