Seguramente ella había oído hablar de la gran reputación del Joven Maestro Ya.
Si hubieran estado en la calle, no se habría atrevido a enfrentarse a él; pero ahora que estaba en su propia casa y con un abuelo que la mimaba, no se contuvo al gritar.
El viejo maestro Lin volvió a dirigir una mirada de medición a Huan Qing Yan, pero esta vez no fue amistosa.
Sin embargo, tenía curiosidad; la chica era ciertamente bonita, pero parecía poseer una baja inteligencia, ¿cómo era posible que robara al prometido de su bella Fei Fei?
Lin Chong miró rápidamente a Lin Fei Fei:
-¿De qué estás hablando? Son invitados estimados de nuestro Clan Lin, vete ahora si sigues soltando tonterías.
Lin Fei Fei se dio la vuelta y saltó de nuevo a los brazos del Viejo Maestro Lin y empezó de nuevo con su llanto.
Había encontrado a Nan Gong Bei Cheng escondido bajo la mesa de una tienda de dumplings.
Sin embargo, Nan Gong Bei Cheng no estaba dispuesto a volver con ella e incluso la había regañado, también le había dicho que se olvidara de él.
Afortunadamente, el tío Nan Gong Liang logró alcanzarlos, de lo contrario habría perdido toda su reputación hoy.
Al ver lo cerca que estaba Nan Gong Bei Cheng de Huan Qing Yan, la expresión de Ji Mo Ya era mucho más apagada que antes.
Dijo lentamente:
-No hay necesidad de presentar a su hijo Nan Gong Bei Cheng, este joven maestro es el vicedirector de la Academia Ola Creciente y ha conocido a su hijo en algunas ocasiones.
Sonaba cortés, pero sus manos no permanecieron tan inmóviles y agitó ligeramente una mano detrás de Huan Qing Yan; con una acción casual y sin esfuerzo parecía que estaba espantando las moscas de ella, y sin embargo este acto hizo que Nan Gong Bei Cheng fuera empujado hasta la entrada.
No se dio ninguna apariencia de cara.
Pareciendo avergonzado, Nan Gong Liang se levantó y dijo:
-Poder conocer al Joven Maestro Ya, fue la bendición de mi joven hijo, ¿puedo preguntar qué hizo que el Joven Maestro Ya viniera a la Finca Lin?
Lin Chong ya había llamado a los sirvientes para que dispusieran un asiento para Nan Gong Liang y también para que le sirvieran té.
Cuando Ji Mo Ya no respondió, Lin Chong lo vio en su expresión y repitió lo que se había hablado antes.
-El Joven Maestro Ya estaba aquí para averiguar el lugar donde se descubrió la Vid del Tesoro... eso...
La expresión de Nan Gong Liang cambió por un momento antes de volver rápidamente a la normalidad:
-¿Puedo saber el propósito por el que el Joven Maestro Ya está buscando la Vid del Tesoro? Este artículo es realmente difícil de adquirir...
Ji Mo Ya ya sabía que se habían dado cuenta del estado anormal de Huan Qing Yan, por lo que ya no lo ocultó:
-El alma de la pequeña Yan ha encontrado algunos problemas y necesita urgentemente una Vid del Tesoro. Si hay algún conocimiento del paradero de una Vid del Tesoro o algún rumor sobre una, este joven maestro está dispuesto a ofrecer un alto precio por la información.
Lin Fei Fei interrumpió incontroladamente:
-Ella es una persona endemoniada, incluso curada sólo seguirá siendo una tonta. Nuestra familia no conoce el paradero de ninguna Vid del Tesoro, aunque lo sepamos, no se lo diremos, puede irse...
Cuando ella habló, Lin Chong y Nan Gong Liang tosieron fuertemente juntos.
-¡Fei Fei, no seas descortés con el Joven Maestro Ya!
Lin Fei Fei se escondió rápidamente detrás del Viejo Maestro Lin asustada; temía tanto a su Padre como a su Tío ya que ambos eran personas muy estrictas.
Ji Mo Ya mostró una vaga sonrisa y no habló, prefiriendo beber el té.
Su porte era elegante y correcto, mostraba la buena educación de un joven maestro de un gran clan.
Nan Gong Bei Cheng habló:
-Lin Fei Fei, ¿qué estás diciendo? A la Pequeña Yan le costó mucho recuperar su alma para comer y hablar; ¿tienes algo de compasión? Con un corazón tan malo, ¡no me extraña que este hermano no se sintiera atraído por ti!
Sus palabras añadieron aceite al fuego, además de dejar a Lin Fei Fei sin palabras, también encendió el fuego dentro del Viejo Maestro Lin.
El Viejo Maestro Lin se mantuvo firme en apoyar a su nieta:
-¡Bei Cheng, te has excedido con tus palabras! ¡La perla de nuestro Clan Lin no es alguien a quien puedas despreciar e insultar! Este anciano piensa cancelar el acuerdo matrimonial para los dos, o de lo contrario podrías estar diciendo que nuestra Familia Lin te está forzando.
Feliz más allá de las palabras, Nan Gong Bei Cheng gritó de alegría y se sentía cada vez más disgustado con Lin Fei Fei cuanto más la miraba.
Normalmente, sin importar lo que ella hiciera, él no habría dicho nada malo sobre ella delante de los mayores del Clan Lin; pero ahora, eligió cometer una metedura de pata en su lugar.
