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— Vas a decirme—
— Si.. si pero... —
Liam miro confundido a Zain, este parpadea estático.
— Liam, Soy Bipolar — Dice manteniendo su vista perdida.
— Oh.. eso, si— Dejó la carta a un lado atrayendo la mirada de Zain y se veía tan vacía, tan inexpresiva que un escalofrío recorrió su cuerpo.
— Ey pero estarás bien, te llevaré a internar y...—
— ¿Lo sabías ? Claro que lo sabías por eso me metiste a esa estúpida clinica—
Liam Fruncio el ceño a tal repentino acto, pues Zain se había alterado.
— Estarás poco tiempo — Intento ser tranquilo pero Zain parecía molesto, con esas pupilas dilatadas y mirada vacía.
— ¡Eres un hijo de puta!— Grito cómo si lo que hizo Liam fuera lo peor del mundo.
Liam negó al compás de su mirada suave cambiar a la fría, sin brillo y solo color café.
— Cuida tu boca Zain—
— Se de esa enfermedad no estoy estúpido y se que dura años... Mierda es crónica... ¡Toda mi puta vida voy a toma medicamentos!— Grito con molestia dando golpes en el sofa ignorado la amenaza de su novio.
Liam podía notar las venas en el cuello de su moreno marcarse a tal enojo, así que no dudo en detenerlo— Zain...—
— ¡No Liam! — Grito impidiendo que Liam lo tocase.
— ¿Que te pasa? Tranquilo..— Intento de nuevo tocar a el moreno pero este se negó.
—¿Que me pasa? ¡Que tengo una enfermedad sin cura!— Grito de nuevo dando un golpe más fuerte a el sofá.
Entonces Liam recordó lo dicho por el médico "Si Zain no lleva su tratamiento, los episodios aumentarán y ya no serán solo días depresivos, será cambios de humor muy drásticos".
— Otro episodio— Dijo en un suspiro.
Zain lo miro aún molesto.
—¿Episodio? ¿De que hablas?—Pregunta alertado.
— Zain necesito que te sientes—Pide Liam después de que el moreno se colocara de pie.
De un momento a otro la expresión de Zain cambio y ese rostro vacío y molesto había desaparecido, para traer de vuelta el melancólico, con cejas inclinadas a los lados y labio inferior sobre salir.
— Yo... Yo... Liam... Yo soy una mierda— Murmuro por lo bajo.
Fue entonces que Liam noto lo mal que estaba su princesa, que ese chico adorable que cocinaba pastelillos en prisión para el, se había ido solo existía alguien inestable y lo ama, amara cada faceta de Zain.
— Ven aquí, ven aquí princesa— Cuando elevó sus brazos para recibir el cuerpo de su moreno, sintió ese incómodo nudo en su garganta crecer y sus ojos comenzar arder.
Síntomas de un llanto, de un llanto que significa la perdida definitiva de una parte de el, sabe que va a mejorar y que Zain va a cambiar para bien, pero mientras eso sucede, tendrá que saber vivir sin el, al menos un tiempo.
Liam cambio y ya no es el mismo cabeza hueca que solo pensaba con el pene, Liam le a demostrado a su novio que es una buena persona, solo con el. Cambio su forma de mirar la vida, la odia es una hija de puta, pero es divertida, es difícil mantenerse y comer tres veces al día, pero la comida es deliciosa, es horrible tener que pagar renta por un lugar mediocre, pero está libre.
Zain ayudo a Liam a mejorar, a mejorar como bien, es reservado, no habla con muchas personas, es arrogante y muy amargado, pero ya no es tan agresivo, ya no piensa en matar y hacer daño, mantiene su vida con Zain privada, los besos, las caricias, incluso esas tontas historias de princesas que el suele contarle a su moreno.
Por qué esa parte suave y divertida de Liam. Solo la conoce Zain.
Así que estás lágrimas que suelta Liam, son realmente reales, esto le está afectando, le duele, es difícil para el expresar sus sentimientos y más ahora que son unos que no conoce, se siente expuesto, vulnerable.
Y Zain, su Zain.
No está para consolarlo, por qué su princesa adorable que siempre tenía una respuesta para todo y sabía que hacer en cada situación de Liam siendo blando, no está en sus cinco sentidos para ayudarlo, está perdido, sintiendo tristeza, enojo y alegría a la vez.
Ahora es turno de Liam de ayudar a Zain.
— Perdón por ser así, yo te amo... No quiero que cargues con este peso—
Y esas palabras casi lo convence de que Zain real está ahí.
— Se que esto será difícil, pero tú no me vales mierda y voy ayudarte...— La última palabra había salido de sus labios tan rota que se asusto, por qué esa no sonaba como su voz. Lágrimas silenciosas salían de sus ojos, dejando borrosa su vista y el pelito suave de Zain húmedo.
— ¿Lo prometes?— Pregunta Zain, sintiendo el cuerpo de Liam temblar.
— Si, lo prometo.. voy ayudar, así me cueste un ojo de la cara—
Liam no iba a rendirse, tal vez mato sin control, cometió delitos muy graves y paso por situaciones extremas, pero nada de compara con lo que está sintiendo, con esto que está pasando, por qué el jamás creyó que podría enamorarse y lo hizo, lo hizo sin notarlo y ahora sufre las consecuencias de el amor.
— Liam te amo—
— Yo también—
No quería soltar a Zain, no lo hizo hasta que pasaron 20 minutos.
Liam se convenció a si mismo que es fuerte, demasiado fuerte y puede con esto de su novio.
— ¿Quieres salir? Podemos hacer esas cosas raras que te gustan— Por limpiando sus mejillas con la manta.
Aún no puede creer que lleva dos días llorando como un niño pequeña.
— ¿Podemos ir a robar cosas al supermercado?— Pregunta Zain cambiando de ánimo, pues sus mejillas se alargan y crean una sonrisa.
Liam suspiro— Por qué no—
— ¿Y también podemos hacer a los bebés del parque llorar?—
