Capitulo 22 - Escena Eliminada

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Aviso: Considero que el titulo es lo suficientemente ilustrativo, pero mi superior me obliga a ponerlo, esto aun no forma parte del canon, no interfiere en el desarollo de la historia porque tecnicamente no existe, sin embargo, en algun momento del futuro sere capaz de traerles escenas veredictas entre estos dos jovenes juntos. Nathaniel y Marc aun son parte del sueño de un futuro no muy lejano (espero).

[...]

—Pareces tener fe en que no lo lograré.

—A Nath solamente le gustan las apuestas— Marc apareció detrás del artista, probablemente debió notar cuando se acercó, pero Adrián estaba un poco perdido por el reto en su mirada turquesa. —Hola Adrian.

—Hola Marc.

—Y hola Nath. Gracias por ignorarme, Marc— Bromeo el pelirrojo, olvidándose de la presencia de Adrian para voltearse y abrazar con cariño a su pareja.

—N-nos están viendo. —Marc se sonrojó, el concepto que tenia de Nathaniel, antes de que empezaran a salir, estaba lejos de la persona tan tactil que resultó ser el pintor. No se quejaba, pero seguía siendo malo para su corazón, pues llegaba a alcanzar velocidades de pulsación arritmicas y anormales para un cuerpo humano promedio.

—Si le molesta, puede irse.

—Nath.

—Esta bien... Se ven bien, juntos, quiero decir. Y de hecho, yo ya me iba— Y la salida más rápida que encontró para no seguir incomodando a los chicos fue la entrada del aula más cercana que resultó ser el salón de artes.

A pesar de que Adrian se había ido, Nath no lo soltó y por el contrario, buscando mayor contacto enterró la cabeza en el hueco formado por su cuello y hombro.

—N-Nath. Basta— Exclamó Marc con un hilo de voz cuando el artista le propicio un beso escueto a su piel y contrario a sus palabras, Marc arqueó el cuello otorgandole un mejor acceso al artista que decidido a dejar una bonita marca, chupo y mordió el area exhibida.

—Mucho mejor. —Nathaniel se separó lo suficiente para apreciar mejor su obra. —¿Porqué lo defendiste?

Cuestionó soltando a su chico para dejarlo respirar porque Marc lo habia hecho conciente de que sus actitudes algunas veces sus atenciones le provocaban sensaciones demasiado intensas que no necesariamente eran buenas para su corazon, para ser escritor su chico se negaba demasiado a sentir mucho en poco tiempo.

—Te estabas comportando terriblemente grosero, Kurtzberg. —El pelirrojo le desvio la mirada y se cruzó de brazos, Marc rodó los ojos pero haciendo caso omiso del berrinche que su chico presentaba se le acercó, parandose sobre sus puntillas, el escritor consiguió depositar un corto beso en la mejilla del artista que hizo a un lado su enfado.

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