Overlord + HELLSING

Parte 5

Las luces alumbraban la carretera, mas allá de unos pocos metros, solo se podía ver oscuridad.

Era como un mal augurio, era el dar la bienvenida a lo que próximamente estaba por pasar. Solo el rugir del motor era audible al igual que el viento, el como era partido por la estructura metálica que viajaba a una velocidad desquiciada.

La noche había llegado y por varios años vigilaron aquella mansión, por varios años le persiguieron e incluso huyeron de él y ahora era tiempo de enfrentar a su mayor enemigo.

¿Tal vez era una trampa? varios se dijeron entre si, pero el frenesí del momento hacía que no les importará en los absoluto.

Cantaba a coro como si estuvieran en medio de un gran festejo, como si la guerra hubiese terminado y ellos hubiesen ganado.

La copa en alto y el grito saliendo de sus doloroso pulmones, festejando que pronto se enfrentarían a un rival sin igual.

Solo habían esperado este momento en toda su vida, la sangre derramada, los gritos del inocente y la honorable muerte.

--II--II--

Podía sentirlo, por una extraña razón podía sentir esa sensación de sed.

Era enorme, se acercaba más y más a su punto actual. ¿Alguien poderoso? o ¿acaso era un ejército? no sabía que pensar solo de ver la cara del vampiro, que le daba a entender que todo estaba planeado, chasqueo su inexistente lengua al pensar que pronto estarían en combate.

¿Por que lo involucraban a él?

No era nada justo pero si se detenía a pensar en todo, hasta el momento nada lo era.

--II--II--

Cuatro camiones se estacionaron frente a la entrada de la propiedad, podían ver un camino de piedra que llevaba directo a la mansión. la reja caída y oxidada por falta de mantenimiento seria fácil de derribar de una patada, las puertas de los bus se abrieron de par en par y de ella descendieron filas de hombres armados y cubiertos hasta la cabeza, los escudos anti-motines sostenidos con su mano izquierda defendían sus cuerpos, los cascos protectores facial impedía que se les viera el rostro mientras que armas de alto calibre sobresalían. granadas, pistola de mano e incluso algunas bazucas y escopetas cortas eran parte de su equipo.

"Ah... esto se pone interesante ¿no lo crees?, el hijo de puta ni sale a recibirnos."

Escupió al piso algo molesto aunque no se borraba esa sonrisa de su cara, llevo ambas manos a los bolsillos y comenzó a caminar a la vez que le narraba a su compañero lo que había hecho ayer.

Era una molestia, eso es lo que pensaba al escucharlo hablar. pero ¿que podía hacer? era su hermano y debían estar juntos para la misión.

"No se confíen"

Luke se giro a ver al hombre que aun estaba recargado en el bus, su cara era cubierta por un sombrero de cazador.

"Palabras innecesarias" respondió y siguió su camino.

La misión era sencilla, entrar y matar al vampiro. si lo hacían bien el Her Mayor les felicitaría por su trabajo, aunque Luke no necesitaba ser felicitado él era un vampiro de alto calibre y podría cumplir esto sin problemas. Además... el conocer a 'él' era uno de sus sueños, siempre le tuvo miedo, pavor e incluso el escuchar su historia le hacia tener pánico de la misma noche pero después... lo admiro, lo envidio. Lo envidiaba por su poder y ser el vampiro más poderoso pero ahora Luke era un vampiro y uno muy fuerte, sino lo fuera no le hubieran asignado esta misión.

"Ya guarda silencio"

Dijo al escuchar a su hermano hablar de haber mordido los senos de una mujer mientras se la follaba, era algo repulsivo.

"No te enojes ¿acaso estas nervioso?"

Dijo y soltó una carcajada, su hermano lo miro de mala manera. Levanto ambos manos en señal de paz y disculpa.

Los jardines descuidados, la maleza y la luz de la luna le daban un aspecto melancólico y tétrico, con anterioridad se había informado que en la mansión Hellsing estaba desocupada. ni siquiera el mismo gobierno la había ocupado para base, lo cual era su anterior ocupación al ser los Hellsing los dueños e integrantes de la mesa redonda. Nadie con un ápice de idiotez se había atrevido a entrar.

Y por justa razón, ya que la mansión no estaba sola. Sir Penwood se ocupaba de ella pero no entraba en su totalidad, solo lo justo y necesario para hacer consultas ya que la biblioteca era basta en información para el estado en combatir con esos seres sobrenaturales. La biblioteca podría ser comparada con la del Vaticano en cuestión.

"Revisa los pisos, yo iré a la sección subterránea."

"YES, MY BROTHER!"

Hizo una seña y salió con los soldados, solo unos pocos se quedaron con Luke. Dio la señal a entrar.

Si la Mansión estaba sola no debían tener cuidado, hacer ruido seria mas favorable para sacar a ese vampiro de su escondite. Jan no era para nada silencios, reía sin parar y tiraba todo a su paso. Saco un plumón de tinta y comenzaba hacer rayones en cuanta foto o cuadro veía.

"JAJAJAJA ¡el que lea esto se cagara del coraje!"

Dijo al ver su obra maestra, en la pintura de una mujer había puesto un enorme pene en su cara.

"Aunque el mío es mas grande." finalizó.

Jan ordeno a los soldados que revisaran desde la planta baja hasta la azotea de la mansión, cada cuarto e incluso los baños. Nada debería escapar del lugar.

Luke por su parte no perdería el tiempo, su camino había sido trazado y su destino seria glorioso.

El pasillo alfombrado le daba la bienvenida, sus pasos no era audibles y la oscuridad lo hacia no visible pero eso no afectaba en nada, los vampiros tenían un alto sentido auditivo y la visión nocturna una habilidad de todos.

Lamio sus propios labios al sentir su victoria próxima.

Una gran puerta de madera vieja y comida por las termitas estaba frente a él, este era su ultimo cruce a su victoria y leyenda.

Al mover la puerta esta hizo un ruido horrible, Luke la atravesó sin ninguna preocupación y descendió las escaleras en busca de su objetivo, puerta tras puerta mirando en cada una de ellas buscando a su residente pero nada. todas estaban vacías y solo quedaba el recorrer el pasillo hasta la ultima de ellas.

Un ligero olor llego a Luke, este no era un olor de cloaca o putrefacto ni siquiera a muerte, sino a un olor dulce a pradera, a flores. Siguió el olor hasta una gran puerta de hierro pesada, no había luz al interior de la habitación o más bien de la celda frente a él.

"Te encontré"