Parte 8

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Al llegar a la zona Lakyus sintio náuseas, el panorama era totalmente una masacre y no podía creer que esto había sido causado por los habitantes de su nación.

"Ayudenlos" ordenó a las gemelas.

Gagaran bajo de su caballo y fue a socorrer a Evileye quien ya está furiosa por el comportamiento animal y los insultos a su persona, la maga tenía la tentación de en verdad matarlos.

"Oye, pulga." Llamo la musculosa a su compañera.

"¡Cállate!" Dijo a la vez que descendía detrás del muro. "Esos bastardos ¡mira lo que hicieron!" La maga señaló tanto a los sobrevivientes como a los cadáveres regados a la entrada del bosque. "¿Que se supone que vamos hacer con esto? ¡Esto es un desastre!"

Y tenía razón.

"Y yo que voy a saber, no es mi trabajo la diplomacia. Pero lo que sí se, es que esto hará que el Reino Hechicero quiera ver correr sangre." Gagaran salió detrás del muro.

En el momento que hizo acto de presencia los aldeanos decidieron lanzarle rocas.

La mujer musculosa ni se inmutó, les dedico una sonrisa y con uso de su enorme mazo creo un escudo de aire repeliendo las piedras lanzadas a su persona, aquello había asustado un poco a los aldeanos.

"¿Que se supone que están haciendo, idiotas?" Hablo con voz firme y clara. "¿Saben lo que han hecho? Han firmado su sentencia de muerte, el Rey Hechicero pedira sus cabezas junto a la de sus familias."

Aquellas palabras hicieron mella en su coraje.

"¿Estas bien?" Lakyus se había acercado al chico que sostenía en brazos lo que pareciera su compañero, la imagen era horrible, no sabía si después de esto la podría sacar de su memoria.

Aquel aventurero no respondió en nada, solo miraba a su compañero.

"¿Oye...?" Lakyus intentó acercarse más.

Pero antes de si quiera ponerle la mano en el hombro, él había levantado la vista y eso hizo retroceder a la aventura.

Su mirada desprendía odio.

"No me toques" su voz era intimidante.

"Ten...tengo que curar tus heridas." Dijo para justificar su cercanía.

"No me toques." Dijo de nuevo pero estas vez de manera amenazante.

Lo miro con detenimiento hasta notar en su protector de cuero y metal el símbolo del Reino Hechicero, sintió como se le helaba la sangre. Jamás se le había notificado que la caravana venía acompañada, esto esta mal.

--II--II--

"¡¡AVANCEN!!" Ordenó.

Golpeo el costado del caballo, seguido de su séquito avanzaron a toda prisa.

Cerca de treinta soldados bien armados avanzaron desde la ruta de E-pespel o eso parecía, lo sospechosos fue que el punto de peaje jamás los vio venir. Más de la mitad golpeaba a su caballo para hacerlo avanzar más rápido, cercas de una docena de ellos portaban arcos.

"QUE NO QUEDE NADIE CON VIDA" Gritó.

Los soldados secundaron la orden con un grito de batalla.

Habían comenzado a moverse.

El sonido de los cascos y los relincheos de los caballos al poco rato se hicieron escuchar, las rosas azules que habían logrado mantener a raya a los aldeanos miraron a sus espaldas.

Lakyus ordenó a la maga del equipo emprender vuelo y divisar que era lo que se acercaba.

"Son soldados" indicó.

La líder de las Rosas Azules se sintió aliviada, al parecer desde E-pespel habían enviado refuerzo.

A más de treinta metros pudo verlos.

Los arqueros desefundaron las flechas, dos rondas habían sido lanzadas desde la retaguardia. Una lluvia de flechas había caído sobre los refugiados, los aldeanos y las rosas. Estas últimas sorprendidas por el ataque logrando escudarse para la segunda ronda.

Antes de darse cuenta de la cercanía de los soldado pudieron ver que más de la mitad tenían las espadas fuera de sus fundas, alzadas en lo alto listos para atacar.

Cuatro soldado se dirigieron a Lakyus, el primero había pasado de largo, el segundo habia pateado a la aventurera en el hombro haciéndole perder el equilibrio, el cuarto estiró la cuerda del arco lanzando una flecha misma que había atravesado el cuello de uno de los refugiados. El tercero ondeó la espada logrando cortar de un tajo la cabeza del último aventurero en pie.

Los soldados montados habían flanqueado a los aldeanos, los arqueros habían hecho caer una tercera ronda de flechas. Gagaran y Evileye atacaron a los soldados montados tratando de desequilibrar su avance, uso su mazo logrando derribar a un par mismos que se levantaron con rapidez y atacaron a la aventurera.  

Las gemelas habían sido alcanzadas en su intento de socorrer a su líder, misma que al ponerse de pie saco su emblemática espada Kilineiram y usando sus espadas flotantes sirnio un escudo delante de ella.

--II--II--

Los caballos de guerra avanzaban furiosos, su amo les había indicado hacer un avance más rápido y ello había provocado que los aventureros tomaran las riendas con más fuerza. Estos estaban asustados por el abrupto cambio de comportamiento de los corceles, sentían como si montaran a un demonio encarnesido desde el mismo infierno.

Vlad tenía fijada la vista al frente, el olor de la sangre inundaba su nariz y deleitaba su paladar, el azul de sus ojos había desaparecido y un carmesí brillante resplandecía en ellos.

Ryuko se sostuvo del caballo lo mejor que pudo, elevevo un poco su cuerpo de la montura y agazapado del pecho sentía como el viento silbante cantaba en sus oídos.

Algo estaba mal, lo presentía y más que nada por el aura siniestra que rodeaba a ese niño.

"¡¡¡Hya!!!" Golpeo al caballo con la rienda y este avanzo hasta colocarse a la altura de su amo legítimo. "¡Señor!" Gritó para llamar su atención.

Vlad le miró por el costado.

Ryuko no dijo nada.

Para cuando llegaron ya era tarde, los soldados de Re-Estize había acabado con más de la mitad de los aldeanos y con los refugiados, las rosas que al principio estaban desconcertadas pasaron de una defensa al ataque, sus vidas ya corrían peligro.

"Arquero" desde una pequeña colina podía ver el campo de la masacre. "Hazlo" ordenó.

Ryuko sacó su arco y estiró la cuerda, la flecha resplandecio por un momento ante el conjuro del arquero, elevó ochenta grados sobre el trayecto recto y disparo la flecha.

Silenciosa y rápido, la fecha ante su descenso se dividió en cinco la cual cayó rodenado a un par de soldados, estos mirando lo que se había clavado en el suelo buscaron  el origen del ataque pero antes fendi quiera dar con ello un círculo se dibuja en la tierra y de este pequeños estruendos comenzaron a salir, el hechizo se había activado electrocutando a los soldados en el acto.

Cayeron muertos.

"¡Allí!" Grito la maga al darse cuenta que un grupo montado les miraba de lejos.

"¿Más enemigos?" Gagaran levantó su mazo alistando para el ataque.

"Espero que no"

Lakyus y las gemelas se quitaban a otro de encima, los soldados habían estado dispuestos a matarlas. Cuando llegara al castillo el príncipe Zanac le debería respuesta.

"¡vienen hacia acá!" Grito una de las gemelas.

"¡¿Pero qué diablos es eso?!" Evileye invocó su lanza de cristal al ver a una enorme bestia cuadrúpedo correr en dirección a ellas, su aspecto era aterrador.

Cuando la bestia llegó hasta ellas, adoptaron una formación de defensa. Esperaban el impacto pero nunca llegó.

La bestia les pasó de largo.

Overlord + HELLSINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora