Es el pecador de su raza.
Ji Mo Ya levantó las cejas y reflexionó durante un rato:
-He oído hablar del Tótem de la Vida del Gnomo, ¿es realmente tan misterioso? Aparte de la realeza, ¿hay algún método para activarlo?
-Se rumorea que hay otro método, pero requiere lluvia espiritual, y eso tiene la probabilidad de reactivar el Tótem Vital. El último sabio de los gnomos era un sabio de la lluvia que poseía el tesoro espiritual de la nube. Sin embargo, se dice que el uso de este método posee ciertos efectos secundarios, además, como nadie ha probado este método antes, nadie fue capaz de determinar cuál es el efecto secundario. Recientemente, Herbu reunió a sacerdotes que poseían tesoros espirituales relacionados con el agua y habían intentado usarlos para reactivar el Tótem de la Vida, pero desafortunadamente, sus esfuerzos fueron en vano ya que fallaron...
¿Efectos secundarios?
Ji Mo Ya sabía desde hace tiempo que el Rey Gnomo había estado ocultando cierta información.
-¿Entonces sabes quiénes son los humanos que estaban confabulados con Herbu?
Dorna respondió:
-Aunque estoy disfrazado de equipo mágico, también había hecho una investigación sobre esto pero no pude obtener mucha información. Todo lo que pude averiguar fue que este grupo de humanos tiene un poderoso historial, deben pertenecer a uno de los Ocho Grandes Clanes; antes de que pudiera averiguar más, me trataron como un equipo mágico inútil y me enviaron a subasta. Parece que actualmente suministran agua y comida a Herbu, los gnomos que sirven voluntariamente a las órdenes de Herbu podrían obtener de él algunas raciones de agua y comida cada día...
Los ojos de Ji Mo Ya se oscurecieron, ¿uno de los Ocho Grandes Clanes?
¡Este asunto se le estaba yendo de las manos!
Inicialmente, Ji Mo Ya había pensado que era sencillo; algunos codiciosos desean utilizar a los gnomos para adquirir equipo mágico para hacer negocios, por eso apoyaron a Herbu y le ayudaron en su revuelta.
Pero si los Ocho Grandes Clanes estaban involucrados, todo no sería tan simple como parece.
Los Ocho Grandes Clanes eran todos clanes antiguos, ¡a ninguno de ellos le faltaría dinero!
Es muy probable que las cosas no fueran tan sencillas como parecían, había que investigar más a fondo, ¿qué estaban tramando?
Ji Mo Ya dijo:
-¿Qué piensan hacer todos ustedes ahora?
Todos los gnomos miraron hacia Dorna, nunca se someterían a un Rey que ni siquiera podía encender el tótem.
Incluso si Herbu consiguiera tomar prestados poderes externos para encender el tótem, seguirían sin aceptarlo.
Si tuvieran que elegir, sólo lo haría el hijo del difunto Rey al que respetan.
¡Dorna es ahora un rey!
-Derrotar a Herbu, encender el tótem y devolver la vida pacífica a los gnomos. -Una firme resolución estaba dentro del par de ojos grandes de Dorna.
Esta era su responsabilidad.
Mientras hablaba hasta aquí, miró incontroladamente al infantil Huan Qing Yan.
Sentía que la actual Huan Qing Yan era bastante buena, un intelecto bajo significaba que no sabía nada y que siempre podía permanecer inocente y despreocupada, le gustaba su estado actual...
Ji Mo Ya fue capaz de percibir la mirada de Dorna, frunció ligeramente el ceño mientras su actitud también se había vuelto más fría por unos cuantos puntos.
-Dorna, este Joven Amo recuerda de repente que cuando te compré, este Joven Amo gastó seiscientas piedras espirituales, ¿cómo piensas pagar esto? Si no puedes pagarlo, estoy dispuesto a aceptar una Vid del Tesoro de Nueve Estrellas para pagar esta deuda si puedes encontrar una.
Hace un momento estaban hablando del gran asunto de la venganza por su país, y de repente, el tema cambió a las deudas, esto hizo que los gnomos no pudieran reaccionar a tiempo.
La cara de Dorna se sonrojó:
-Por favor, pon esta deuda en la cuenta por ahora, cuando se presente la oportunidad, naturalmente será pagada. No tengo la Vid del Tesoro. -Su situación actual era muy grave, por no hablar de la posesión de piedras espirituales para pagar la deuda.
El tesoro había estado bajo el control de Herbu hace mucho tiempo, actualmente sólo eran refugiados sin un solo centavo.
Ji Mo Ya reconoció ligeramente su respuesta y adoptó su imagen celestial una vez más:
-Herbu me dio una Vid del Tesoro de Nueve Estrellas marchita y me dijo que la Vid del Tesoro marchita podría ser restaurada si le ayudaba a reactivar el Tótem de la Vida, ¿eran esas palabras dignas de confianza?
