Hablé con Yoongi durante las siguientes semanas. Él me había tomado cariño, pero no el suficiente. Nuestras conversaciones eran amenas y nuestros silencios cómodos. Su manía por tocar mi cabello se había convertido en algo normal entre nosotros, también el poner su mano en mi rodilla o mi pierna. Le he sacado un par de sonrisas; es bonito verlo reír aunque sea unos segundos.
Habíamos logrado muchas cosas, o bueno, yo había logrado muchas cosas. Por eso me asusté cuando me di cuenta de que algo estaba haciendo que esto no se diera correctamente. Fue un jueves cuando Yoongi decidió ignorarme el día entero, mientras que yo, cansado, dejé de intentar.
Me había hecho de fuerza por hablarle cuando vi que estaba con una chica. Lo saludé y de paso la saludé a ella; me sonrió y se presentó diciendo que su nombre era Sooyeon, fue muy educada, sin embargo no recibí respuesta de Yoongi. Encogiéndome de hombros me fui de allí, yo no iba a rogarle a nadie por un poco de atención.
Me pasé todo ese día con Jungkook, pero mi mirada estaba permanentemente puesta en Yoongi. Él también tenía sus ojos puestos en los míos. Cuando Jungkook me tocaba o me besaba, e incluso cuando un color rosa se esparcía en mis mejillas a la par que él decía cosas tiernas, yo no ocultaba mi felicidad al ver el esfuerzo que hacía Yoongi por no demostrar que esto le estaba molestando. Quizá no tanto, pero lo estaba. Esta era mi pequeña venganza por haberme estado evitando todo el maldito día.
No, no estoy enojado, solo es mi ego que está algo dañado más de lo que ya lo está comúnmente.
Cuando el día termina y siento que una mano me jala hacia atrás, no tengo que ser un genio para adivinar que se trata de Yoongi. Él, con su ceño fruncido y ojeras notorias; yo, con ojos cansados más estos nuevos moretes alrededor de mi brazo que hacen su agarre más doloroso. Sonrío torpemente de costado ante su enojo, es lindo.
—Yoongi, ya te extrañaba.
—¿Y qué es precisamente lo que extrañabas? Porque te vi demasiado ocupado con Jungkook como para pensar en mí en algún momento, ¿no te parece?
Su voz se estaba elevando demasiado, y él mismo fue capaz de darse cuenta. Llevé mi mano hasta su rostro y lo acaricié, porque no me gustaba que estuviese tan alterado, después de todo la euforia de las drogas que usualmente consumía no eran muy buenas mezcladas con enfado.
—Hey, tranquilo. Tú no me hacías caso, yo estaba aburrido. En mi defensa, todo esto ocurrió por tu culpa.
Intento tomar su brazo pero él se aleja con evidente mal humor. Sin embargo, no me doy por vencido, vuelvo a intentarlo siendo insistente, lográndolo esta vez. Hay un silencio como el que comúnmente se formaba entre ambos, y luego, cuando encontramos un lugar donde sentarnos, me apoyo al metal de la banca balanceando mis pies con una pequeña sonrisa en mi rostro.
—¿No tienes que ir a ver a tu hermano hoy?
—No, mañana es día de visita.
Lo miro y él me mira, saca un cigarrillo de su bolsillo y me ofrece uno pero yo niego.
Le había contado lo de Jihyun, lo que era extraño, nadie más que Hyerin lo sabía. Sin embargo pude soltar todo con Yoongi, pude decirle lo que en verdad pasaba y lo mucho que me atormentaba saber que mi hermano era una bomba de tiempo. Él lo entendió, calló, me abrazó. Fue lindo en el momento. Me confesó que me había visto muchísimas veces antes en el hospital y que quería ir un día junto a mí para conocer a Jihyun; no iba a negarle ese lindo gesto de su parte.
—¿Él está bien? —tomó un encendedor y prendió su cigarrillo.
Asentí con la cabeza, aunque no estaba seguro de si "bien" era la palabra con la que debía describirlo. Jihyun extrañaba mucho a mis padres. Yo lamentaba que lo hiciera pero solo es un niño, él también necesita de ellos. Me siento con impotencia porque cada vez que les hablo sobre esto, ellos me dicen que verán qué es lo que van a hacer, pero nunca hacen nada, y entonces tengo que soportar a mi hermano llorando y diciendo que siente que no le importa a absolutamente nadie. Si él tuviera algo de conciencia sobre todo lo que significa para mí, yo sé que no diría eso.
Me perdí en todos estos pensamientos antes de sentir la mano de Yoongi en mi rodilla, acariciando con su pulgar suavemente la zona.
—Y tú, ¿cómo estás?
—Bien —apoyo mi cabeza en su hombro. El aroma a tabaco mezclado con perfume me envuelve, es una mezcla extraña, quizá no de mi agrado, pero no puedo hacer nada. Siento que su respiración es pesada, y me está extrañando su comportamiento—. ¿Qué pasa contigo?
—Nada, ¿por qué?
—Estás extraño, como si tuvieses miedo de algo. ¿Es a mí? ¿Por eso estuviste ignorándome todo el día?
Sus labios se fruncen en una línea casi recta, arregla su cabello sentado a mi lado, no dice nada durante unos largos minutos hasta que por fin encuentra las palabras que quería decir.
—No te tengo miedo, Jimin. Le tengo miedo a lo que eres y lo que estás haciendo.
Da una calada al cigarro mientras yo removía mi cabeza un poco de su hombro; seguía confundido, o fingía estarlo. En realidad estaba consciente de lo que él estaba diciendo.
—No hagas esa cara de confusión, tú sabes muy bien de lo que estoy hablando. ¿No me estás usando? ¿No estás haciendo esto porque te encanta jugar con los corazones ajenos? Puede que esté realmente jodido y drogado pero no soy idiota.
—No es así, Yoongi. Solo me pareces interesante.
Suelta una risa sarcástica que me estremece, me intimida de alguna forma. —Quiero que sepas una cosa, Jiminie. Conmigo no vas a poder por más que lo intentes, así que no pierdas tu tiempo. Si lo que querías era romper mi corazón, ¿has intentado romper algo que ya está roto en pedazos demasiado pequeños? Bueno, no lo intentes, porque es imposible.
—Estás roto. —le dije, como una afirmación triste.
Él no tuvo que enviarme una respuesta, solo esperó que alejara mi cara de su hombro; por alguna extraña razón le gustaba que hiciésemos contacto visual. Yo le temía un poco a ello, pensaba que podían revelarse muchos secretos que tenía escondidos gracias a eso.
—Tú también —dijo finalmente—. ¿Crees que no me doy cuenta de que todo este teatro de ego y autosuficiencia es solo una máscara? Los moretones en tus brazos y piernas son producto de ti mismo. No soy como esos chicos que solo quieren follarte, yo sí te entiendo. Creo que hasta sé que solo los usas para sentirte amado, ¿es eso?
Él sonrió de lado cuando vio que mi boca quería formular palabras que no salían. No supe cómo sabía tanto. No había pasado más de algunas semanas en las que nuestra relación había fortalecido confianza, pero no la suficiente para que él supiera tanto sobre eso.
No dije nada porque no tenía nada que decir.
Yoongi besó mi mejilla y se levantó tirando al suelo la colilla de cigarro. Me preguntó si iba a tomar el bus, le dije que sí. Cuando me levanté, él tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. Me resulta difícil saber quién se supone que es ahora, su personalidad cámbiate es todo un rompecabezas. Nunca nos habíamos tomado las manos, así que fue más que una sorpresa para mí. Sentía las mejillas calientes, no sabía a qué se debía, tampoco sabía qué ocurría con el cosquilleo en mis dedos y brazo.
Lo único que sí sabía, es que no indicaba nada bueno.
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DRAMA KING. ➸yoonmin
Fanfiction❝ Min Yoongi me ama con cada latido de su corazón de c̶o̶c̶a̶í̶n̶a̶.❞ ⓘ cr: @binnieblush; tengo su permiso para realizar esta a̷d̷a̷p̷t̷a̷c̷i̷ó̷n̷ ̷♡ ⓘ prohibida la copia, hay cambios creados por mí para que los personajes encajen en esta versión.