Cuando 'Huan Jiu Li' escuchó que Huan Qing Yan había sido dañada, un aura asesina emanó de él por un instante, lo suficiente como para que la pequeña paloma blanca saltara y dejara de volar del susto.
Pero cuando escuchó que finalmente se había salvado, su expresión se suavizó ligeramente:
-¿Dónde estaba la última ubicación conocida de Ji Mo Ya?
-Aparentemente en las Montañas de la Nube Púrpura antes de que desapareciera repentinamente. Por favor, tenga la seguridad, Emperador Roc, que definitivamente encontraremos respuestas.
'Huan Jiu Li' sintió repentinamente que la ansiedad brotaba en su corazón, ahora que había regresado a las Tierras de los Demonios, la distancia entre los dos territorios había causado una brecha en la comunicación y también estaba demasiado lejos para hacer algo. Todo era culpa de ese Demonio Águila por haberle hecho regresar antes de tiempo; sólo podía esperar que no le ocurriera nada más a esa muchacha, si no, no podría explicarlo.
Aquella palomita blanca empezó a entusiasmarse y a chismorrear:
-Emperador Roc, se rumorea que Ji Mo Ya y esa futura santa chica Luan tienen un acuerdo de matrimonio. Definitivamente asistirá a la ceremonia de la Santa, y durante la misma podríamos localizar el paradero de Lady Huan...
Todas las mujeres, ya sean demonios o humanas, poseían un corazón apasionado por los chismes.
'Huan Jiu Li' entrecerró los ojos mientras decía con arrogancia:
-¡Por lo que parece, debería hacer algo para unirme a los humanos y celebrar que han conseguido su Santa!
-Bien dicho, ¿qué Demonio Mayor desea enviar el Emperador Roc?, -preguntó alegremente la palomita blanca.
-¡Este emperador se dirigirá personalmente! -'Huan Jiu Li' se mofó.
-¿Ah?
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Huan Qing Yan estaba alimentando el tercer tazón de Sopa Lingzi de Dátil Rojo al espíritu del dragón.
¡Sus tesoros espirituales de cerdo y hoja rodeaban al espíritu dragón mientras lo veían beber el alimento medicinal con expresiones de celos, envidia y odio!
Los dos realmente querían comer, pero su actual estado de ilusión les hace imposible hacerlo.
Especialmente el tesoro espiritual del cerdo, intentó descaradamente molestar al tesoro espiritual del dragón cargando contra él; incluso el tesoro espiritual de la hoja también lo intentó y ayudó. Estos dos tesoros espirituales de Huan Qing Yan, sorprendentemente, habían dejado de luchar entre ellos y se habían unido.
Estaban excepcionalmente indignados por el hecho de que el tesoro espíritu del dragón pudiera comer mientras ellos no podían hacerlo.
El tesoro espiritual del dragón había ignorado completamente las molestias tales como pinchar, abordar, empujar, morder, etc.; simplemente balanceó su cola y lanzó a los dos lejos antes de continuar disfrutando con gracia de su comida.
Mientras los tres tesoros espirituales jugueteaban, Huan Qing Yan miraba por la ventana del carruaje y disfrutaba del paisaje...
-Joven Maestro Ya, ¿es esta la dirección de la Academia Ola Creciente?
¡Llevaban ya cinco días de viaje y el instinto de Huan Qing Yan le decía que esta no era la ruta hacia la Academia Ola Creciente!
Dentro del vagón volador, Huan Qing Yan y Ji Mo Ya pasaban el tiempo juntos, comiendo y jugando mientras disfrutaban del paisaje como y cuando querían, los días se pasaban muy cómodamente, y antes de que se dieran cuenta, ya habían dejado las Montañas de la Nube Púrpura muy atrás.
Todos los días, creaba todo tipo de platos espirituales para alimentarse, preparaba alimentos medicinales nutritivos para el tesoro espiritual del dragón o elaboraba un poco de vino de grano espiritual. Ahora, en su almacén, había una gran cantidad de Vino de Grano Espiritual almacenado.
El vino de grano espiritual era algo que Ji Mo Ya y el tesoro espiritual dragón disfrutaban bebiendo.
-Oh, ¿quién te ha dicho que vamos a volver a la Academia Ola Creciente? -Dijo Ji Mo Ya con pereza.
Los últimos días, había estado leyendo un libro, sin embargo, el libro no tiene título, parecía que el libro era un manual secreto o algo similar.
Huan Qing Yan se sobresaltó, siempre había pensado que se dirigían a la Academia de Ola Creciente:
-¿No me dijiste que ganara créditos para cambiarlos por Hierba de Espíritu Verdadero cuando volviera a Ola Creciente para poder convertirme rápidamente en un Maestro de Espíritu Verdadero?
-No hay prisa. La Corte Sagrada está celebrando una ceremonia para conferir el título de Santa, tenemos que participar.
-¡Vaya, la Santa! -Huan Qing Yan pareció recordar algo que un maestro mencionó antes, -¿No hace más de un siglo que no tenemos una Santa?
