Reymond

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<<NARRA TIANA>>

la noche estaba fresca, un cielo estrellado claro.

La espalda de Louis estaba refrescante y cómoda. Por alguna extraña razón Naveen se encontraba acostado a mi lado, pero podía soportarlo, era agradable cuando no se comportaba como la gran alteza.

- ¿Cuál es tu mayor sueño Naveen? -escuche a Louis interrumpir la calidez de mis pensamientos.

-Pues la música es mi mayor sueño. Siempre ha sido así desde que tengo memoria, mis padres no lo aceptan, dicen que un miembro de la realeza y heredero al trono no debe pensar en banalidades como esas. Parecería que nunca tuvieron un sueño en su juventud. Quieren que me responsabilice del trono ya, que me case con una princesa o con una doncella digna del reino y que me quede ahí, por el resto de mis días, gobernando en Maldonia, y ese no es el futuro que deseo para mi.- dijo mirando hacia el cielo, su expresión era preocupada, su serenidad y su sonrisa tranquilizadora se había ofuscado.

Voltee a ver hacia el cielo, vi de reojo que giro su cabeza para volverme a ver.

- Wow, chico eres el heredero al trono, genial, la vida de la realeza ha de ser maravillosa ¿no? - cortó Louis ese silencio extraño que había surgido entre los tres.

- En ciertas ocasiones, no obstante la responsabilidad que conlleva es muy compleja.

- Si amigo ha de ser agotador. ¿Qué hay de ti Tiana? ¿También tienes un sueño? - continuó Louis.

Sonreí, sabia que no me escaparía de esta.

- Claro que si. Cuando... Cuando era muy chica mi padre soñaba con tener su propio restaurante, él era un hombre visionario y decidio que su futuro restaurante llevaría mi nombre. - Sonreí de nuevo, cuando el recuerdo de esa noche se presentó de repente en mi memoria. - Así que ese sueño perduró en mi corazón hasta el día de su muerte y hasta el día de hoy. Quiero cumplir su sueño, era lo que él más anhelaba. He trabajado duro por tratar de lograrlo, pero es complicado. Verás, en la fiesta de Lotte los propietarios del local, que deseo comprar para el restaurante, amenazaron con vender el local a otro cliente si no tenia el dinero total y en efectivo para el miércoles, ¿puedes creer que descaro? Fue por esa desesperación por la cual accedí a besar a Naveen y...- me asuste al decir eso; suspire - Nunca creí que todo acabaría así.

Me desahogue, completamente, sin importarme que Naveen estuviera a lado. Sentí su mirada sobre mi una vez más, no era arrogante como siempre sino un poco más tranquila. No quería  lastima pero me dolía estar en esa situación y no saber como salir.

- ¡Caray! Solo espero que llegues a cumplir tu sueño y que algún día me invites. ¿Qué me daras? - bromeó Louis.

- Por supuesto, te serviría de todo tipo de comidas, y todos serán bienvenidos incluyendo a los cascarrabias - empuje a Naveen con el codo. Frunció su ceño y ambos comenzamos a reír.

- ¿Sabes? Siempre he querido comer frijoles con arroz. - comentó Louis.

Yo reí con ansias, el entusiasmo de Louis me alegraba mucho.

- Todo eso, incluso los postres más deliciosos de todo el mundo; comidas exclusivas de muchos países y culturas de Nueva Orleans. Será un bufete de delicias todo el tiempo.

- ¡Oigan, oigan, tranquilos! Todo eso hace que mi apetito se desate -dijo Naveen riendo; en ese instante un mosquito paso frente a él y su lengua saltó de su boca inesperadamente. Naveen se sorprendió por lo que acababa de pasar - ¡Wow! Esto es interesante.

- ¿Qué fue eso? - pregunté confundida.

Luego saltó de una hoja de ambudillo, a otra y se quedo quieto.

- Naveen ¿que haces? - volví a preguntar al verlo.

- Shhh... No espantes a la comida - dijo y su lengua salió de su boca de nuevo hacia una hoja donde se encontraba otro mosquito.

Falló. Su intento por agarrar el mosquito fue un fracaso.

De pronto sentí como mi estómago comenzó a rugir.

- ¿Ese fue tu estomago, Tiana? - pregunto Louis.

Asentí.

- Bueno entonces, dejame buscar algo para comer - y se fue.

Naveen seguía tratando de atrapar mosquitos para cenar. En mi entusiasmo, riendo al ver que Naveen parecía un tonto al tratar de atrapar los mosquitos, mi lengua salió disparada de pronto.

- ¡No, no, no! - dije asustada - No, lo que no haría es besar un sapo y no lo cumpli. Por supuesto que no me comeré un insecto para cenar. - de pronto una luciérnaga paso frente a mi y mi lengua, como si tuviera vida propia, me halaba hacia el insecto, saltando inesperadamente de mi boca.

- ¡NO! ¡NO! ¡NO!

En un intento por atrapar el insecto, Naveen se abalanzó haciendo que nuestras lenguas quedaran enredadas, y de impulso me halo hacia él hasta besarnos incómodamente.

"Que asco"

- ¡AH! - comencé a saltar, y tomar agua del pantano. Fue desagradable.

- ¿Tu me besaste? - dijo Naveen aterrorizado.

- ¡No, yo no te besé, tu lo hiciste; tu me besaste a mi!

- No es cierto, yo solo quería atrapar el insecto y tu lengua... Agh, esto están raro y confuso. - dijo confundido - ¿Qué... Qué estabas tratando de hacer?

- No fue mi culpa... - grite molesta.

- Chicos, chicos chicos, oigan - se acercó una luz a nosotros. La voz provenía de ella - esto solo es una tontería de novios, suele pasar - dijo la pequeña luciérnaga que estaba frente a nosotros.

- ¿Que dices? No, él no es mi novio.

- Claro que no, ¿crees que me gusta?, es una camarera...

Entre los gritos de Naveen y los mios, no podía escuchar, tan siquiera, lo que yo misma decía.

- Ya, ya, ya. Tranquilos. Bien expliquenme con calma - dijo él interesado.

- Él no es mi novio ¿si? No somos nada. Esto solo fue un accidente. - recalque.

Él asintió.

- Oye amigo ¿Y tu quién eres? - pregunto Naveen.

- Ah si, que torpe - se golpeó la sien con una de sus patas - mi nombre es Raymond, pero ustedes pueden llamarme Ray.

La princesa y el sapoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora