El príncipe sapo

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Se hizo alusión y de pronto la tiara desaparecio de mis manos me sorprendió mucho al ver que el deseo de Charlotte se había cumplido. Cuando voltee a mi derecha Lotte se habia ido, supongo, a su habitación ya que su maquillaje se había corrido gracias a las lagrimas que habia dejado caer caprichosamente.

Y antes de que yo pisara el último escalón, de las grandes gradas de la mansión Lavoud, Charlotte ya se encontraba a mi lado y al pie de estas, se habia arreglado el maquillaje y el cabello el cual lucía una tiara perfecta sobre un moño desaliñado.

- Príncipe Naveen - lo llamo Lotte.

- Señorita Charlotte Lavoud ¿le gustaría bailar? - pregunto deslumbrante. - Señorita - me saludo con un gesto con la cabeza y extendió la mano invitando a Charlotte a bailar.

- Claro, me encantaría - Lotte deposito su mano en la de el respondiendo a su invitación.

Y mientras ellos bailaban yo tomaba mi puesto con los Begnes nuevamente. Veía a Lotte y estaba emocionada y feliz, claro uno de sus sueños se estaba volviendo realidad, en cierta forma.

La dulce melodía endulzo mi oído y comence a mover la cabeza siguiendo el ritmo de la canción lenta. Sentía que alguien más estaba a mi lado, giré mi cabeza y al hacerlo me encontré con nada más y nada menos que con un caballo. ¿Es en serio, un caballo?

Para mi sorpresa era sólo un trake, no obstante era muy elaborado que parecía real.

- Buenas noches Tiana - escuche hablar a la persona dentro del caballo, cosa que me sobresaltó un poco. Descifre la voz y antes de pensarlo, John Fenner se había quitado la parte superior del traje.

- ¿Oh! Señor Fenner y... - vi que la parte trasera del disfraz se movia, me lo imagine - señor Fenner - Frank Fenner estaba ahi dentro. Ellos eran mellizos, mellizos raros, pero lo eran.

- ¿Que tal señorita Duvoah? - hablo John llamandome por el apellido de mi padre.

- Pues muy bien, lista para firmar el contrato - sonreí esperando una respuesta positiva de su parte.

Frank Fenner comenzo a guardar Begnes en su chaqueta.

- Bueno, tenemos un contratiempo con ello... - comenzó John

- Llegó otra oferta - soltó de golpe Frank , quien comia Begnes.

- ¿Que? ¿Cómo que otra oferta? - dije confundida.

- Es que llego otra persona que se interesa por el local y ofreció dar el dinero en efectivo y total...

- Pero no puede

- Si no mejora su oferta para el miércoles...

- Adios a tu amado lugar - continua Frank Fenner guardando más Begnes en su chaqueta.

- ¿Como?¿Sabe cuánto tiempo he trabajado para reunir el dinero que pedían?

-Si, lo se, pero necesitamos cerrar el trato lo antes posible; está bien, lamentamos mucho esto, hasta entonces señorita Duvoah.

La rabia corría por mis venas y llenaba todo lo que abarcaba, dedos, piernas, rostro, torso. ¡Ah! No es posible que esto termine asi, todo el esfuerzo, todo el trabajo que hizo mi padre, todo lo que yo hice, no es justo.

- ¡No es justo!

- Lo se Tiana pero...

- pero los begnes estan ricos - concluyó Frank y ambos rieron tranquilamente, mientras se retiraba.

Este tragón y su hermano jirafa, han arruinado mis planes y me han hecho trabajar en vano! Apenas es domingo, ¿cómo recoger más dinero y mejorar la oferta de pago para el miércoles si es muy poco tiempo?

La princesa y el sapoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora