POV - Marinette.
Llego tarde, llego tarde, llego tarde... Pienso mientras salgo de la panadería, estoy corriendo hacia el colegio aún con el desayuno en la boca, el pan tostado tiene un sabor maravilloso. Viviendo tan cerca de la preparatoria aún sigo sin ser capaz de explicarme a mí misma como me las arreglo para ser así impuntual.
Cruzo la calle, creo que el semáforo está en rojo, no lo sé a ciencia cierta, acelero el ritmo. Si llegaba tarde una vez más, la señorita Bustier se vería obligada a hablar con mis padres, no quiero que empiecen a cuestionar mis retrasos, si los preocupo o notan que hay algo extraño en mis ausencias, ser Ladybug podría empezar a ser más difícil de lo que ya es.
—¡Marinette, espera!— Escuché el llamado de Alya y sólo diré que correr sin prestar atención al camino es peligroso, en cuanto giré la cabeza buscando el origen de su voz terminé tropezando al pie de las escaleras que conducian a la entrada del colegio.
Me quejé porsupuesto, eso había dolido. Hice un puchero cuando vi que mi desayuno terminó esparcido en el suelo.
—¿¡Marinette, estas bien!?— Se acercó con prisa a donde estaba mientras me tendía la mano, la vi buscar heridas en mi rostro, no sentia nada diferente en mi piel, asi que estoy segura de que no las encontro. —¿Marinette?
—Estoy bien. —Exclamé, Alya era buena descubriendo cuando mentia (no lo hacia en este momento, estaba bien, como ladybug recibia heridas peores, el dolor que presentaba ahora mismo era practicamente nada), desconozco si es por su deseo de ser periodista o porque me conoce perfectamente.
—¿Por qué corrías?
Ese comentario logró que recordara el motivo tras mi apuro. —¡Alya, es tarde!
—Gracias— Dije después de que me ayudara a pararme. —¿Llegas tarde, también?
—¿Tarde? ¿Tarde para que?— Me observó confusa mientras extendia su mano hacia mi, la tomé. Cuando volvi a estar de pie, gracias a su ayuda, la unica razon por la que no emprendi nuevamente mi carrera fue porque el agarre que ella aun mantenia sobre mi muñeca. No entendía, estábamos cerca de las ocho y cuarto, para este punto ambas deberíamos estar en el salón. —Seguro lo olvidaste, ¿no? —Exclamó con un tono que no detonaba sorpresa, sino resignación. Me sonrojé un poco por ello, repentinamente avergonzada por la cantidad de veces en las que llegué tarde a nuestros encuentros. —Lo supuse, ay niña, si no pierdes la cabeza es porque la tienes pegada al cuerpo.
—Vamos, te cuento todo en el camino.
—¿A dónde vamos, exactamente?
—No más allá de la entrada, eso seguro. El director tiene un anuncio importante que hacer, usará las canchas de baloncesto para eso, la entrada prácticamente, toda la escuela estará ahí. ¿No has escuchado los rumores?
Me puse a pensar, pero no había nada destacable en mi cabeza, a no ser que los cuchicheos de los últimos días fueran aquellos rumores de los que Alya hablaba.
/.../
—¿Lo oyeron?— Fue una chica la que hablo. Las clases habían finalizado y yo me dirigía a mi casa con parsimonia, estaba cansada y no me motivaba que en la noche tuviera ronda de vigilancia, necesitaba dormir durante la tarde, algunas horas al menos para que no me afectara demasiado las vigilancias nocturnas.
—¿Como no hacerlo cuando toda la ciudad está hablando de eso?
—No creo que sea tan bueno, es demasiado joven— Las conversaciones giraban a mi alrededor, captaba breves retazos de cada grupo de personas que pasaba mientras caminaba hacia mi hogar, realmente no estaba prestando mucha atención, solo quería llegar, llegar y dormir.
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De Heroes y Contratos
FanfictionLadybug y Chatnoir necesitarán entender que los miraculous no son la única manera de adquirir poder. La llegada de un nuevo pianista a la ciudad traerá consigo conflictos y confusiones, además de, claro, un vampiro muy problemático que no entiende p...