Cazadores (parte 2)

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<<Narra Naveen>>

Tiana me gritó enfurecida, eso me sorprendio, ninguna chica me había hablado de ese modo, era raro pero eso me agradó de ella.

De pronto escuchamos un ruido a la izquierda, pero Tiana ni se percató, estaba demasiado molesta para tomarle importancia. No tuve tiempo para decirle cuando ella ya se encontraba en una red; me asusté y sin pensarlo salí corriendo, dejando a Tiana sola.

Después de un rato escuche que alguien se acercaba y en un dos por tres me encontraba en una jaula, comencé a golpear la jaula y trate de salir. Sentí un giro brusco y mi panorama era otro; el hombre, que sostenia la jaula, era gordo y le acompañaba un hombre feo, pequeño y delgado, se dirigían al pantano, donde se encontraba una pequeña barca de madera, vieja y muy torcida.

- Sólo debemos esperar a papá dos dedos. - hablo el hombre gordo.

- No debe tardar mucho - dijo con una voz áspera y muy gruesa. - Al fin y al cabo él tiene al otro sapo.

Colocaron la jaula de un lado de la barca y el hombre bajo y delgado se sentó sobre ella, ahora era más difícil escapar, la jaula no tenía cerradura pero con él sobre mi no podía hacer nada.

Escuche gritos que provenían del otro lado del pantano, parecían gritos de dolor y desesperacion, eran gritos de chica.

- Tiana - me dije, pero luego un gritó más estrepitoso me hizo estremecer y rompí mi tranquilidad. - ¡TIANA! -grite

Los hombres se asustaron que lanzaron gritos de terror al oírme hablar.

- ¿Qué fue eso? - Dijo el hombre gordo y grande, parecía ser el más tonto apesar de ser el más grande.

- Vino de aquí abajo - dijo el hombre bajo y delgado, y asomo la cabeza por debajo de sus piernas sin levantarse.

- ¿De ahí abajo? - pregunto asustado él otro.

- Si, parece que él hablo. - dijo señalandome

Eran tan tonto los dos.

- Si, yo hable, y qué muchos lo hacen, ahora déjenme salir de aquí.

Al escuchar esto ambos se aterraron y salieron corriendo fuera de la barca. Salte y salte hasta que pude salir de la jaula y luego me lancé al agua en busca de Tiana.

Al rato salí del agua y entré a los arbustos en busca de Tiana pero no la encontraba por ningún lado, aunque la llamara, ella no respondía.

- ¡NAVEEN! - escuche otro gritó provenía del pantano. Corrí de nuevo y llegue a la orilla, la barca ya no estaba cerca. Ahora se encontraba en marcha hacia otro lugar.

Salte al agua y nade tanto como pude hasta llegar a un roca, subí a ella y visualice la barca, se encontraba lejos de la roca aun, pero pude observar que Tiana se encontraba en la misma jaula en donde yo estuve. Trataba de escapar pero ahora un hombre viejo estaba sentado sobre la jaula y para ella era imposible salir.

Entré de nuevo al agua y nade con fuerza y rapidez hasta llegar a golpearme la cabeza con algo, salí al exterior y me di cuenta que era la barca.

Muy sutilmente y con cuidado entre en la barca y me dirigí hacia la jaula en donde Tiana se encontraba atrapada.

- Tiana - susurre al acercarme.

- Naveen, estas aquí - Dijo ella aliviada, yo le hice la señal de que guardará silencio.

- Tranquila te sacaré de aquí.

Salte  frente el hombre viejo y éste saltó de miedo.

- ¿QUÉ FUE ESO? - gritó

- Ves papa, te dijimos que éste pantano es terrorífico - dijo el hombre gordo.

- Si, muy terrorífico que el sapo que atrapamos antes, nos hablo y luego escapo.

- Eso sí que no lo creo - refutó el viejo.

En ese entonces el viejo se había levantado de la jaula y ya podía sacar a Tiana de ahí. Me dirigí a la jaula y levante la tapa para que Tiana pudiera salir.

- Ahí esta, ese es el sapo que nos hablo.

- No digas mentiras, los sapos no hablan, deben dejar de tomar tanto té de hierbas silvestres, le diré a su madre que deje de darles esa porquería porque los tiene muy extraños ultimamente.

- No creo que sea el té, señor - comenté para que supiera que ellos no mentian.

Ellos se aterraron y saltaron al agua, dejándonos solos en la barca. Tiana y yo rompimos a carcajadas.

- Ven, es hora de buscar a Louis y a Ray - dije riendo aun.

Al cabo de un rato ya nos habíamos incorporado con Louis y con Ray de nuevo. Al parecer Louis se cerró en no entrar a los arbustos para llegar al otro lado del pantano, así que optó por rodearlo y Ray, se quedó junto a él para que no se extraviará.

"Vaya criaturas con las que me vine a topar en Nueva Orleans. "

La princesa y el sapoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora