Se sentía desgastado por el viaje y este viaje ya había visto morir a muchos buenos caballos por exceso de cansancio.
Aunque poseía un equipo mágico volador, la condición de su cuerpo le impedía un uso prolongado ya que requería poder mental para usar y manipular los equipos voladores.
Después de las muchas dificultades que tuvo que sufrir, Bai Cheng Feng finalmente entró en el Gran Bosque Desolado.
Y ya había permanecido en su interior durante tres días.
Bai Cheng Feng ya no parecía humano ahora, había sido atrapado dentro de un pantano venenoso dos veces y también picado por un enjambre de abejas venenosas; sólo con un gran esfuerzo cada vez consiguió escapar de cada incidente, pero también le había dejado completamente agotado.
La reputación de los peligros que acechan en el Gran Bosque Desolado era bien merecida.
Una vez más, se sintió totalmente derrotado por su bajo nivel de cultivo.
En la entrada del Gran Bosque Desolado había un cartel que advertía que sólo podían entrar los Maestros de Espíritu Verdadero y superiores...
Sin embargo, ¡él sólo era un lamentable Maestro Espiritual de Siete Estrellas!
Lo que poseía era una actitud de "hazlo o muérete", o encuentra la Piedra de Esencia de Alma, o perecerá aquí.
Una vez sintió que la posición de príncipe heredero era absolutamente importante y para obtenerla, había pasado la mayor parte de su vida maquinando y conspirando.
Ahora, todo lo que quería era alcanzar la cima del cultivo y pasar sus días restantes con la Pequeña Yan como una pareja celestial.
Ahora era incapaz de conseguir a la Pequeña Yan porque sentía que su cultivo era demasiado bajo y no tenía derecho a ella.
Sin embargo, estaba muy seguro de que todavía tenía una oportunidad.
Después de curar a Pequeña Yan, podría sumergirse en el cultivo.
Bai Cheng Feng se apoyó en un enorme árbol jadeando fuertemente; el príncipe con encantos diabólicos que miraba a todos con desprecio actualmente parecía un lamentable perro callejero.
Sólo ese brillo firme y obstinado en sus ojos le hacía parecer humano.
Como dice el refrán, cuando una persona tenía mala suerte, hasta el agua fría se le clavaba en los dientes.
Cuando Bai Cheng Feng estaba apoyado en el árbol y descansando, el enorme árbol se movió y rodeó su cintura con una rama y fue levantado...
Muy asustado, Bai Cheng Feng fue incapaz de reaccionar inmediatamente y toda su persona fue tirada hacia atrás por la rama y fue arrojada con saña.
Era un árbol alto y enorme, y muy grueso, la rama que lo envolvía no era para nada pequeña; el poder de lanzamiento de dicha rama hizo que volara unos cuantos kilómetros.
La velocidad era también extremadamente rápida, Bai Cheng Feng empezó a sentir náuseas y vértigo.
Sin embargo, todo lo que podía hacer era rezar sinceramente en su corazón y esperaba aterrizar en un parche de vegetación espesa...
Después de varios segundos y con un silbido, Bai Cheng Feng cayó en un lugar oscuro y se dio cuenta de que seguía cayendo...
¡Era una cueva en una montaña!
Bai Cheng Feng tuvo pensamientos de muerte al darse cuenta, pero afortunadamente, la cueva era extremadamente profunda y en los últimos momentos, logró concentrar toda su fuerza e invocó su equipo mágico volador para amortiguar la caída.
Evitando el resultado de ser aplastado en pasta de carne.
Toda su persona estaba completamente agotada y le hizo caer inconsciente en el acto.
***
El Imperio Xuan Chu
Estaba situado en la posición suroeste de la Corte Sagrada de la humanidad, la Cordillera de la Nube Púrpura también atravesaba su territorio.
Poseía un amplio territorio rico en recursos y entre los cinco grandes imperios, era el imperio que poseía el mejor territorio y entorno.
El Imperio de Xuan Chu adoptó un sistema feudal en el que las realezas eran una mera existencia simbólica, los verdaderos responsables del poder eran los señores feudales del imperio, los Diez Marqueses.
Tenían el control de diez territorios diferentes, y cada uno de ellos poseía sus propios recursos y rasgos únicos.
Para decirlo sin rodeos, era un imperio destrozado que no podía controlar a sus señores vasallos ni a los grandes clanes; los miembros de la familia real eran pocos y no poseían la capacidad de dirigirlos aunque quisieran.
Lo único que tenían que hacer los señores feudales era ofrecer algún tributo a la familia real cada año.
Debido a esto, el Imperio Xuan Chu también fue llamado la tierra de los bárbaros.
Sin embargo, las tierras dentro de la capital de Xuan Chu seguían siendo bien administradas, con lo que se conseguía una imagen muy próspera y floreciente.
El Clan Lin de la capital estaba decorado con colores festivos y de celebración.
Era el cumpleaños de la esposa del Patriarca del Clan Lin, la señora era del Clan Nan Gong y las celebraciones realizadas esta vez eran mejores que las de años anteriores.
El gran salón del Clan Lin estaba actualmente lleno de invitados.
A la derecha estaban los miembros del Clan Lin mientras que a la izquierda estaban los miembros del Clan Nan Gong, las dos familias se habían reunido para celebrar la ocasión.
Nan Gong Bei Cheng también estaba sentado entre ellos para disfrutar de la comida y la bebida.
