No pregunté sobre el texto, de hecho, no dije ni una palabra en ningún momento, solo me acerqué a Yoongi y comencé a dejar besos en su cuello esperando que eso lo relajara de alguna forma. Lo hacía, lo calmaba, movía incluso su cabeza un poco hacia el costado para darme más espacio y poder hacerlo con menos dificultad. Estaba sentado a su lado con mi rostro escondido en su cuello; olía como a hospital mezclado con perfume, supuse que se debía al tiempo que él pasaba allí, o quizá era el olor de las drogas que consumía, no podía asegurar nada. Se quiso levantar después de un rato y lo detuve, puse mi mano en su camiseta, tirando de ella, impidiéndole de forma suave que pudiese seguir su camino.
-¿A dónde vas? -le pregunté.
-¿A drogarme tal vez? -contestó como si fuese una estupidez.
Mis piernas temblaron un poco igual que mis manos, no por el frío, muy a pesar de que estuviese helado y sin nada abrigador encima, había temblado porque realmente me gustaba el Yoongi que tenía ahora enfrente y no tenía ánimos para manejar a otro.
Sus ojos tenían un poco de preocupación inyectada en ellos. Fue hasta su armario, sacó un grueso suéter de lana de un gris opaco y lo lanzó hacia el costado de la cama que ahora estaba vacío. -Póntelo, tienes frío.
-Yo no-
-¿Tú no qué?
Suspiré, quería decirle lo que pensaba pero sentía temor a su reacción. Estaba tan cansado de estar asustado por todo cuando se trataba de él, así que solo me levanté de donde estaba y tomé su mano, tirando de ella de vuelta hacia su cama. -Quedémonos aquí, ¿sí? Quédate conmigo, no tienes que ir. Por favor.
Para mi sorpresa, su rostro se suavizó conjunto sus facciones lo hacían y simplemente asintió. Pero no se movió un milímetro, no hizo nada, se quedó ahí, embobado en mí como si yo fuese algo tan maravilloso como para mantener los ojos sobre ello un buen rato. El único movimiento que hizo fue cuando su mano se acercó hasta la parte de atrás de mi cabeza, acariciando mi nuca y arrastrándome un poco más cerca de su rostro, besándome con profundidad justo cuando nuestros labios se rozaron, tan delicadamente como nunca antes había sucedido entre nosotros.
Esto era nuevo, era demasiado nuevo. Yoongi y yo jamás habíamos tenido algo como esto, no antes, no de esta forma tan dulce. Tuve la necesidad, en medio del beso y de sus labios marcando un compás latente sobre los míos, de poner mis manos en su pecho, apretando un poco de su camiseta entre ellas. Mi corazón latía desbocado.
Me sentía estúpido, tan estúpido que incluso quería separarme solo porque esto era muchísimo para mí.
Yo no lo merecía, no la forma en la que esto se sentía. Tan bien, tan bueno. Como si quisiera ser parte de ello toda mi jodida vida.
Cuando nos separamos, miré el rostro de Yoongi en espera de que él estuviese de la misma forma en la que yo lo estaba, pero solo vi su labio siendo mordisqueado junto a sus sentimientos igual de ocultos que siempre. Me dolió, sí, pero no fue por mucho hasta que juntó nuestras frentes de una forma tan cursi como no imaginé haciéndolo con nadie. Ni a mí ni a él. Yo no nos veía a ninguno de los dos en una situación como esta.
-Eso fue adorable. -comentó.
-¿Adorable?
-Sí. ¿Esperabas que dijera algo más que eso?
No supe si eso era en realidad lo que quería, así que solo me quedé callado.
-No hay palabras que expliquen lo jodidamente bien que eso se sintió para mí, Jiminie. -continuó en un susurro.
Sonreí casi de forma instantánea, no había esperado eso. Yo no había esperado nada de lo que estaba pasando, y estaba tan feliz, tanto, que se sentía como si nada pudiese hacer que ese sentimiento se esfumara. Él parecía notarlo. Volví a esconder mi rostro en su cuello antes de que nos recostáramos en su cama. Impresionantemente, no ocurrió nada sexual después de eso.
Y es la primera vez que logré conseguir amor de alguien sin tener que ofrecer mi cuerpo a cambio.
Solo estábamos ahí, mi cabeza sobre su pecho mientras su mano trazaba una línea imaginaria en mi espalda. Mis ojos se cerraban ante su voz, me tranquilizaba escucharlo hablar. Era increíble todo lo que había sacado de Yoongi en ese momento.
Pero, de alguna forma, algo dentro de mí sabía que eso no iba a durar por mucho que quisiera que lo hiciese.
• • •
Ya a las seis debía irme hacia el hospital, así que ahora estaba acomodando el suéter que anteriormente Yoongi me había tirado pero que no me había puesto. Me quedaba cómodamente suelto, era acogedor. Él permitió que me lo llevase; hice una pequeña risita nerviosa porque ya tenía dos prendas de él conmigo.
-¿Quieres que te lleve al hospital? -me preguntó minutos después.
Yo solo negué con la cabeza, no quería ser una molestia. Lo entendió a pesar de que fue insistente por un rato. No nos besamos como despedida, no nos dijimos "te quiero" o algo más cursi que eso, solo nos miramos, con un silencio congelado que nos hizo a ambos sonreír.
Para mí, eso decía más que cualquier otra cosa.
Cuando me fui y sentí la puerta cerrarse detrás mío, pasé de estar feliz a llenar mi cabeza de pensamientos realistas, o más bien, llenos de pesimismo que se camuflaban sobre el nombre de ser la realidad. Caminé para poder llegar hacia alguna cuadra y parar un taxi, mientras lo hacía, iba meditando sobre lo que sucedió.
«Esto no había cambiado nada, nunca lo hace. Nada de lo que yo haga o de lo que él haga cambia algo en la manera en la que nos comportamos. Yoongi iba a seguir drogándose, iba a seguir siendo un hijo de puta la mitad del tiempo, iba a seguir acostándose con todo el mundo».
Estuve a punto de darle la razón a ese pensamiento cuando me di cuenta de que yo sí me sentía diferente. De algún modo yo iba a poder follar con mil chicos más todo el tiempo, pero este tipo de sentimiento que se me fue entregado hoy no iba a poder reemplazarlo con nada. Probablemente iba a intentar llenar el hueco que va a dejar para no volver a sentirlo, era seguro. Sabía de algún modo que eso solo había ocurrido conmigo.
Yoongi dijo que lo que sintió fue adorable, él dijo muchas cosas, pero tenía la seguridad de que aquello iba a olvidársele tan rápido como si se tratase de cualquier cosa, sin embargo, sé que por más duro que lo intente yo no iba a olvidar lo que pasó hoy.
Paré de caminar cuando sentí que pude entender el texto escrito en su pared.
«Él nunca va a dejar de ser el niño azul y yo nunca voy a dejar de amar lo que es».
Estaba tan jodido.
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DRAMA KING. ➸yoonmin
Fiksi Penggemar❝ Min Yoongi me ama con cada latido de su corazón de c̶o̶c̶a̶í̶n̶a̶.❞ ⓘ cr: @binnieblush; tengo su permiso para realizar esta a̷d̷a̷p̷t̷a̷c̷i̷ó̷n̷ ̷♡ ⓘ prohibida la copia, hay cambios creados por mí para que los personajes encajen en esta versión.