Capítulo 35: Verde agua

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La tarde del día siguiente Yoongi me llevó a un bar poco conocido al centro de la ciudad. Yo estaba usando su ropa. Parecía un pequeño niño a su lado, y, justo cuando entramos a ese lugar, me sentí de esa manera.

Mi propósito ese día era ir a ver a Jihyun antes de que mamá se lo llevara a comer o cosas por el estilo, como estaba haciendo últimamente. Solo esperaba que estuviese dándole su medicina como correspondía. Iría a echar un pequeño vistazo, asegurarme que todo estuviera bien. Sin embargo, dejando de lado todos aquellos planes, yo estaba aferrado al brazo de Yoongi mientras caminábamos por ese lugar, sentándonos en una mesa apartada porque, al parecer, también tenía algo de restaurante. 

Era triste a decir verdad, aquel sitio ni tan pequeño ni tan grande estaba cubierto por una densa capa de humo brumoso de los cigarrillos que una pandilla de hombres robustos estaba fumándose al fondo a pesar del gran letrero en la puerta que indicaba que estaba prohibido hacerlo dentro. Y, las meseras, eran chicas jóvenes vestidas con atuendos pequeños, mucho maquillaje, más tacones altos para acentuar en su mayoría sus largas piernas.

Yoongi miró a una solo cuando ella se acercó a preguntar si queríamos ordenar algo. La chica ni siquiera fue coqueta o algo por el estilo, solo fue cortés; agradecí eso, mi inseguridad probablemente me hubiese hecho pensar cosas que no debería. Yoongi me preguntó si quería algo de comer; negué, pedí un vaso de jugo, tenía hambre pero realmente no me apetecía comer en ese lugar. Él, sin embargo, no pareció contento con mi respuesta y le dijo a la camarera que trajera un sándwich para cada uno, más el jugo y una cerveza para él, obviamente.

Daba pena el aura que las adolescentes ahí poseían. Sus rostros empolvados en maquillaje sonreían apenas con los ojos decaídos y ojeras intentando ser ocultadas. Me preguntaba qué clase de vida de mierda tendría cada una de ellas. 

No hablé mucho con Yoongi porque él no estaba de humor. A veces tomaba mi cintura y me apegaba a él cuando sus celos salían a relucir como si alguien fuese a fijarse en mí. Estaba loco. Mis curiosos ojos fueron de cabeza en cabeza por el lugar hasta que nuestro pedido llegó diez o quince minutos después.

Unos hombres se detuvieron a hablar con Yoongi y, de repente, me sentí ajeno a la conversación, así que me alejé unos puestos hacia el lado para dejar que él tuviera su espacio con ellos; no me sentía a gusto. El pan cubierto de queso, carne y demasías, yacía sobre el plato llamándome a que le tocase siquiera; con el tenedor lo picoteaba pero no quería comerlo. Escuchaba un poco de la conversación a mi lado sin quererlo, o tal vez sí. Hablaban sobre sus novias o algo así. Le preguntaron a Yoongi sobre eso pero él solo negó, mirando hacia mi dirección, mientras yo tenía la mirada baja ignorando el hecho de que lo estaba haciendo. 

No me dolió que nos haya negado. No me dolió que luego comenzaran a hablar sobre Jiyeon y, definitivamente, no me dolió que aquellas personas comenzaran a relatar historias sobre los momentos vividos de Yoongi y Jiyeon en aquel bar: cómo ella era el alma de la fiesta y cómo él fue un idiota por haberla dejado ir. 

Yoongi asintió como si estuviera de acuerdo con eso. 

Yo definitivamente no estaba ni siquiera un poco disgustado.

Me levanté sin darle explicaciones y él me cedió el espacio para avanzar sin preguntarme tampoco. Se rió y pidió otra cerveza; era Yoongi, ¿qué clase de reacción iba a esperar de él? Fui al baño, quizá a lavarme la cara, o era probablemente una excusa para escapar de eso.

Y aquí es cuando comienzo a escarbar en mis recuerdos hasta el punto en el que llego a esto: ese baño.

Mi mirada fue primero hacia la figura femenina de una adolecente unos años menor que yo. ¿Cuántos tenía siquiera? ¿doce, trece? Ella se me quedó mirando pero rápidamente apartó la mirada. No estaba llorando, ni estaba vomitando ni haciendo ningún otro tipo de cosa que me hiciera pensar que ella estaba en un grave problema. Pero, sí estaba vestida como una de esas camareras de allá afuera: con un apretado vestido más un pequeño delantal remarcando curvas que no tenía, porque aún no estaban formadas lo suficiente, y maquillaje corrido por su propio intento de quitarlo.

DRAMA KING. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora