Parte 2

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Días atrás recibió un informe de un traidor en ISCAIRIOTE este relataba que un grupo de vampiros pensaba atacar a civiles, pero no se sabía cuál era el fin de ello, al investigar más a fondo se dio cuenta que esto se realizaría cercas de la propiedad de los bastardos de Hellsing.

(Aun después de muertos seguían dando problemas), eso pensó Anderson.

Pero a su mente llego la imagen de ese ser pagano que desafiaba la vida y ley de Dios, si mal no recordaba Alucard se lo había llevado y eso significaba que los dos estaban juntos.

Maxwell le ordeno ir a Londres e investigar.

Pero nunca creyó lo que vería ante sus ojos, La ciudad estaba bajo fuego y todos los civiles - bastardos cristianos - estaba en peligro.

No había rastro de Alucard en el lugar ni tampoco de ese ser pagano.

Anderson actuó contra esos seres.

Primero hizo un reconocimiento, reconociendo esos uniformes militares. No cabía duda de que esos bastardos seguían vivos.

Aunque la ayuda no tardaría en llegar, sabía que para cuando llegarán sería un poco tarde. Gran parte de estos bastardos serían asesinados, y aunque eso no importaba, la verdad era mejor que estuvieran con vida ya que al ser asesinados solo se sumarían a las fuerzas enemigas y superarían a los ISCARIOTE en número. Eso sería una gran desventaja si es que un agente no contará como cincuenta de estos bastardos anglinistas.

¿Pero cuanto tardarían en llegar?

Tenia que resistir hasta que la ayuda llegara.

Así qué de mala gana comenzó a cortar las cabezas de cuanto enemigo se le acercara, no podía dejar que ninguno se esos bastardos pasar por su línea fija.

Al sacar a los últimos civiles, Anderson se vio alcanzado por varios vampiros que tenían ese peculiar uniforme. sin esperara les corto la cabeza con su bayonetas.

Al girarse para salir de allí vio a un perro correr en su dirección pero el animal tenia una apariencia extraña, Anderson se puso en defensa y cuando estaba apunto de atacar el animal le salto por encima usando su espalda como apoyo. al voltearse y mirar al perro vio que este tenia por el cuello a uno de esos vampiros, escucho como su cuello se rompía en dos.

¿Lo había salvado?

Él no necesitaba que lo salvaran, en cuanto pudo atacar se dispuso hacerlo pero una voz se lo impidió.

"¿Asi es como pagan los humanos el salvarles la vida?"

El animal le miro por un momento para después ir con el dueño de esa voz.

"¡Yo no necesito tu ayuda, Mandito Hereje!"

Colocó sus bayonetas delante de él apuntando al ser esquelético delante de él.

"Viéndolo bien, me sorprende que sigas vivo después de aquella caída."

Anderson era un humano con un don dado por Dios, su alta regeneración le permitía sanar rápidamente.

"En fin... eso no importa ahora, ¿Sabes que esta pasando aquí?"

"¿Por que te he de responder?"

"Ah... por cortesía, o ¿es que ni eso tienen en este mundo?"

Solo pudo ver como el sacerdote emitía un gruñido, en verdad no espera que le respondiera.

Ainz se acerco a los cadáveres de los cuales creo tres caballeros de la muerte consecutivamente, estos le serviría como defensa, su bestia no-muerta como ayudante en reconocimiento y el seria el atacante desde la parte trasera.

Anderson estaba sorprendido por lo que estaba viendo, esos cadáveres se habían convertido en muertos vivientes armados. Eran enormes, incluso igual o más altos que él.

"Que es..."

No termino su frase cuando uno de los caballeros de la muerte lo vio de pies a cabeza, evaluando si era peligroso o no.

"No lo lastimes."

Ordenó a todos ellos. 

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