Ji Mo Ya respondió fríamente:
-El Señor Sacerdote ha pensado mal; éste ha traído a mi compañero de cultivo conmigo, sin embargo su estimada princesa deliberadamente causó una escena, ¿cuál es su intención? Este está muy confundido, ¿está tratando de intimidar a otra raza y forzar un matrimonio?
Huan Qing Yan estaba en ese momento masticando un trozo de cecina hecha con una carne desconocida, después de masticar durante algún tiempo y notar que no se hacía más suave de comer, lo escupió:
-¡Pui! ¡Qué asco! Tío, el vino y la comida de aquí son malos, quiero irme a casa...
Esto fue un acto descarado de abofetear su cara, y provocó que la ira de los gnomos subiera otro peldaño.
El anciano sacerdote gnomo dio una palmada en la mesa:
-¡Qué atrevimiento! La raza de los gnomos está pasando por un periodo de sequía y hambre, pero aún así hemos sacado nuestros mejores vinos y alimentos para dar la bienvenida, ¡y aún así ambos os atrevéis a mostrar ese comportamiento! Además, esta humana, tu compañera de cultivo, tiene un cultivo bajo y un alma incompleta, ¿cómo podría ser mejor que nuestra Princesa Qing Luo? ¡Tener a la princesa con un humano como tú es tu bendición! Hoy, aparte de estar de acuerdo, no hay una segunda respuesta...
La princesa Qing Luo, que seguía en el suelo porque nadie venía a ayudarla, mostró un momento de alegría.
Dijo algo en un tono tímido y feliz.
Huan Qing Yan no entendió de qué estaban hablando, sin embargo, comprendió por el ambiente que se trataba de una discusión.
Inmediatamente cogió un trozo de carne dura de la mesa y lo lanzó hacia el viejo sacerdote gnomo...
Y dijo:
-Viejo gnomo, ¿por qué eres tan fiero? Si te atreves a ser tan fiero con mi tío, te golpearé.
Nadie se había atrevido a lanzar carne seca al viejo sacerdote gnomo en toda su larga vida.
Sin embargo, varios trozos cayeron de lleno sobre él...
El ambiente dentro del banquete estalló al instante, pero el rey gnomo mantuvo la calma sin expresar sus pensamientos.
Con un lanzamiento divino tan certero de Huan Qing Yan, Ji Mo Ya se estaba preparando en secreto para el peor resultado.
El viejo sacerdote gnomo ya había convocado su equipo mágico en preparación para actuar.
Ji Mo Ya mantuvo su expresión tranquila e insípida:
-Este joven maestro es un miembro del Clan Ji Mo, uno de los Ocho Grandes Clanes de los humanos; como soy capaz de descubrir este lugar, estoy naturalmente bien preparado. He apostado hombres fuera de su barrera, si este joven maestro no saliera dentro del período preestablecido...
El Rey Gnomo lo detuvo a mitad de camino y se río a carcajadas:
-Malentendido, todo es un malentendido. Qing Luo sólo está admirando el comportamiento del estimado invitado y Lord Hasa también está bromeando, espero que el estimado invitado no se lo tome a pecho.
La Princesa Hong Luan, que estaba observando el espectáculo a un lado, se acercó en silencio a la Princesa Qing Luo y la ayudó a levantarse antes de reírse:
-En efecto, todo se debe a que la estimada invitada es demasiado atractiva, lo que hizo que mi hermana perdiera su porte.
La Princesa Qing Luo no estaba dispuesta a admitir su derrota, así que le dirigió a Ji Mo Ya otra mirada coqueta antes de mirar fijamente a Huan Qing Yan.
Después, con la ayuda de la Princesa Hong Luan, se alejó mientras movía sus caderas.
El viejo sacerdote gnomo también guardó su equipo mágico y volvió a su posición original.
Al final, cuando el rey habló, la atmósfera tensa desapareció inmediatamente como una ilusión.
Ji Mo Ya también retomó su elegante actitud de joven maestro noble y habló con una leve sonrisa.
Huan Qing Yan se adaptó aún más fácilmente, no entendía en absoluto su conversación, cuando todos mostraban hostilidad, ella ayudaba a Ji Mo Ya.
Ahora que todos volvían a ser amistosos, ella también les seguía la corriente.
-Que comience el banquete, todos, vengan, demos la bienvenida a la llegada de nuestro estimado invitado...
Todos alzaron sus copas ruidosamente.
Huan Qing Yan había probado todos los platos servidos en la mesa y no encontró ninguno que se ajustara a sus gustos.
