Capítulo 464 - Tío...

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El representante del Clan Nan Gong que estaba sentado al frente se levantó de repente, esta persona era también el padre de Nan Gong Bei Cheng, Nan Gong Liang; comenzó su discurso riéndose a carcajadas.

-¡Ha pasado mucho tiempo desde que nuestras dos familias se reunieron para un encuentro! Varios años pasaron en un instante y ahora, Bei Cheng y Fei Fei eran adultos. Cuando eran jóvenes, teníamos un acuerdo verbal de matrimonio para ellos, y ahora que los niños han crecido, me gustaría sugerir mejorar este ambiente festivo confirmando este acuerdo de matrimonio. Viejo Maestro Lin, ¿qué opina?

Sentado en el asiento principal de la sala había un anciano arrugado; era el patriarca del Clan Lin. Lleno de sonrisas:

-¡Genial! Los niños ya son lo suficientemente mayores, de hecho es hora de dejar esto...

Cuando Lin Fei Fei, que estaba sentada con un grupo de miembros femeninos del clan los escuchó, su cara se sonrojó de vergüenza.

Mientras los miembros femeninos del clan a su lado habían empezado a reírse al comprobar su estado, hubo varias miradas; había envidia, celos e incluso odio.

-¡Este no está dispuesto!

Antes de que nadie pudiera empezar con las felicitaciones, Nan Gong Bei Cheng, que antes estaba atiborrándose de comida y bebida, se levantó de repente para oponerse:

-Este siente que yo y la prima Fei Fei no somos adecuados el uno para el otro.

El Viejo Maestro Lin casi se ahoga de la ira mientras se agarraba el pecho y tosía fuertemente.

Nan Gong Liang miró con rabia a Nan Gong Bei Cheng:

-Niño ingrato, ¿qué estás cacareando? Discúlpate rápidamente con el viejo maestro Lin.

Con un fuerte chasquido, Nan Gong Bei Cheng golpeó sus palillos sobre la mesa.

-Este joven maestro no se casará con Lin Fei Fei, este joven maestro ya tiene a alguien en mi corazón. Lin Fei Fei, puedes seguir adelante y llorar a mares...

Cuando se dio cuenta de que Nan Gong Liang se había acercado a él con la intención de darle una paliza, Nan Gong Bei Cheng se dirigió a la ventana más cercana y, con un silbido, saltó por la ventana para escapar.

¡Dejando una sala llena de gente atrás atónita!

Lin Fei Fei gritó en el acto con fuerza mientras le perseguía:

-Hermano Bei Cheng... no te vayas...

****

La calle principal estaba llena de muchos peatones que iban y venían.

-Tío...

Una joven de cuerpo esbelto y extraordinaria belleza caminaba por la calle antes de darse la vuelta y llamar con una sonrisa que haría florecer las flores antes de tiempo.

¡Huan Qing Yan!

Anteriormente, Ji Mo Ya había utilizado afortunadamente un pequeño hechizo sobre ellos para cubrir sus apariciones con un velo brumoso que impedía a los demás ver sus rostros con claridad.

Sin embargo, no obstruía su vista y le permitía ver su apariencia con claridad.

Ji Mo Ya sostuvo su pequeña mano mientras caminaban al azar por las calles:

-¿Qué querías comer esta vez? Dímelo.

Huan Qing Yan mostró una mirada tímida al saber que sus pensamientos estaban siendo descubiertos y dijo:

-Tíos, Bally quiere comer bollos de carne.

'Bally' era el equipo mágico con forma de esfera de Rango Púrpura que Huan Qing Yan en la casa de subastas y para evitar que se escapara, Ji Mo Ya utilizó un equipo mágico de tipo cadena para encerrarlo y enganchó la cadena al brazo de Huan Qing Yan.

A Ji Mo Ya le pareció divertido descubrir que el carácter de esta muchacha era así desde que era joven.

Ella era la que quería comer, ¡pero le echaba la culpa a la pelota!

-¡Comprador dame diez bollos de carne!

Este trozo de comida no podía considerarse ni siquiera un bocadillo para el estómago de Huan Qing Yan...

Su boca había estado comiendo sin parar desde la mañana hasta la noche sin descanso.

Ji Mo Ya sujetaba a Huan Qing Yan con una mano, mientras que con la otra llevaba bolsas con diversos aperitivos.

Antes de esto, Ji Mo Ya consideraba que estaba por debajo de su estatus llevar artículos y hacía que sus Guardias de Plumas compraran comida y la llevaran...

Sin embargo, esto hizo que Huan Qing Yan lo apartara mientras seguía a los Guardias Pluma con la apariencia de un cachorrito hambriento.

Después de reflexionar un poco, Ji Mo Ya decidió llevar todo personalmente.



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