Mo Si miró la rara expresión de ansiedad que mostraba su joven maestro antes de mirar a Huan Qing Yan que estaba recostada sobre sus muslos, parecía que estaba descansando...
Siendo la mujer de su joven maestro, no se atreve a demorar su mirada...
Mo Si retiró su mirada:
-Joven Maestro por favor esté seguro, con la gran reputación como la casa de subastas de la Ciudad Du Jing, ellos nunca se atreverían a vender artículos falsos...
Ji Mo Ya entrecerró los ojos por un momento, su mirada estaba llena de intención helada.
Mo Si reaccionó inmediatamente:
-Sí, Joven Maestro, este subordinado investigará inmediatamente. Si se descubre que lo que ofrecen es falso, Mo Si traerá la cabeza del vendedor en una bolsa y se la presentará. Si es real, este subordinado preguntará si aún poseen más, si tienen más, les robaré. ¿Qué piensa el Joven Maestro sobre esto?
Ji Mo Ya respondió con su voz clara:
-Es una muy buena idea, proceda.
Mo Si casi resbala y cae en el acto.
Posee el tesoro del espíritu del loro, por lo que las palabras que utilizó no debían tomarse demasiado en serio; ¿no lo sabía el joven maestro?
¡Sin embargo, todavía lo tomó en serio y dijo que era una buena idea! ¡Qué hacer!
Sin embargo, Mo Si seguía bastante contento ya que su idea había recibido el reconocimiento del Joven Maestro, y eso le llenaba de gusto.
-Sí, este subordinado procederá inmediatamente.
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Clan Ji Mo
Después de una serie de prácticas de técnicas de cultivo, la Señora Ru recibió un informe de una chica de servicio.
-Señora, hemos investigado los antecedentes de esa chica tonta.
-Habla. -Madam Ru abrió sus ojos que estaban llenos de poder dominante.
Ella, Mu Rong Ru, ha sido bendecida por los cielos con talentos sobresalientes desde joven.
Esto la llevó a desarrollar una actitud orgullosa y cuando era joven, a menudo se disfrazaba de hombre y viajaba a los rincones del continente.
Sólo hasta que conoció al padre de Ji Mo Ya, Ji Mo Wu Hui, se cambió a ropa femenina.
Sus años de viaje y experiencia habían creado un carácter que no podía perder ante los hombres, un ejemplo típico de mujer fuerte e independiente.
-Es una joven de una casa caída del Imperio de las Nubes Colgantes, su nombre es Huan Qing Yan. Su padre había fallecido, dejando atrás a su viuda y a su hermano menor. Su padre era un chef espiritual cuando estaba vivo y le transmitió sus habilidades, ahora ya es una Chef Espiritual Intermedia mientras que su tesoro espiritual poseía el Talento de la Estrella Huevo de Ganso. El Joven Maestro la seleccionó como su chef espiritual cuando visitó el Imperio de las Nubes Colgantes durante sus viajes...
La chica de servicio informó de todos los detalles.
Estos fueron los resultados que se obtuvieron tras unos días de investigación.
El exquisito rostro de Madam Ru mostró su infelicidad:
-Así que no quería a Xin Ruo porque ya tiene a alguien en su corazón.
Su voz era sencilla y fría.
Mu Rong Xin Ruo estaba de pie junto a ella y llevaba una palangana de agua para que Madam Ru la usara cuando quisiera, por lo que también podía escuchar claramente todo lo que se informaba.
Su rostro palideció mientras se mordía los labios y bajaba la cabeza todo lo posible.
-Ya que al primo le gusta esta Lady Huan, entonces debe ser muy maravillosa, su talento de estrella es alto y también es una chef espiritual...
Madam Ru estaba extremadamente frustrada por lo mansa que era esta sobrina suya:
-¡Las mujeres de nuestro Clan Mu Rong pueden incluso ganar a los hombres, sin embargo, cómo hemos tenido una descendiente tan débil de voluntad como tú!
Su tono era extremadamente duro, haciendo que Mu Rong Xin Ruo encogiera su cuerpo incontroladamente.
Esta reacción sólo amplificó aún más la ira de Madam Ru, y tras un repentino destello de pensamiento, simplemente agitó la mano:
-Que así sea, ésta es sólo otra concubina más; ya que consiguió una por sí mismo, con la primera seguramente vendrá una segunda. Todos ustedes pueden irse, recuerden hacer que nuestros hombres vigilen de cerca la situación y que informen inmediatamente si notan algo extraño.
-Sí, señora.
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Salón Privado Número Ocho de la Casa de Subastas de la Ciudad de Du Jing
Inmediatamente después de que el mentalizado Mo Si se marchara, Ji Mo Ya sintió un débil movimiento en sus muslos.
Huan Qing Yan había abierto sus encantadores ojos de fénix y lo miraba directamente con sus ojos claros y vivos; en su mirada también había un toque de inocente sondeo.
-¿Chica Yan? -Ji Mo Ya se sobresaltó por un momento antes de que sus ojos estrellados se llenaran de una sensación de alegría.
La Huan Qing Yan que estaba sobre sus piernas no sólo lo miró, sino que incluso estiró sus manos y acarició el rostro de Ji Mo Ya; con una mirada soñadora dijo con voz tierna:
-Tío, eres realmente guapo.
¿Tío? ¿Qué demonios?
