El paso de este conflicto había alcanzando un gran numero de victimas, el ejercito y la policía trataban de poner a los civiles a salvo y de retener a los atacantes que era una especie de vampiros, estos estaban uniformados de una manera peculiar, de aquel ejercito que hace cincuenta años había causado terror en gran parte de Europa. Era algo gracioso y loco, pero ante sus ojos era la verdad.
Sir Penwood, junto el líder de los caballeros protestantes, y que estaban a cargo de proteger a la Reina y al Reino sabían que este día tarde o temprano llegaría, esperaban que más tarde que temprano, pero era algo inevitable.
Penwood ordeno el desplazamiento de las tropas con armamento especial, miles de soldados habían sido enviados a la ciudad de Londres para combatir y ayudar a los cuerpos de rescate. No era suficiente, era como si el número de los enemigos se multiplicará cada vez más.
Y cuando no vieron más salida...
Ante sus ojos cayo un gran relámpago, aniquilando así a todos sus enemigos.
Sir Penwood al ser informado de la situación no lo podía creer.
Ante él una enorme pantalla mostraba imágenes de lo que pasaba, la cámara enfocaba una gran zona destruida. otra pantalla mostraba a un tipo con sotana y detrás de él una bestia enorme que portaba un escudo, una espada torcida y larga.
Entonces lo recordó.
Alucard le había dicho que tenia un alidada que les ayudaría si se postraban ante él.
¿Era él?
¿Como diablos había hecho eso?
Bueno, ya no debería sorprenderse.
"¡Ordenen que no le disparen, no al fuego amigo!"
Le indico al personal de comunicaciones, el cual transmitió su orden al instante.
En el conjunto de pantalla se podía ver un ser de vestimenta blanca, de su lugar salía un rayo en dirección a quien sabe dónde.
Las alarmas sonaron y le comunicaron a Sir Penwood que una de las naves enemigas había caído.
Penwood sonrió, ese bastardo de Alucard tenía una carta bajo la manga.
--II--II--
Londres estaba en llamas, el infierno en la tierra se desató de un momento a otro y los ciudadanos no supieron que hacer. En una situación así solo 20% logra sobrevivir, 10% ya está muerto y el 70% entra en shock, pero ese diez por ciento poco a poco crecía hasta convertirse en cincuenta o mayor.
La ciudad... ¡no! Todo estaba sumergido en el caos, la muerte paseaba por las calles dejando ese olor a sangre fresca, explosiones y fuego, gritos de todo mortal que caía en los dulces brazos de la Muerte. Una ciudad invadida de muertos que no están muertos, los muertos caminan así como Dios lo tiene escrito en las antiguas escrituras pero estos muertos no buscan perdón, buscan comida.
Caminan, gimen, gruñendo devorando todo a su paso y más si esta vivo. Vivo, vivo con la sangre roja y fresca corriendo por sus venas.
Los policías de la ciudad trataron de retenerlos pero los muertos no estaban solos, ellos eran acompañados por monstruos de luces rojas y de grandes dientes, con risas malvadas y cantaban en coro un himno que no se escuchaba desde hace más de 50 años. Poco a poco las fuerzas del orden fueron cayendo, cayendo con valentía al ayudar a escapar al inocente y retener al enemigo que les devoraba el alma con solo sentir su mirada.
Algunos lograron esconder a civiles en edificios cerrados pero sabían que tarde o temprano caerían como los demás, rezaban a Dios que fuera tarde y no temprano, rezaban a Dios que llegara la ayuda, rezaban a Dios... a lo que fuese que estuviera allí afuera para que les ayudara y cuando creyeron que la esperanza y la fe habían terminado...
Escucharon el retumbar de algo pesado, los gritos y disparos del otro lado. Asustados levantaron sus armas con las pocas balas que tenían y entonces lo vieron, la barricada salió disparada y hecha pedazos, el rugido de una bestia sin nombre e inimaginable se hizo presente.
El miedo se apoderó de sus corazones.
Es el fin.
Recitaban una y otra vez.
Es el fin.
Ya no había nada que hacer.
Ante sus ojos una bestia de más de dos metros de alto que portaba un escudo que cubría tres cuartas partes de su cuerpo con una espada larga y ondulada que un humano normal no podría cargar, pero esa bestia la sostenía como si fuera un cuchillo de mantequilla. Su rostro de muerte que aún tenía rastros de carne putrefacta y su ropa desgastada que cubría su cuerpo esquelético y putrefacto, estaba acorazado por una armadura.
Entonces esa bestia dio un paso al frente, podía sentir su mirada.
Rugió y salió del lugar.
La sangre se le fue a los pies, sintió un alivio enorme al ver que no les interesaba pero ¿por qué?
¿Ya había acabado la guerra?
"¡AQUÍ HAY SOBREVIVIENTES!"
Escucho el grito de un hombre, un soldado del ejército británico.
Su corazón sentía alivio.
Se desplomó en el piso, estaban a salvo.
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Overlord + HELLSING
FanfictionTragado por la oscuridad ha sido llevado a otro lugar, un mundo donde se a librado una Guerra entre humanos y seres temibles. ¿Como podrá liberarse de esto? Mientras tanto... El Rey a desaparecido y no saben dónde está, los guardianes comenzaron un...