No encontré a Yoongi y no volví a saber de él durante tres días.
Tres largos días de citas y facciones arremolinadas de emociones queriendo caber en un pequeño frasco de indiferencia.
Yo ya no podía, mi madre guardaba un montón de comentarios venenosos y atosigantes cargados de más y más presión en mis hombros, iba a casa de Yoongi a cocinar algo para Hoseok y quedarme con él después del instituto, volvía a casa para ir a una nueva cita o lo que sea con Namjoon, llegando a tiempo para hacer dormir a Jihyun. Yo no estaba durmiendo ni comiendo adecuadamente solo porque carecía de tiempo, también por todos esos diferentes factores que me perseguían. Me sentía tan cansado que a veces solo me quedaba el sentimiento de que había un sueño inalcanzable por lo que todo este esfuerzo valía la pena.
Pensaba en Yoongi, en estar con él, en nuestro propio mundo feliz.
Me mantuve así hasta el martes, cuando lo vi, y supe que quizá él ya estaba en su propio mundo feliz, uno construido a base de impaciencia y vicios difíciles de escapar.
Sus ojos no me veían; yo estaba acariciando el cabello de Hoseok que después de varios intentos había podido dormiste, teniendo que calmar uno de sus infinitos ataques de pánico. En una hora debía volver a casa, así que seguí con la mirada todos y cada uno de los movimientos que Yoongi hacía. Cambió su ropa, supe que se dio una ducha rápida a juzgar por el sonido del agua desde donde estaba, luego, ya aseado, se sentó junto a mí. Puse mi dedo cerca de mis labios indicando silencio y él habló entre susurros, por primera vez.
—Lamento haberte dejado solo.
Asentí.
Su rostro lucía demacrado, en sus brazos habían marcas de agujas, pálido como un enfermo de gravedad, con las mejillas ahuecadas, podía incluso asegurar con firmeza que se encontraba más delgado que la última vez que lo vi pero aquella afirmación no era más que incierta. Sin embargo, a pesar de lo que su apariencia destacaba, seguía manteniendo un semblante duro que expulsaba cualquier muestra de debilidad.
—Estaba preocupado... Te busqué. Llovía tanto que terminé en un lugar desconocido aferrándome al miedo de haberte perdido.
—Estaba bien. —él respondió.
—No lo estabas ni lo estás, y créeme, tuve que poner demasiada fuerza de voluntad para seguir en pie sabiendo eso. Estoy confuso, me gustaría preguntar a dónde te fuiste, pero aún si la curiosidad me está matando, no quiero saber. —mi voz se rompió un poco al final de la última oración.
Y aún si quise recomponerme, salió de aquella misma forma mientras seguía hablando después.
—Prefiero hacerme el idiota e ignorar que pese a la preocupación que sabías que existía en mí no dudaste en aceptar algo que podría acabar con tu vida ni siquiera solo a largo plazo, ignorar que posiblemente te quedaste ahí consumiendo cosas pesadas que tú mismo sabías que no podrías controlar, e ignorar que posiblemente ante los efectos y la euforia que aquello pudo ocacionar besaste, tocaste y tuviste sexo con personas desconocidas.
Yoongi bajó la mirada mientras yo me mantenía en un punto dentro de la fina línea que separaba mi paciencia.
Yo podía aguantarlo.
Incliné mi cabeza hacia su cuerpo, apoyándome en él. —Estaba intentando ayudarte y lo único que hiciste fue hundirte más profundo en algo de lo que ni siquiera yo te podré sacar.
Él guardó el silencio que pareció prudente en ese momento, y proseguí:
—¿Pensaste en mí cuando inyectabas esa cosa en tu brazo?
No respondió.
—Esto no es importante, seguiremos con lo nuestro. —fue todo lo que dijo después de varios segundos.
—Mi madre me vio ese día —le ignoré, relatando cosas y viendo hacia algún punto de la habitación que carecía de mayor importancia—. Llegué a casa llorando y herido, y probablemente muriendo de frío. Me dejó entrar. Comenzó diciendo que si esto era lo que quería porque sabía que había sido por ti. De alguna manera lo sospechó. Perdí la cuenta de cuántas veces me dijo que lucía patético. Decía que era por mi bien entender que incluso estar con alguien que no amaba me iba a llevar a un mejor camino que permanecer contigo. Y lo pensé. Lo pensé mucho mientras dormía, o mientras cortabas mis llamadas. Lo pensé mientras iba a cuidar de Hoseok mientras su voz me decía que dejara de llorar, con ojos preocupados.
Cerré los ojos cuando sus manos tocaron mi cabello.
—Pensaste el hecho de dejarme. —aseguró.
—Lo hice. Namjoon me ofreció conocernos más para después irme a vivir con él, no es un mal tipo —sentí, o supuse, que el ceño de Yoongi estaba completamente fruncido después de eso—. El ritmo de vida que estoy llevando terminará matándome.
—Solo descansa.
—Aún si quisiera no puedo; Papá viene a casa hoy y Namjoon va a conocerlo.
Y somnoliento pedí, entre pequeños suspiros silenciosos, que las caricias que estaba haciendo en mi cabello no se detuvieran.
—Tengo que cuidar de ti.... chico malo.
—Estás débil, Jimin, pálido y ojeroso. No quiero verte así nunca más. Deja de preocuparte por una gran mierda como yo y dedícate a arreglarte a ti mismo —respondió, y su voz se mantuvo autoritaria de principio a fin—. Aún si estoy jodido sé arrastrarme solo y arreglármelas por mi cuenta.
—No quiero que mueras por una sobredosis.
Él se alejó un poco, intenté verle directamente, y me quedó viendo como si fuese un niño pidiéndole algo imposible de comprar. —Sé sobrevivir.
—No me gusta pensar que estás perdiendo de vista quién eres, Yoongi. Esto es grande, es horrible. Sé que jamás lo he sentido pero estoy seguro de que te atrapa hasta que olvidas lo que se sentía ser feliz de verdad.
Estaba muy cansado, así que a veces bostezaba pequeñamente.
—¿Vas a olvidarte cómo se siente cuando estamos juntos?
—imposible. —dijo.
Frío, alejado. Min Yoongi era otro.
• • •
Papá conoció a Namjoon, y hablaron mucho tiempo sobre cosas monótonas mientras yo jugaba con Jihyun cerca de la alfombra.
Hoseok me había enviado un mensaje desde el teléfono de Yoongi diciendo que se había drogado otra vez. Era algo desconocido ante sus ojos; nombró algo sobre que no podía permanecer mucho de pie y que parecía ido. Le mensajee de vuelta diciendo que no podía ir y que intentara estar lejos de él porque no sabía si era capaz de ponerse violento.
Esa noche tuve que dormir en la misma cama con Namjoon para complacer a mi madre, y él me vio tomando una pastilla para dormir. Justo cuando iba a depositar otra sobre mi palma, quitó de mis manos el sobre y palmeó el colchón dándose media vuelta. Suspiré, porque quería dormir por primera vez en mucho tiempo algo más que solo tres horas. No sabía si aquel plan ignorante funcionaría, pero a estas alturas, me veía incapaz de controlarlo.
—Tu madre me comentó sobre Yoongi —Namjoon soltó de repente. Aún si se mantenía a una distancia prudente y sin verme a la cara, pensé que quizá esto le importaba un poco—. Y creo que estás tirando a la basura tu vida ayudando y preocupándote por personas que nunca te lo van a agradecer, ni aprenderán siquiera.
—Tú no estás seguro sobre eso. —contesté.
—Pero tú sí.
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DRAMA KING. ➸yoonmin
Fanfiction❝ Min Yoongi me ama con cada latido de su corazón de c̶o̶c̶a̶í̶n̶a̶.❞ ⓘ cr: @binnieblush; tengo su permiso para realizar esta a̷d̷a̷p̷t̷a̷c̷i̷ó̷n̷ ̷♡ ⓘ prohibida la copia, hay cambios creados por mí para que los personajes encajen en esta versión.