Capitulo 6 - Akumas y Mariposas.

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—Realmente parece un Ángel...— Dejó escapar Nathaniel de forma contenida, la visión que el pianista representaba era cautivante, nunca pensó que contemplar a alguien pudiera sentirse prohibido, pero ahora, mientras presenciaba la forma en la que aquellas manos acariciaban el piano dándole forma a su interpretación, sentía que le faltaba el aire, tenía miedo de respirar, cualquier sonido resultaba estridente, no quería estropear la pieza respirando de forma escandalosa. —Su talento es...

For Elise, se silencio de forma abrupta. Misono se tensó a su lado, pensando que debió advertirle a Nathaniel aquel detalle.

—¡Shatto!*— La mirada de Licht se enfocó en el artista que en ese instante estaba más nervioso que nunca, no entendió que le dijo o que había hecho para molestarlo de esa forma. Como primer impulso busco la ayuda de Misono, él lo conocía más, seguro sabía que había hecho mal.

El joven Alicein suspiró mientras tomaba una decisión, era un poco más bajo que Nath pero aun así se puso delante de esté, para darle aunque sea un poco de seguridad, la mirada que Licht le dirigía, fría como el hielo, tenía la capacidad de cortar la capacidad del habla de cualquiera. Y con lo que había visto del artista pudo entender que a pesar de ser un chico agradable Nathaniel era tímido cuando había alguien más cerca y tampoco tenía mucha seguridad sobre sí mismo que pudiera ayudarle a convertir la situación en algo más pasable.

—Nathaniel no pretendía ofenderte Licht, el solo estaba tratando de...— Recordó no gritar, Jekylland ya se sentía ofendido, contribuir a eso no entraba en sus planes.

—¿¡Porque todo el mundo cree que mi habilidad con el piano es debido al talento!? Las cosas nunca son así de fáciles, no se trata de suerte, azar, o alguna habilidad especial, si toco el piano de esta forma es porque me esfuerzo Misono, porque trabajo por alcanzar mis objetivos, no por el estúpido talento, para hacer las cosas se necesita más que talento, tiene que haber dedicación, esfuerzo, imaginación. No...— Bueno... Al menos está vez estaba hablando en francés.

—Talento, ya entendimos. Recuerda que los demás no lo ven de esa forma— Al final, el de pelo morado se aburrió de la discusión, había presenciado algunas escenas similares allá en su hogar, debido a que cuando el pianista descubrió que en la mansión Alicein había una sala de música, empezó a visitarlo con más frecuencia, algo sobre la antigüedad del piano, el tacto diferente de sus dedos sobre las teclas y la acústica del instrumento, si alguien le hubiera advertido del odio de Licht por esa palabra en particular la primera vez que lo vio se hubiera ahorrado varias discusiones.

—Lo siento, yo no pretendía...— Nathaniel al fin encontró su voz cuando vio que el origen del problema no era él, sino lo que había dicho.

—Silencio— Bramó, volviendo a ocupar su sitio en el taburete, sus manos viajaron inmediatamente a las teclas, atraídas por estas como el efecto de gravedad sobre la tierra. —Escuchen.

Y de nuevo ya no eran tres personas en la habitación y un erizo al fondo del salón que nadie había notado, ahora solo era Licht y el piano.

—Si ya no quieres estar aquí, podemos irnos...— Gesticulo Misono con los labios, era mejor no seguir perturbando a Licht.

—No, quisiera seguir viéndolo— Respondió mirando de reojo a Licht, sus manos picaban por querer dibujarlo, trazar la energía que desprendía con la tiza en el papel, plasmar todo lo que sentía en un retrato a carbón, conseguir capturar el ambiente que rodeaba al pianista que parecía ajeno al mundo que lo rodeaba. Miró su propio espacio en aquella aula y lo señaló. —El de allá es el escritorio que suelo usar, vamos a sentarnos.

Llevado por su curiosidad Misono asintió, miró con más detalle el salón en el que se habían adentrado, eran un salón tan heterogéneo y colorido, se filtraba demasiada luz a través de las ventanas superiores, había un gran muro con un graffiti al que aún le faltaban algunos detalles, esculturas con la silueta de personas al fondo, pinturas en las paredes, una pequeña repisa de libros... Materiales artísticos, telas, un espacio con cojines acolchados que insinuaban un círculo, parecían haber entrado a alguna otra dimensión en la que se respiraba paz, sería fácil pasar tardes enteras en este sitio sin aburrirse.

—¿Son tuyos?— Preguntó al ver los dibujos esparcidos en el escritorio, todos con la temática de superhéroes, eran buenos, los relieves, la distribución de espacio, el uso de sombras, todo era perfecto y metódico, el chico sabía lo que hacía cuando pintaba. —Son increíbles, no sabía que dibujabas.

—Bueno, acabamos de conocernos y tampoco te lo mencione, pero gracias por el cumplido.

—¿Estás trabajando en un cómic? Las escenas que dibujas parecen suceder una tras otra ¿Cuál es la historia?

—Yo no soy... No soy bueno escribiendo, sólo dibujo, no me siento capaz de darle una historia a mi arte, pensar en diálogo es todavía más complicado... Las palabras no son mis amigas, Misono.

—Bueno, eso tiene solución, solo debemos conseguir a alguien que si sea bueno escribiendo.

—Lo pensaré, no soy muy popular, la verdad no se quien querría ayudarme.

—Existirá alguien, no te preocupes por eso ahora— Sólo que Misono ya no pudo seguir hablando, se llevó la mano al pecho, justo sobre el corazón y soltó un quejido. —Lily— Mustió, había pasado ya mucho tiempo lejos de su servamp, ¿Porque se había olvidado de ello? Ninguno notó que el sonido del piano había desaparecido, Licht los observaba de forma intensa, dándose cuenta de que Lily no había entrado.

—¿Estas bien?

—No... Es decir, si, solo necesito un poco de aire— Habló, el dolor había pasado, pero las pequeñas punzadas se volvían más constantes. —Yo me... ¿Me mareé?

—Eso no se pareció a un mareo— Agregó Nathaniel. —Te vez algo pálido.

—Estaré bien, no es la primera vez que pasa— Mentira, nunca se había separado de Lily... No, en realidad Lily nunca se había alejado de él. No hasta que se lo pidió.

Con su vínculo débil las consecuencias se sentían más intensas de lo que deberían, como lo serían en la profase del contrato. Lo había visto con Lawless y Licht que no estaban acostumbrados a permanecer cerca el uno del otro sin pelear, cuando sufrieron una ruptura en su unión, era prácticamente imposible que la distancia existiera entre ellos sin herirlos.

—¿Podrías abrir la puerta?— Le pidió a Licht, quien entendió de inmediato el motivo, asintió. Aunque eso Misono no pudo verlo, ahora que parecía estar cerca, sentía a Lily fuera del salón, revoloteando inquieto. El sol le impedía adquirir la forma humana que necesitaba para que el mismo pudiera abrir la puerta.

—¿Quieres que vayamos a enfermería? ¿Sigues sintiéndote mal?— Nathaniel se hincó frente a él, buscando su rostro.

—No... Estoy bien. Déjalo estar, no es la primera vez que ocurre— Insistió cuando respirar empezó a ser más sencillo, miró sobre su hombro, Lily volaba hacia él. Nunca debió forzar el vínculo de esa forma, pedirle a lily que se mantuviera alejado había sido un error.

Cuando volvió su vista hacia Nathaniel se percató de cuán tenso estaba.

—Akuma— Dijo el artista, sin apartar su mirada del servamp que había aterrizado en la cabeza de Misono.

Omake.

—¿Todos los japoneses tienen mascotas exóticas?

Lawless chillo ante el término "mascota" y si no fuera porque tenían un secreto que mantener su espada estaría apuntando al cuello del pintor en ese mismo instante.

Licht era otra historia, rio entre dientes mostrando su gozo a la situación.

De Heroes y ContratosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora