Capitulo 30 - Planes para el Mañana.

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En el capitulo anterior:

Luka abre sus ojos, Alexander se pone pálido. Teme la nueva canción que sea capaz de escuchar, la culpabilidad lo invade como no lo había hecho hasta ahora y el golpe de gracia llega cuando Adrian hace su aparición.

—¡Hola, amigos! ¡Hola, Sra. Couffaine!

Prestente:

Alexander y Adrian conectan sus miradas, ninguno sabe que está haciendo el otro ahí.

—¡Cuidado, Adrian! ¡Hay un...—Pero la advertencia de Marinette llega cuando el modelo ya está en el suelo.

Nino se acerca a socorrer a su amigo y Alexander termina de encajar las piezas de aquel rompecabezas, se hace una idea de la razón tras la cual Adrian esta presente, tambien tiene una teoría sobre el origen que el aspirante a DJ le profesa, el intruso ahí, es el mismo.

—Wow, hermano ¿Estás bien?

—Ahg, yo... —Adrian mira sobre su hombro, no puede evitar preguntarse qué hace el italiano en el barco.

—Bro...

—Estoy bien, Nino. Solo tropecé con...—Y Adrian se pone a analizar que (y no quien) lo hizo caer, se encuentra con el estuche de un piano, pero no cualquier piano. —¿Esto es un ZX20.4 original? ¡Amo como suena este instrumento!

—¿Esa cosa vieja? Nadie sabe tocarla.

—Yo sé tocarlo.

—Genial. Bienvenido a la banda, Adrian. —Celebra Luka ayudando al modelo a ponerse de pie, Alexander no sabe cuándo es que dejó su lado. Es silencioso. Almacena en su memoria, tiene la sensación de que tarde o temprano volverá a reunirse con el músico, la idea no lo emociona, pero tampoco le desagrada.

—Gracias...

—Luka.

—Gracias, Luka.

Los tripulantes en el barco celebran la adquisición del nuevo tecladista, cuando rodean a Adrian y lo abrazan, Alexander no puede sino sentirse como un invasor.

(...)

Kitty Section, quiere practicar solo una vez más antes de su próxima presentación, es primordial ahora que tienen un nuevo integrante, todos están emocionados, Adrian lo estaría si la presencia de Alexander en el lugar no lo tuviera tan distraído.

—¿Es él verdad? —Nino pasa un brazo sobre sus hombros, en un gesto que parece un abrazo fraternal para cualquier persona ajena a su conversación, en realidad es una excusa para hablar entre susurros y que nadie sospeche.

—Nino.

—Él es quien te ha estado extorsionando. —No es una pregunta.

—¿Cómo llegó aquí?

—Invitado por parte de la amiga de la madre de Juleka y su hermano. —Ambos lo observan, Alexander se dio por vencido en cuanto al asunto de socializar, esta al borde de la cubierta, mantiene su mirada perdida en el horizonte mientras un zorro negro impide que cualquiera se le acerque, no que alguien aparte de Camille lo haya intentado. Todos están muy concentrados en sus propias tareas en ese momento.

—¿No parece solitario?

—Él ni siquiera debería estar aquí.

—Le tienes mas mania tu que yo, Nino.

—¿Después de cómo se comportó contigo? No está en mi top 100 de personas favoritas.

—No es tan malo, Nino —Nino lo mira con su mejor cara de escepticismo.

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