Mi final feliz

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Ese día de la inauguración todo fue perfecto, toda la noche celebrando y atendiendo a nuestros clientes, toda la noche disfrutando de ese sueño y la compañia mayormente de todos aquellos a quien amaba. Los padres de Naveen no quisieron perderse esa gran fiesta y estaban maravillados y felices de ver en que se habia convertido Naveen y lo que habia logrado por su cuenta, yo tambien me sentia orgullosa de él, despues de todo no sé que hice para merecer a un ser tan maravilloso a mi lado.

Vi a mi madre que se encontraba sentada junto a mi ella volteo a verme y tomo mi mano lo cual aprete suavemente y sonreimos juntas, se inclino hacia mi y me abrazo fuertemente.

—Estoy muy orgullosa de ti mi niña, por fin cumpliste tu gran anhelo,  el sueño de tu padre y el mío tambien — expreso separandose de mí.

—¿El tuyo tambien? ¿cúal es tu sueño mamá? —cuestione curiosa, no creí que mi madre tuviera un sueño para mi.

—Claro, mi sueño para ti es que encontraras el amor y que fueras feliz y ya se cumplieron esos tres deseos que una vez le pedimos a una estrella —concluyó sonriendo nuevamente.

Me quedé pensando en ese deseo de mi madre para mi vida, en lo personal yo no estaba buscando el amor, sino el poder cumplir por lo que toda mi vida habia luchado al lado de mi padre, me descuide de eso, pero nisiquiera tuve que buscarlo, el amor llego a mí de una forma inesperada pero no creí que fuera de una manera tan influyente en mi y tampoco crei que llegaría a ser alguien como Naveen.

Dirigí mi vista hacia donde se encontraba él, verlo cantar y bailar en el escenario me llenaba de vida, me sentia afortunada y no cambiaria nada de él. Si lo hubiese conocido antes tal vez no hubiera pasado nada, pero que bueno que ese loco hechicero se cruzara en nuestras vidas para cambiar las perspectivas y juntarnos hasta estar en este punto tan dulce y feliz.

Mi madre tenia razon, habia cumplido los tres deseos de mi familia y no sé si talvez algun sueño de Naveen pero ahora sé que él es a quien yo esperaba sin buscarlo.

—Disculpen, ¿estan disfrutando la velada? — De un momento a otro la voz de Naveen me sacó de mis pensamientos; mi madre y los padres de Naveen, que tambein se encontraban en la mesa, afirmaron que estaban contentos con la apertura del restaurante.

—Es maravilloso hijo, felicidades a los dos, han hecho un gran trabajo juntos, y tu Naveen estoy muy orgulloso de ti, asi como de Tiana, ambos han hecho de algo simple, algo muy hermoso —. Las palabras del rey me hicieron sentir especial, pero preciento que fueron mucho más para Naveen. 

Lo percibí en sus ojos; ellos hablaban más que su boca y lo que lo delataba es que cuando estaba feliz o emocionado estos brillaban y demostraban sus sentimientos a flor de piel.

Él me miró al momento en que lo admiraba y nos sonreímos juntos. Tomó mi mano y dsiculpandose con los invitados, nos retiramos de la mesa.

—¿Adónde vamos? —pregunté mientras lo seguia, o más bien él me jalaba de la mano.

Nos detuvimos en la pista de baile y justo en ese momento comenzó una canción lenta, y Naveen, tomandome de la cintura y acercandome a él comenzamos a bailar suavemente. La melodia me pareció conocerla antes y prestandole un poco de atención reconocí cuál era. Solo habia alguien que la podia conocer, ademas de Naveen y yo: Louis. 

Gire mi cabeza hacia el escenario y ahí estaba él tocando esa peculiar canción, para los demas solo era una melodia más, para nosotros fue el principio de un maravilloso cuento hecho realidad, de cuando tocamos el cielo con las manos y aun tan lejos lo sentimos muy cerca.

—Tiana, ¿recuerdas esa noche en el pantano, cuando Ray comenzó a cantar a Evangeline, él dijo unas palabras en un idioma diferente, y que yo las tradujé y creíste que estaba loco al cantarlas hacia tu dirección? — me preguntó Naveen  mientras seguiamos bailando. Cómo no recordarlo fue extraño pero ahora que lo pienso fue algo lindo.

—Si lo recuerdo — dije esperando seguir escuchándolo.

—Ese día esas palabras no significaban nada para mi, pero ahora lo son todo, Te adoro, te amo mi Evangelyn —, termino de decir y la canción tambien acabo. No podía para de ver sus ojos que delaban su verdad. Lo besé tiernamente unos segundos, para luego separanos y volver a ser jalada por él hacia otro lugar. — Ven.

Reí nerviosamente y confundida, no entendía que sucedía pero tampoco me desagradaba.

—¿Y ahora a donde vamos? —volví a preguntar.

Corrimos hacia las escaleras para subir al palco que se encontraba en la segunda planta. Ambos nos detuvimos y vimos hacia abajo.

—¿Qué hacemos aquí Naveen? — volví a cuestionar.

— Mira todo esto Tiana ¿qué ves ahí? — me preguntó señalando todo lo que se encontraba en la primera planta. Desde ahí arriba se veía hermoso, se veía espectacular, el lugar lleno de gente, con musica y todo animado, tal y como lo habia soñado, tal y como lo queria. En verdad todo era perfecto. 

—Un sueño hecho verdad, un sueño hecho realidad.

Veía a todos felices, disfrutando y bailando, de lo que ahora es mi felicidad y podia compartirla con todos.

 Naveen sonrió y volvió a jalar de mi mano hacia otro lugar hasta que llegamos a la terraza. El clima fuera era refrestante y deleitable, el pueblo iluminado por las luces nocturnas y la brisa que rozaba el magnifico momento. Caminamos hasta el balcón y vi hacia la entrada del restaurante.

—Tiana, mira esas personas, estan esperando poder entrar al restaurante, y deleitarse con tu arte —.  Hizo una pausa y me miro.

— Naveen yo...

—Espera, antes de que digas algo quiero que sepas que todo esto es tuyo, yo te prometí que cumpliría tu mayor sueño, tu mayor anhelo, y he ahí todo este lugar, todas esa personas, todo lo que esta pasando en este momento es tuyo, es para ti, porque te hice una promesa y la cumplí, porque te amo y deseo verte feliz, deseo hacerte feliz mejor dicho. No me huberia perdonado nunca el que tú no hubieses cumplido tu sueño, si yo no te apoyaba, hubiera sido un cargo de conciencia horrible para mi, ahora no quiero meritos porque todo eso es solo para ti, TÚ TE LO MERECES —. Vi nuestras manos entrelazadas las unas a las otras y reconfirme que estaba más que enamorada de él, sino que tambián lo amaba y que de verdad habia encontrado el amor verdadero que tanto necesitaba pero que no sabía que pudiera estar ahí.

Cerre mis ojos, ya no podía estar más agradecida por lo que la vida me había dado. Era más de lo que yo hubiera pedido.

—Naveen tú eras mi nuevo anhelo y estás aquí, este lugar también lo era y ya esta aquí, ya no puedo pedir más porque ya lo tengo todo. Contigo lo tengo todo. Gracias, muchas gracias —. Lo abrace con fuerza, no queria separarme de él ni que ese momento se acabara nunca. 

Me sentía en paz, me sentía feliz, me sentía en casa.

En ese momento el estruendo de algo me hizo voltear hacia el cielo y ver que los fuegos artificiales estaban ya en acción, haciendo que el momento mágico perdurará más de lo que yo hubiera deseado. Ambos vimos como las personas comenzaron a admirar los fuegos artificales sobre sus cabezas tambien y disfrutar junto con nosotros de lo que la vida nos habia dado.

—La magia si existe en Nueva Orleans — dije viendo hacia el mar,  la alegría ya no cabía en mí y me dejaba llevar por lo que ahora era mi nuevo sueño hecho realidad.

De un tiron Naveen me jalo del balcon y me hizo girar dos veces suavemente para luego suavemente recostrarme entre sus brazos; reímos juntos mientras veía sobre nosotros y las dos pequeñas estrellas que nos acompañaban esa noche, contemple a Naveen y el mismo brillo en sus ojos el dia que bailamos en el pantano, ese mismo brillo relucia esa noche acompañado de su sonrisa que me volvía loca, llenaba mi alma de felicidad. Era como revivir nuestro primer encuentro con el amor.

—Gracias Tiana, por hacerme ver esa magia en ti y en mí, por hacerme tan feliz, sin ti nada de esto hubiera pasado. —. Me miró por unos segundos y luego continuo— Y recuerda tú siempre serás mi Evangelyn —, y me besó como si hubiera sido la primera vez.


FIN

La princesa y el sapoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora