Capítulo 34: Marrón

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El viaje no fue largo en absoluto. Como dije, fue tan corto como pudieron ser unos minutos, en los que el silencio atravesó cada lugar de aquel pequeño espacio. 

Recuerdo que la mirada de Taehyung se dirigía a mí de vez en cuando. Y entonces me di cuenta, cuando se estacionó justo enfrente de la gran casa de mis padres, que no iba a poder salir de ese auto tan fácilmente.

Su mano tocó mi pierna antes de que sus labios siquiera se curvaran a decir—: ¿Se repetirá alguna vez lo que pasó la tarde anterior? 

—¿Hablas del sexo? No lo creo, no si quieres que Yoongi te dé una paliza.

Intentó seguir subiendo su mano, y sonreí. Joder, ¿realmente este tipo estaba tan embelesado con mi cuerpo?

—Jimin, no tienes idea de cómo me tienes. Yo no busco sentimientos, no busco absolutamente nada de por medio, solo un polvo, o tal vez dos. 

—He oído eso unas… no lo sé, ¿mil veces? Y me importa una mierda, ¿está bien? Yo ya tengo a mi chico malo y no necesito otro más. Solo déjame bajar que quiero ir a buscar mis cosas. 

Se rió. Pegó una fuerte carcajada sonora como si estuviese oyendo el más gracioso de los chistes. Vi cómo su cabeza golpeó el cojín del asiento y me alejé un poco porque el repentino ruido de su risa me ensordeció unos instantes.

—No sé qué es lo que crees que esto es, pero no estamos en una puta película, y tú y él no van a tener un final feliz. Yoongi es un jodido adicto, ¿entiendes? Está muriéndose, igual que yo, supongo, aunque no estoy tan hundido. Además, el hecho de que esté como un estúpido perro baboso detrás de ti demuestra que está aún peor. 

—No, demuestra que puede ser ayudado. Yo lo voy a sacar de todo esto, creo que puedo hacerlo, y si no, voy a intentarlo.

—¿Por qué estás defendiéndolo tanto? Que nosotros dos follemos no significará nada con todas las personas que él se ha follado estos días. Es patético. 

—Yo también lo hacía, así que soy el doble de patético entonces. No me interesa cuántas personas sus manos hayan tocado, o labios hayan besado, cuando sé que al final del día en lo único que piensa es en mi jodida cara. Así que deja de molestarme, no voy a follar cont...

Y bueno, ahí, en ese mismo cuadro, justo cuando mi propio autocontrol resbalaba de mis labios con aquellas sencillas y marcadas palabras, él me besó.

No lo separé, no hice nada. No porque no supiera lo que hacía ni porque esto me estuviera gustando, sino por el hecho de que sabía que si no lo dejaba esto no iba a parar.

No pude evitar pensar en Yoongi mientras mis ojos se abrían luego de haberse cerrado ante la sorpresa. 

Taehyung quería ir más profundo, pero yo no, así que justo cuando subió su mano hasta mi entrepierna, yo simplemente me alejé apoyando mi cabeza en el vidrio. El acto fue rápido antes de que sintiera un ruido ajeno a aquel automóvil.

Justo en ese momento inesperado, yo la vi, entrando a casa, con ojeras marcadas y, probablemente, sin echar un solo vistazo ante la presencia de nosotros. Quizá fue el destino o mera coincidencia que justamente aquello me hiciera querer echar un vistazo, porque de haber sido de otra forma, jamás habría visto siquiera una pequeña parte de eso. También vi, incluso ante mi sorpresa, la pequeña silueta de mi hermano esperándola en el umbral de la puerta. Ella estuvo a punto de entrar cuando lo vio de igual forma, cargándolo en brazos. Jihyun se rió, formando una gran sonrisa en sus labios, haciendo que mi madre lo hiciera también.

Sentí pena y asco por mí mismo; no creo que alguien lo entienda alguna vez. Es ese momento cuando tienes tantas pequeñas piezas encajadas en tu rompecabezas pero una no cuadra, una no entra, una es la que parece que no está diseñada para estar en ese lugar, allí es justamente cuando abres los ojos solo para enterarte de que esa pieza eras tú.

DRAMA KING. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora