De Heroes y Contratos

Capitulo 14 - Revelaciones

—Marinette, si continúas despierta mañana no querrás levantarte— Advirtió Tikki, mirando con cierta resignación a su portadora, no le hubiera sorprendido si la joven no la escuchaba, veía la forma en la que su cabeza trabajaba. Sin temor a equivocarse diría que la imagen se asemejaba muchísimo a la de Ladybug luego de que invocara el amuleto encantado, posibilidades, opciones, modos de utilizar el amuleto. La chica luego de que purificar el akuma y regresar a su hogar, destransformarse y volver a ser ella misma no había dejado de pensar en los sucesos ocurridos hace algunas horas. Pensando, analizando, buscando una explicación.

—No podré dormir, Tikki, no hasta que consiga entenderlo— Manifestó, era incapaz de creer que entre más intentaba buscarle un significado, menos sentido tenían. De forma inconsciente llevo sus manos a su cabeza y se revolvió el cabello, en algún punto de la noche lo había soltado, resopló y tapando su rostro con la almohada mas cercana, gritó.

Era bastante tarde, si sus padres se despertaran no sabría de que forma responder a sus preguntas.

—Te presionas demasiado, Mari— Intentó razonar, tranquilizarla, pues al contrario de su portadora, comprendía que, sin más pistas, alguna información o hilo del cual tirar. Resolver eso sería inverosímil, arduo. — Tu alarma sonara dentro de nada— Probó con otro argumento. Flotando recorrió media habitación hasta posarse sobre el reloj de mesa que descansaba en el escritorio de la chica y le sugirió mirarlo, si se dormía ya, aun podía descansar algunas horas. —Deja de darle vueltas. No estás yendo a ninguna parte... Podremos resolverlo, pero no lo haremos esta noche.

—¿Qué tal si para cuando entendemos lo que son esas cosas es demasiado tarde?... Porque realmente, Tikki ¿Como es posible que haya podido vencer al akuma sin la ayuda de un prodigio y con las habilidades que poseía esta villana?

—Marinette— Su tono buscaba convencer a la chica de que sacar conjeturas no la llevaría a ninguna parte.

—Él no es alguien común y corriente, lo supe desde que lo vi en la ceremonia de presentación... Todo el día me sentí extraña. Pensé que alucinaba cuando asociaba la sensación con ambos extranjeros... Pero con lo que vi, puedo decir que no perdí el juicio.

—No es un buen momento, Marinette.

—¿Por qué? ¿Sabes algo?

—No más que tú, mañana deberíamos intentar preguntándole al maestro Fu.

—¿Crees que pueda tratarse de algún miraculous?... Si es así, te diré que él no estaba transformado, ni siquiera intentó ocultar su rostro cuando ChatNoir y yo aparecimos, sentí que no le importara que supiéramos lo que es capaz de hacer.

—Estas empezando a divagar— Pero la chica no pareció escucharla.

—¿Como no hacerlo cuando se ha presentado como amenaza? Si, eso tiene sentido, desafió mi... Nuestra autoridad como héroes de Paris y su acompañante, el chico este de la espada casi nos amenazó a ChatNoir y a mí.

—¿No crees que estas exagerando?— Su kwami la observó sin dar crédito a lo que escuchaba.

—Soy la responsable de mantener a Paris a salvo, ¿Pretendes que me quede impávida cuando dos personas potencialmente peligrosas andan sueltas en mis calles?

—No tienen por qué ser enemigos de forma necesaria— Añadió con voz conciliadora, desde el suceso con volpina a Marinette le resultaba muy difícil confiar, quizás desde antes.

—Pero algo no se siente bien con ellos, están cerca y se me eriza la piel, empiezo a sentirme incómoda, es como si desprendieran un aura que advierte peligro. ¿Porque soy la única que parece sentirla?