Parte 2

1.1K 111 10
                                    

Al llegar a la renovada base de gremio pudo ver a los aventureros, a las recepcionistas y uno que otro trabajador del lugar, cuando puso un pie en el lugar todo el mundo había guardado silencio y de manera sincronizada bajaron la cabeza en señal de respeto.

Por muchos de ellos era bien sabido que la relación del líder gremio con el Rey era muy estrecha, tanto como para que el mismo Rey viniera a la base a reunirse con él por ello a nadie se le hacía extraño verlo parado bajo el umbral de la puerta de entrada. Aquel ser No-muerto que ostentaba ser el más poderoso del reino estaba ante ellos.

"Podéis levantar la cabeza."

El escuchar su voz era para ellos una bendición, una señal de fortuna y suerte venidera, el Rey había demostrado tener simpatía por aquellos que tenían el amor suficiente por la carrera de 'aventurero' e incluso en ciertas ocasiones mandaba llamar algunos para que dieran su informe en persona.

Esto último lo habían logrado pocos.

Todos levantaron la cabeza y continuaron con qu labor, la recepcionista de acercó a paso firme ante el Rey e informo que le llevaría a la sala de reuniones pues allí le estaban esperando.

Ainz veía a la mujer que siempre le atendía, al parecer Ainzach la designó como su sirvienta durante sus visitas. La mujer que portaba un uniforme perfecto a su medida, algo que había sugerido para distinguirlas de los demás gremio le llevaba por el pasillo directo a esa sala tan conocida.

Allí dentro le esperaban Plutón Ainzach.

Al entrar el hombre se puso de pie e hizo aquella muestra de lealtad y respeto, Ainz con un ligero movimiento de la mano le ordenó levantarse.

"¿Donde esta Momon-dono?"

El hombre sonrió y añadió un no tardará en llegar.

Y así fue, el caballero oscuro llegó un par de minutos después.

Ahora que estaban los tres podían comenzar la reunión.

El tema principal era la investigación, varios equipos habían salido a tierra lejanas de las cuales recopilarian información así como un mapa y si más aún si la tierra no tenía dueño o no pertenecía a alguna nación, ellos la reclamarían para él. Para el Rey Hechicero.

"¿Como va lo de los infiltrados?" Pregunto como si nada mientras seguía mirando el mapa de E-Rantel.

Ainzach hizo una mueca.

El primero en hablar fue Momon.

"No hubo ninguna actividad extraña por el momento."

El líder de gremio secundó la información del caballero oscuro, los asesinos que se encargaba de seguirlos y cuidarlo habían dicho lo mismo; no realizaban ninguna actividad extraña, solo algunos de ellos no entraban a las zonas mixtas, preferían quedarse en las zonas que eran más pobladas por humanos.

Esos eran Teocracia Slane.

Para ellos se les dificultaba el socializar con otras razas, al grado dé en los primero días haber tenido un altercado.

"Ya veo, bien. Quiero que redoblen la vigilancia en las puertas, no dejen pasar a nadie sin primero el registrar sus cosas y registralos a ellos."

Plutón miró con sorpresa al Rey.

"Momon-dono, vigile con Nabe las murallas externa. Analicé si se puede encontrar alguna fuga, si es así, refuerce la zona, sino haga lo que sea más conveniente."

El mencionado solo asintió.

"¿Que es lo que pasa? ¿Que desea encontrar?"

Ainz miró a los ojos del hombre anciano, podía ver las arrugas que marcaban más su cara.

"Solo es un presentimiento, además quiero saber que se traen entre manos. Tener a todos esos infiltrados y no saber nada de sus planes me inquieta un poco. El conocimiento es poder y como tal yo quiero ese conocimiento en mis manos."

Por sus adentros sabía que eso era mentira, no importaba que podía hacer una nación contra de ellos, estas siempre terminarían besando el piso donde se paraba el Ser Supremo. Por otro lado era una perfecta escusa para que Nabe y Dopple-Momon buscaran en los alrededores, así mismo usar a los demonios sombra para buscar anomalías en E-Rantel. 

"¿Como va el entrenamiento de los nuevos reclutas?"

--II--II--

El día entero se le fue de las manos como agua de rio, la desesperación de no saber que hacer en verdad podía más con ellos, la verdad ni con aquella falsa alarma se habían sentido preparados y si en verdad el último Ser Supremo creía en ellos estaba muy equivocado. Los tres se sentían incompetentes, la idea de no volver a verlo les carcomida el alma e impedía que su cerebro hiciera una buena catarsis.

Principalmente en Demiurge.

Este demonio había creído que podía descifrar la mente del ser más poderos y gobernante de la tumba, ahora se sentían todo un fraude.

¿Como no lo pudo a ver visto antes? ¿Acaso su trabajo era tan mal ejecutado que él, Ainz Ooal Gown ya no lo creía digno de su confianza y consejos? ¡no! No era así, se estaba atormentando más de lo normal.

El solo ver a Albedo se daba cuenta que su tormento no estaba al mismo nivel de ella, esa mujer de voluptuosas facciones estaba tocando en la locura, había hecho que los no-muertos hechos por Pandora trabajarán más de lo normal e incluso todo aquel que podía ser mandado por ella así lo hacía.

Todos los no-muertos creados por su señor habían entrado en un estado de letargo o más bien de hibernación, ninguno se movía o hacia caso de las órdenes. Pandora le explico el porqué y que solo obedecían si el invocador estaba presente pues el lazo mental que tenía con el invocador les daba un poco de inteligencia y razón, la cuela era muy literal y uno debía tener cuidado de las órdenes que les diera.

Así mismo fue como Pandora Actor's permaneció como Ainz Ooal Gown por un tiempo, sus no-muertos eran desplegado por cada rincón de Reino hasta el punto donde su lazo mental le permitiera. Así podía escuchar y ver todo al mismo tiempo, necesitaba una gran concentración para ello.

"¿Como es que Ainz-sama no desea ser molestado?"

Aquella voz pertenecia a la guardiana del primer al tercer piso, ella quería ver a su amado ser supremo así como poder darle un reporte respecto a los Quagoa que vivían plácidamente cercas del bosque de Tob y de aquellos que eran alimentados con metales y minerales del Nazarik. Los primeros habian logrado acoplarse bien a un ambiente menos hostil, su dieta era bastante amplia asi como el trabajar para encontrar minerales y ser llevados a Nazarik -cuales serían usados en la caja de cambio-, los segundos habían mostrado mutaciones al ser alimentados con materiales de Nazarik. su pelaje era mas duro casi tanto como el de Hamasuke, su aspecto podía parecer suave o incluso parecieran como espinas, otra de esas mutaciones era el color, algunos habian tomado el color del mineral o el metal, otros se habian tornado de colores que en la tribu Quagoa jamas se habian visto y la única forma de comprobar la resistencia de su nuevo pelaje era en los enfrentamientos de simulación con los hombres lagarto, estos había desmotrado que se necesitaban armas de nivel 40 o mayor para poder cortar su pelaje. su estatura había aumentado asi como su corpulencia.

Parecian bestias de caza listas para mascar y asesinas a su presas, eran temibles a simple vista pero eran tan mansos que parecian mascotas.

y asi era como los trataba Shalltear con ayuda de Aura, ambas estaban entrenando a la nueva adquisicion.

"No, no lo puedes ver y estás son órdenes de Ainz-sama: No deseo ser molestado por ninguna circunstancia." -Albedo sonrió soberbia. "Así que obedece, o ¿acaso deseas desafiar al Ser Supremo de nuevo?"

Shalltear guardo silencio, le enfureció que Albedo usara esa artimaña de nuevo.

Overlord + HELLSINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora