La clase avanzó sin mayores inconvenientes, de forma sorprendente Misono se descubrió disfrutando de la experiencia. Cuando al final sonó el timbre para el descanso todos empezaron a guardar sus cosas, como si de pronto hubieran olvidado que alguien más se integró al grupo no hicieron mayores comentarios o presentaciones fueron saliendo uno a uno pasando por alto al chico al final del salón. Algo que Misono agradeció, es decir, ¿Porque querría él estar rodeado por una multitud de personas que seguramente lo llenaría de preguntas? No gracias, pasaba de ser el entretenimiento del circo.
Además, necesitaba salir del salón, un grupo de personas rodeándolo lo retrasaría, estaba seguro de que Lily se había quedado afuera, aquella sensación tirante empezaba a ser incómoda, el tiempo que podían estar separados se había excedido, el vínculo estaba siendo forzado. ¿Por qué Lily no había entrado?
No quiero ponerte en el foco de atención, mantente alejado Lily.
Su propia voz le dio la respuesta, maldijo internamente no había esperado que lo tomara tan enserio.
Si el lo que quieres, me encargare de todo.
—Lily, lo siento— Susurró guardando sus cosas de forma atropellada, tenia que salir.
—¿Misono, verdad?— Cuando estaba por irse escuchó la voz del chico con el que se había sentado. Asintió extrañado, no esperaba hablar con nadie ese día... O que alguien quisiera hablar con él. —Soy Nathaniel.
—Creo que lo mencionó la profesora al pasar lista— Habló, ¿Como le dices a una persona que tienes prisa sin sonar descortés?
Aunque, pensándolo bien, si salía de forma apresurada empezaría a llamar la atención y eso de momento no le convenía, miró hacia la puerta una última vez, esperando al menos ver el patrón de colores en las alas de Lily, no lo hizo. Lily no estaba, exhaló de forma profunda y le prestó atención al chico con el que hablaba.
—Yo sólo... Prefiero presentarme— Dudó un poco, ¿Que había hecho para que el otro pareciera tan ansioso por irse? ¿Quizás había dado una mala impresión? En su defensa, entablar conversación con alguien que apenas conoces es más difícil de lo que parece. —Fue genial la forma en la que pusiste a Chloe en su lugar.
—Bueno... Alguien tenía que hacerlo— Comentó como si aquello fuera algo que se debía dar por sentado. Nath lo observó largamente, de la misma forma en la que analizaba a los modelos de los retratos que hacía, estudiando cada uno de sus rasgos y postura, prestar atención a los detalles era la clave para conocer a alguien y Misono se sentía tenso, la rigidez en su cuerpo, el modo en el que cuadraba los hombros a pesar de mantener los brazos cruzados, la forma en la que no parpadeaba luego de largos periodos de tiempo, todo en él gritaba desconfianza, pero la pregunta era ¿Porque?
—Ojalá todos pensaran así— El pelirrojo desvió la mirada, ocasionando que fuera más difícil verle el rostro, su cabello ocultaba gran parte de este. ¿Porque pensó que sería buena idea intentar hablar con él? Era obvio que no estaba cómodo ante su inesperado intento de charla.
Lo mejor sería dejar de retenerlo, el chico tenía planeado salir después de todo, antes parecía querer correr hacia la puerta.
—¿Entonces es tan desesperante como parece?
—Y un poco más— Respondió, quizás solo quizás aquello podía tener otro resultado diferente a desastre inevitable. —Tiene un carácter difícil, lleva bastante creído que su padre es el alcalde de Paris y su madre una de las mejores diseñadoras en el mundo— Añadió más afectado de lo que le hubiera gustado, hablar de Chloe se sentía peor que recibir un puñetazo en el estómago, pero es que ella era tan... Insoportable.
—Bueno... Eso explica muchas cosas.
—Si— El pelirrojo le dio la razón, hablando antes de considerarlo siquiera un poco pues no quería echarse para atrás. —¿Pensabas ir a algún lado? Si te apetece, puedo acompañarte.
Misono lo miró sorprendido, aquel chico se notaba un poco más emocionado que antes y de pronto escuchó en su cabeza la voz de Mahiro, recordando su primer encuentro.
《Ser un poco más amable no te hará daño ¿Sabes?... Al final no eres tan inhumano como te gusta hacer creer, desconfiar de las intenciones de todos no te llevará a ningún lado, a veces sólo basta con creer un poco en las personas.》
Bufó para si de forma interna, era culpa de Shirota que ahora no quisiera hacer sentir mal al chico, que cabe destacar, ni siquiera conocía.
—La verdad es que no tengo nada mejor que hacer, pensaba observar un poco más la escuela y con un poco de suerte, encontrar a Licht— Mintió, en su cabeza sus pensamientos zumbaban llamando con fuerza a su servamp. Pero Lily no aparecería, no podría escucharlo, no como antes del vinculo roto.
—¿Licht es el otro chico, verdad? Si me dices a qué salón lo metieron puedo facilitar tu búsqueda.
—No, es... Él en realidad ya acabo sus estudios, está siguiendo una carrera como pianista profesional, su mánager consiguió convencer al director para que Licht diera algunas clases aquí, es parte de la publicidad para su próximo concierto. El será el encargado de enseñar piano como una actividad recreativa, algo extraescolar. La verdad no tengo muy claro dónde puede estar en este instante — Era tan extraño que Nathaniel se refiriera a el con ese nivel de familiaridad y aun así no resultaba desagradable, de hecho, el chico parecía ser alguien que valía la pena conocer.
—Afortunadamente para ti, creo que me hago una idea de donde puede estar, vamos— Le animó el pelirrojo empezando a avanzar, él, por otro lado, caminó hasta que alcanzó su altura, lado a lado, hombro con hombro. Así estaba mejor, no le gustaba permanecer detrás de nadie.
—¿A dónde vamos?— Preguntó, mirando con curiosidad los pasillos que cruzaban, estar en una escuela pública era raro, había sido educado en casa, tener la oportunidad de llevar una vida normal, convivir con más personas, con más chicos de su edad que no estuvieran cuestionando cada uno de sus pasos y forma de actuar era algo tan surreal.
—Créeme cuando te digo que será mejor que lo veas por tu cuenta.
Y ya no mencionó nada, a pesar de que a Misono no le agradó mucho la respuesta no insistió únicamente por la sonrisa del chico, alguien que reía de esa forma simplemente no podría estar llevándolo a una trampa... Genial, ya sonaba como Mahiro en su propia cabeza.
Olvidó que no había visto a Lily al salir del salón y siguió caminando junto al pintor, quien le venía hablando sobre la escuela y sus maestros, los cursos, las clases, aquello consiguió que se sintiera tan normal como nunca pudo, todo empezaba a perder importancia.
Muy pronto Misono empezó a escuchar una de las sinfonías favoritas de Licht, el sonido se filtraba a través de la puerta cerrada de lo que parecía un salón. Nathaniel asintió satisfecho, no se había equivocado después de todo.
—Tenía razón, es la primera vez que escucho el sonido de un piano en esta aula, tu amigo seguro estará dentro— Se alegró el artista y lo observo antes de continuar hablando. —Podemos entrar, no te preocupes.
Misono asintió, puso su mano sobre el pomo de la puerta y abrió con cuidado, había aprendido por las malas que a Licht no le gustaba ser interrumpido cuando estaba tocando.
Cuando entraron la bagatelle número 25 en La menor empezó a tener más sentido pues se escuchaba muchísimo más clara, esperó a que Nathaniel entrara para cerrar la puerta.
Dato curioso: ¿Por qué Nathaniel?
Muy facil, el pintor es uno de mis personajes favoritos y necesitaba darle protagonismo para que lo eventos futuros que ocurrirán en la historia tengan sentido y aporten a la trama. Además, desde que Misono entró a la clase y terminó sentándose al lado del pelirrojo una escena no deja de flashear en mi cabeza. (Para los curiosos les recuerdo que Lily es el vampiro de la lujuria y Nathaniel un pintor)
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De Heroes y Contratos
FanfictionLadybug y Chatnoir necesitarán entender que los miraculous no son la única manera de adquirir poder. La llegada de un nuevo pianista a la ciudad traerá consigo conflictos y confusiones, además de, claro, un vampiro muy problemático que no entiende p...