Capítulo 53: Namjoon

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Su voz ronca a las cinco de la mañana es todo lo que necesitaba, arrastrando las palabras unas con otras mientras me dice:

—Estoy bien.

Miraba a mi lado, Namjoon estaba durmiendo, de espaldas. Yo lo suponía porque era tarde y solo alguien como yo se quedaba despierto admirando su teléfono esperando una llamada.

Sabía que lo haría, sabía que Yoongi estaría bien, pero, también sabía que eso no era más que una mentira que buscaba camuflarse como verdad para hacerme sentir mejor.

Suspiré, y dije—: Lo estás.

—Deja de preocuparte por mí, Jimin.

—Llamaste porque sabías que lo estaría.

—Llamé porque sabía que el raro iba a contártelo- —se interrumpió a sí mismo de una forma un poco brusca, bajando levemente la voz cuando decidió seguir— Llamé porque quería saber si estabas bien también. 

—No lo creo.

—Me haces sonar egoísta, ¿sabes? —rió.

Y me quedé estático imaginando la forma de sus labios curvándose mientras lo hacía. Porque era su risa, esa pequeña risa con aires de ego que me hacía sentir que estaba flotando. Yo jamás iba a confundirla con ninguna otra.

—Lo volví a hacer. —soltó de repente.

—Lo volviste a hacer, claro —repetí, consciente y a sabiendas de a qué se refería—. Pero ya no me importa.

—¿No?

—No.

—¿Qué hay de "no quiero que mueras por una sobredosis"? —su voz tenía toques de ironía en ella.

—No me importa.

—No te importa.

—Vas a morir y será tu culpa —contesté, despacio, casi reprendiéndole—. Y entonces estaré ahí para quedarme en tu cuarto. Estaré allí para encogerme sobre mí mismo, para llorar. Estaré ahí para ser destruido, envuelto en uno de tus jodidos suéteres con un montón de lágrimas cayendo por mi cara.

—Estás siendo demasiado duro.

Mi corazón se encogió ante el tono que utilizó. Pero no flaquee.

—Es porque no me importa, Yoongi. No me importa si te mueres, no me importa si decides hacer esto. No me importa cuán destrozado estaré, ni me importa la gran cantidad de mierda en la que estoy involucrado solamente para meter la mano en tu infierno y sacarte de él. Porque ya estoy allí, ya estoy sintiéndolo. Estoy lastimado, herido, agrietado, la mierda que sea, estoy todo eso. Ya no me importa.

—Pero me amas.

—Lo hago.

—Y yo te amo también.

—¿Lo haces? 

—Jimin —me nombró con firmeza, y sentí cómo mi mano se humedecía a la par que el teléfono se apretujaba más contra mi oreja—. Te amo. ¿Estás escuchándolo? ¿Estás oyéndome decírtelo? Te amo, joder, lo hago. Me metí en esta mierda, soy un asco, estoy pudriéndome, pero no quiero que te vayas de mi lado cuando lo descubras sin saber que estoy enamorado de ti. Sin saber que te necesito, que pienso en ti. Que no hay un puto día sin que me esté insultando a mí mismo porque pasaste por mi cabeza otra vez. 

Mantuve un respetuoso silencio de segundos.

—¿Por qué es tan difícil para ti dejarlo, Yoongi? —la pregunta fue bajando de volumen como de intensidad a medida que la iba diciendo— Quiero que seas feliz.

—Es tan complicado, es un vicio que no tiene fin si no sabes cuándo pararlo. No sé cómo. Pensé que podía manejarlo- porque te tenía a ti.

Hubo una pequeña pausa en la que nuestras respiraciones se escucharon, entrecortadas.

—Te tenía a ti y eso era suficiente, pero de repente, eso solo llegó hacia mí y se lanzó como una oportunidad. Lo arruiné, Jimin, y lo siento.

—Ya ni siquiera importa —le dije, apretando lo poco que la sábana dejaba al descubierto de mi muslo con mis dedos—. Hablé con Jiyeon, y su hermano hablará conmigo mañana. Así que iniciaré una oferta para que ellos ya no vuelvan a joderte más, entonces juntaré dinero, ahorraré más, te meteré en un centro de rehabilitación- podremos- yo sé-

—No irás con él. —me interrumpió.

—Esto es parte del plan, no puedes negármelo.

—Es peligroso, no voy a dejarte ir solo —su voz carecía cada vez más de ánimos—. Y se termina aquí esta conversación. Porque si tú estás en peligro, esto ya no es un puto plan.

Cortó la llamada.

Y yo apoyé mi cabeza sobre la almohada, casi al instante, soltando un suspiro fuerte. —Voy a hacerlo.

—No. —escuché.

Miré a mi lado y me encontré con los ojos de Namjoon puestos sobre mí.

—Mala idea, Jimin.

—¿Estabas escuchando?

—Lo estaba haciendo. Estás haciéndote la vida mierda —aún ante la oscuridad, sus ojos me parecían con un brillo de severidad dolorosa—. ¿Tu plan de vida es irte a vivir con un drogadicto y llevarlo a rehabilitación? ¿Es así como imaginas tu futuro?

—Mi futuro es con él.

—Tu futuro es dedicarte a ser feliz, no a intentar arreglar a otras personas.

Me alejé levemente con el ceño fruncido. —No tienes idea.

—Y tú tampoco, y siendo tan joven crees que puedes manejar todo esto solo. Tienes las posibilidades de crear una vida estupenda, pero sigues yendo hacia alguien que no es más que un dolor de cabeza. Te conozco hace poco, Jimin, muy poco, pero créeme, cualquiera que escuche tu historia sabría que no estás haciendo lo correcto.

Me estaba enfadando, no sabía por qué.

Quizá porque la realidad chocaba tan repentinamente contra mi rostro y no quería salir de mi mundo creado a base de profecías inciertas.

—¿Quién dijo que hacer lo correcto iba a hacerme feliz? —cuestioné.

—La misma persona que sabe que ir hacia lo que tiene una gran equis roja no es seguro —exhausto Namjoon echó hacia atrás su cabeza,  y me miró por el rabillo del ojo—. Detendrás esto o hablaré con tu madre.

—Tú no harás nada,

—Tengo dinero, ella confía en el dinero, así que puedo decirle lo que quiera y sabrá qué hacer. Así que prefiero que termines con esto limpiamente antes de causar un desastre.

Namjoon seguía serio, como siempre, no cambiaba ninguna facción de su rostro mientras que yo parecía como si fuese a explotar en cualquier instante.

Y lo hice.

—¡No me conoces, deja de jugar a que lo haces! Tú solo eres parte de mi pequeño plan para hacer feliz a mamá, así que deja de actuar como si te preocuparas por mí.

—No me preocupo por ti —él aseguró—. Me preocupo porque veo todo lo que fui en todo lo que estás siendo ahora; un estúpido que cree que tiene el mundo a sus pies. Cuando madures un poco más entenderás que estás equivocado. Él no es tu única opción.

—¿Quién más es mi opción, eh? ¿Tú? No me hagas reír, nunca estaría con alguien como tú.

—¿Por qué? ¿Necesito acaso ser un drogadicto sin futuro para que tus ojos se fijen en mí? No quiero tu atención. No me interesa. Solo estoy dándote un consejo, pero como veo, al final la gente termina ignorando todo lo que oye hasta equivocarse y entonces aprender cuando ya es demasiado tarde —Namjoon se dio media vuelta dándome la espalda—. Esto se acabó. No voy a dejar que alguien se arruine la vida. Tú decides ahora. 












DRAMA KING. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora