Overlord + HELLSING

parte 3

Habían pasado los días como si fueran una eternidad, cada día y noche no parecían tener fin. Pandora desde el trono de E-Rantel observaba todo el Reino Hechicero, cada rincón y habitante del reino de su padre, cada voz, cada risa, cada palabra, cada lugar era observado por él y si no era así, los demonios sombras y mercenarios se encargaban de escuchar todo y reportarlo a la Supervisora o al Demonio.

Cada uno de ellos se encargaba de sus respectivas áreas, además de procurar que ningún guardián o habitante de Nazarik se diera cuenta de la ausencia del Ser Supremo. Pero la pregunta era ¿Cuanto tiempo podría mantener esto?, tarde o temprano se darían cuenta.

Eran idiotas. Lo había dicho con anterioridad, esas duras palabras las recriminó el demonio y la súcubo lo secundo pero era una verdad, ninguno de ellos había sospechado sobre la situación. No por nada los llaman: Los más inteligentes de Nazarik.

No por nada se encargaba de las áreas administrativas y los otros guardianes de la mano de obra.

En la última reunión habían decidido acabar con esto e informar a los demás de la ausencia del Supremo, si bien, así lo hubiese querido su padre.

Pero lo que más le desconcertó era el hecho de que nadie había movido sus piezas, ninguna nación u enemigo ni siquiera Re-Eztise que odiaba con todo su ser a Ainz Ooal Gown, incluso el Emperador Jircniv no levantaba sospecha alguna.

En algún momento le llego a preocupar la Teocracia Slane ellos eran enemigos a considerar, sus movimientos no se habían alterado ya que desde la fundación del Reino Hechicero habían cerrado fronteras y comunicación con otras naciones.

Si bien, tenían sus espías dentro del reino pero no podían ser considerado como amenaza cuando solo tenían rutinas tan ordinarias, el vigilarlos era demasiado monótono.

¿Que pasará si Ainz Ooal Go.... ¡no! ¿Qué pasará si Momonga, el último supremo no regresa? ¿Como lo tomarán los guardianes?

Sabe que cuando les de la noticia de su ausencia se molestarán, cada uno de ellos e incluso toma en consideración una pelea. No quiere llegar a eso, no puede dejar que los guardianes peleen entre ellos, podrían acabar con el Reino que su padre a fundado.

¿Lo tomarán como una Traición?

Considerando que ocultaron la información puede que los llamen: traidores, pero ellos solo piensan en la supervivencia y el encontrar a su Amo y señor.

No pueden, solo velan por Nazarik.

Tendrá que usar las palabras adecuadas para que los guardianes no se alteren (lo cual será imposible), mantengan la calma y retomen la búsqueda.

¿Deberían invadir naciones?

Tal vez en alguna de ellas este su Amo, su creador, oculto del enemigo esperando a ser encontrado y así poder someter aquellos quienes se atrevieron a sacarlo de sus dominios.

Pero... ¿Eso significa que está débil?

¿Acaso Ainz Ooal Gown no puede defenderse?

¡No! Ese pensamiento es una blasfemia, él... Momonga conocido en la actualidad como Ainz Ooal Gown era y es el Hechicero más poderoso sobre la faz de la mundo, es un Dios que se a via dignado a pisar la tierra de esos mortales asqueroso que solo osan mirarlo con odio y temor. Siendo este un ser divino ante los ojos de aquellos que lo han aceptado como su Amo, Rey y Salvador.

Pandora suspiro pesadamente dejando caer al mismo tiempo los hombros, había estado pensando y vigilando por tanto tiempo sin ningún resultado que sentía una fatiga mental, su cerebro había estado los últimos cinco días procesando todo tipo de información y teorías sin ningún resultado, que ya se sentía frustrado, ahora ya entendía a Demiurge cuando no podía resolver los planes de su padre.

"Uhm..." llevo aquella mano huesuda a rascar su mentón, pensativo esperando qué tal vez por un milagro del cielo o del infierno le llegará una repuesta a su tormento.

Y en ese entonces la tierra vibró.

--II--II--

Las calles de E-Rantel llenas de vida, transeúntes paseando por el lugar buscando un lugar para descansar, comer o solo pasar el Tiempo, comprar algunas cosas o ir directo a casa.

Risas, juegos, platicas e incluso cantos, gente que está feliz con su vida por primera vez.

Pero... bajos sus pies se mecio la tierra, crujio y vibró como un ronroneo de algún ser moviéndose de bajo de ellos buscando salir.

Varios habitantes miraron al suelo, vieron sus pies y sintieron ese ronroneo bajo sus calzados, sintieron la piedra moverse y al mundo detenerse.

El rugido se hizo cada vez más fuerte, las estructuras temblaron, se mecieron y las cosas cayeron, los vidrios explotaron, los gritos no se hicieron esperar y tanto en la tierra como el cielo se llenó de pánico.

La tierra se movio.

Las tropas habían sido desplegadas, los caballeros de la muerte que estaba bajo el mando de Pandora salieron en ayuda a evacuar a cada habitante de la ciudad junto con los soldados, los aventureros comenzaron la búsqueda de algún herido y los guardianes (Mare en especial) comenzaron con la búsqueda del epicentro.

--II--II--

Después de aquella explosión no sabía que fue lo que ocurrió, todo se había vuelto blanco y después negro, inconscientemente podía escuchar una risa sórdida, burlona que venía de todos lados y de ninguno a la vez. Era extraña, era lejana y cercana.

Lo has hecho

Le decía una una y otra vez.

Lo has hecho, ¿que me darás?

¿A caso le estaba exigiendo algo?

No, él no le daría nada.

"¿Que es lo que me darás tú a mí? ¿Acaso piensas que te dejare vivir?, matarte será tan sencillo como el conquistar una nación. Ya has visto solo una porción de mi poder. Entrégate a mi, conviértete en mi subordinado, en mi perro y verás tierras desconocidas, verás las naciones que se doblegaron ante mi y verás el como le daré un propósito a tu miserable existencia."

Trato de ver a su alrededor pero todo era oscuro, una oscuridad tan densa que le era imposible ver sus propias manos. Era como si se hubiese fundido con la misma oscuridad, con el vacío y la... soledad.

Sentía soledad.

Escucho pasos venir a él, un juego de patas se movían a su alrededor como un depredador vigilando a su presa.

Había algo delante de él.

Ainz extendió su mano en dirección a lo que le estuviese vigilando, esperando una respuesta.

Se sintió rodeado de nuevo, aquellos miles de ojos se hicieron visibles de nuevo, bocas con afilados dientes sonreía y reían si parar, delante suyo un perro sonrió de manera extraña e imposible para un animal.

Las fauses del animal se abrieron, tomándolo por sorpresa, sintió que era tragado de nuevo.