Capítulo 16: Cajón sin fondo

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Pasé el resto de la tarde con Jihyun, de hecho, tuve que pedir un poco más de tiempo en cuanto finalizó el horario de visitas, porque a pesar de todo esto que él ha tenido que vivir y de lo fuerte que lo ha hecho, no deja de ser un niño. Solo lloró durante minutos diciéndome que quería que yo me quedara con él. Recuerdo la forma en la que su rostro se entristeció cuando mi silueta salió por la puerta; su mirada se mantiene en mí, aún en la tenue luz de mi cuarto, yo sigo recordándolo.

Mi teléfono suena a altas horas de la madrugada. No podía dormir, me daba vueltas por mi cama mirando el techo o a la televisión que realmente no tenía nada que llamara mi atención lo suficiente. Debí sorprenderme cuando vi que Yoongi era el que estaba llamando, pero no lo hice, me encogí de hombros y contesté. Con todo lo que había ocurrido y el aura deprimida que tenía gracias a la visita que le hice a mi hermano en el hospital, no hizo más que ocupar gran parte de mi cabeza dejando lo de Yoongi fuera.

Un nudo se creó en mi garganta con la duda de porqué el mundo siempre tenía la necesidad de recordármelo.

—¿Hola?

—Tú, maldito... Todo es tu culpa. —responde él rápidamente sonando molesto, irritado.

Frunzo el ceño con completo desconcierto. —¿Uh? ¿Qué? No entiendo de qué estás hablando. ¿Estás borracho o algo?

—Yo... estoy jodidamente drogado e iba a follar con un chico. ¡Estaba a punto de coger con él! Quería hacerlo, juro que quería, yo…

Su voz está temblando, y no hablo de un temblor pequeño, las palabras se tropiezan unas con las otras y estoy preocupándome. Mucho.

—No, en realidad no quería, y eso es lo extraño —continúa—. Estábamos a punto pero no podía dejar de pensar en ti. ¡No podía borrar tu maldita cara de mi cabeza! 

Me congelé durante un rato prolongado. Yoongi seguía balbuceando cosas.

Sonreí sin razón aparente; me sentí una mierda por hacerlo mientras él se encontraba en ese estado de euforia. —Shhh, no hablemos sobre esto, tranquilo, está bien.

—No, no está bien, no estoy bien. Estoy cansado, no quiero esto. Se supone que tú me tienes que importar una mierda, se supone que todo esto me tiene que importar una mierda.

Hay un silencio. Agacho la mirada porque de alguna forma su comentario me hirió, pero no lo digo. Me sorprende lo mucho que he cambiado durante estas semanas.

—Ni siquiera sé por qué te llamé —añade—, necesitaba a alguien a quién culpar. Me gustaba ser el tipo que follaba y se drogaba hasta perder la razón, me gustaba lo que era antes de que llegaras.

—Sigues siendo ese tipo, Yoongi. Eso no va a cambiar, no ha cambiado, ambos lo sabemos.

—No, cállate, sabes que no es verdad. ¿Tú crees que si alguien más me hubiese dicho "quédate, no vayas" cuando yo iba a drogarme, lo habría hecho? Claro que no Jimin, me habría ido, lo habría dejado. Yo no pongo a nadie por encima de las drogas, a nadie, nunca. Esa mierda me tiene controlado, e incluso aunque yo no quiera tengo que consumir, tengo que hacerlo, no puedo parar. No tienes idea del lío que dejaste en mí cuando te fuiste; no sabía qué hacer, no entendía qué me estaba pasando. ¿Sabes a cuántas personas me he follado desde que nos conocimos? ¡Dos personas! Y ni siquiera lo malditamente disfruté.

Lo único de todo esto que me tenía fascinado era la forma en la que él estaba actuando; me estaba mostrando una parte de sí que yo no conocía, estaba siendo humano, explicando sus miedos, su pensamientos. La verdad es que no me parece el hecho de que le asuste tanto cambiar, no lo hace. Yo lo haría si pudiera, pero no es tan fácil como llegar y decirlo. Me aferro a mis rodillas con uno de mis brazos y con la otra mano sostengo el celular; tengo uno de los suéteres de Yoongi puestos, me queda grande, me río de eso y se lo digo, mientras que conscientemente ignoro lo que dijo antes.

—Estoy usando un suéter tuyo.

Mi voz es dulce, tranquila, porque solo estoy intentando calmarlo, y eso es justamente lo que hace, su respiración acelerada poco a poco termina por ser una suave que apenas puede ser oída.

—Tu personalidad es un asco, no puedo creer que tengas ese poder sobre mí. ¿Cómo puede ser que ahora mismo solo pueda pensar en tu cuerpo con mi ropa?

—Yo pienso que eres lindo, Yoongi. 

—Agh, apestas. —bufó de forma graciosa.

Nunca lo había escuchado con ese tono de voz que usó durante toda la llamada. Ese tono infantil en su voz me sorprendía. 

—Eso no es verdad y lo sabes. No lo hago. —sonrío con autosuficiencia.

—Apesta que no apestes, en serio. 

—¿Te sientes mejor ahora?

—No lo sé…

Paró unos segundos, creó una pausa; yo no podía estar más ansioso de lo que ya lo estaba. Me encontraba sonrojado, lo sabía, mi rostro se sentía caliente. Su voz en mi oído solo me hacía peor, me agradaba saber que no estaba aquí para verme hecho un desastre.

—¿Me odiarás mañana si actúo como si nada de esto hubiese pasado? 

No le respondí. Quise hacerlo, pero me llenaba de una angustia gigante la pregunta de qué pasaría mañana, cuando volvamos a ser los mismos y no esto que somos ahora; por más que lo detestara, por más que no quisiera eso, no podía evitar que ocurriera.

—¿Va a cambiar algo que te diga que sí? —cuestioné después de unos segundos.

—Lo dudo. 

—Entonces no interesa. Tú puedes volver a cogerte a chicos bonitos y actuar como si nada de esto hubiese ocurrido, sin temor a nada.

Chasqueó su lengua, mi respuesta no le agradó. Estoy seguro de que haber cambiado mi tono a uno más frívolo fue lo que causó esta repentina irritación en su voz.

—Voy a querer morir cada vez que Jungkook o cualquier otro te esté tocando, por Dios. 

—Aguántate así como yo tengo que aguantarme que estés con personas mil veces mejores que yo, haciéndome sentir más miserable de lo que ya soy.

Rasgué mis ojos, bostecé levemente mientras lo hacía, él lo escuchó porque soltó algo como "aw" sin que se diese cuenta de que lo había hecho.

—No son mejores que tú, Jiminie...

Mordí mi labio con nerviosismo, maldición, él me hacía querer gritar y sonreír como un estúpido enamorado. Mis mejillas se sentían como si fuesen a explotar en cualquier momento, yo nunca había estado así por alguien.

—Eres la primera persona que pienso cuando mi cerebro está jodido. —concluyó.

El aire se quedó atascado en mi garganta y, de repente, mi pecho dolía. —Cállate.

—Deja de hacer eso, no voy a callarme, no voy a dejar de decir todo esto solo porque tú no puedes controlar cómo te estás sintiendo. 

Guardo silencio por un momento solo para decir—: Apestas.

—Eso no es verdad y lo sabes. No lo hago. —con voz burlesca y en un tono irónico me imitó.

Seguimos la conversación después de eso. Mientras lo hacíamos, todo me hacía pensar y llegar a la conclusión de que Yoongi es verdaderamente un ser humano increíble, en su mente hay tantas cosas y todo el tiempo puede sorprenderte con algo.

Para poder descubrirlo todo, sé que tengo que lanzarme. Arriesgarme. Porque sé que no hay forma de que logre comprenderlo completamente si no lo hago.

Y esa es la pregunta: ¿debería? 










DRAMA KING. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora