<<NARRA TIANA>>
- Wow ¿en serio, eso fue lo que te paso? ¿Así llegaste a ser un sapo?
- Si, lo único que recuerdo luego de desmayarme es que al despertar estaba en un frasco y creo que, tal vez, no te he dicho pero soy claustrofóbico y ese frasco era muy pequeño, caso no entraba aire, mucho menos oxigeno, y comencé a inhalar y exhalar con fuerza y llegue a empañar el frasco, sin mencionar que hacía calor ahí adentro, créeme sentí que moriría - dijo el príncipe. "No hubiera sido una gran pérdida" pensaba mientras rodaba mis ojos fastidiada. Los globos cada vez nos llevaban a quien sabe dónde y de remate estaba lloviendo, cosa que se nos hacía difícil sujetarnos bien de ellos.
- ¿Y cómo escapaste?
- Vi a alguien que se parecía a mí, en físico, porque nadie me supera en esencia y personalidad nena - me guiño un ojo. "Ah, por favor" suspire. Egocéntrico. - y este abrió el frasco un poco y pude respirar más tranquilo desde entonces.
Que historia más rara y loca, nunca había oído algo así. "¿Quién diría que este hombre llegaría a ser engañado por el hombre sombra? La verdad no lo culpo, es un gran tonto."
- ¿Nadie te advirtió del hombre sombra? - pregunte, aun colgando de los globos, era algo incomodo, me resbalaba a cada minuto.
- No, si hubiera sido así no estaría aquí colgando de estos globos resbalosos, en esta lluvia, en un lugar que desconozco por completo contigo - dijo sarcástico.
- ¡OYE! - reclame - tú fuiste quien se dejo engañar por un médico brujo, como lo es el hombre sombra, no yo... Ah - suspire - eso me pasa por confiar en una estrella.
- Espera...
- Sabia que así no se resolverían mis problemas, la única forma es luchar y trabajar duro por lo que deseas, siempre ha sido así - dije recordando las palabras de papá.
- ¿Qué... Trabajar? ¿Por qué? Dime ¿por qué una princesa tendría que trabajar?
"¿Por qué una princesa tendría que trabajar" resonaron esas palabras en mi mente como un eco irritante.
- Ah si - suspire de nuevo - no soy una princesa, soy una camarera - aclare.
El príncipe carcajeaba.
- ¿Cómo? - cayó en cuenta. - ¿Camarera? Pues con razón no funciono el beso, tú me engañaste.
"¿Qué? Y ahora soy yo la culpable de sus desgracias, grandioso"
- No, yo nunca dije que era una princesa - me defendí.
- Tampoco dijiste que eras una... camarera - reclamos, reclamos y mas reclamos "¿qué no sabe hacer otra cosa que reclamarme sus problemas en la cara?" - ...hasta traías una corona.
- Era una fiesta de disfraces, por si no te enteraste, ¡niño malcriado, rico y mimado! - grite. - Pero no te libraras de mi tan facilmente, debes cumplir tu parte del trato, me ayudaras a pagar mi restaurante.
- ¿Qué? No
- Tienes que hacerlo, luego que hallemos la forma de salir de este embrollo en que nos metiste.
- Pues sabes qué, yo soy quien ríe al final, porque, ¿te digo algo curioso?, yo no tengo más riquezas - dijo riendo.
- ¿¡QUÉ!?
- Si, estoy totalmente quebrado JA, JA - rió triunfante de haber "ganado" esta discusión.
Quede desconcertada... De pronto sentí un movimiento brusco, los globos se estaban reventando en las ramas de un árbol seco y viejo.
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La princesa y el sapo
Hayran KurguTiana es una chica que sueña contruir su propio restaurante, ya que desde pequeña su padre soñaba con tener su propio resturante, pero él nunca logro abrirlo. Ahora ella hará su sueño realidad, pero se da cuenta que es mas dificil de lo que pensaba...