La Academia Ola Creciente era enorme y poseía muchas salas, cada una de las cuales era independiente de las demás y ocupaba una gran superficie.
¿Cómo podría encontrar a Ji Mo Ya?
¿Quizás Ji Mo Ya no había entrado en la Academia Ola Creciente?
¿Tal vez todavía estaba en el mar?
Se dio la vuelta y volvió:
-Profesor Kang, ¿sabe si el Joven Maestro Ya ha llegado a la Academia Ola Creciente?
Kang Hao Ming se sorprendió:
-¿Joven Maestro Ya? ¿Conoces al Joven Maestro Ya?
-¿Está actualmente en la Academia Ola Creciente? ¿Dónde está? -Huan Qing Yan preguntó con impaciencia.
-No está aquí, dio algunas lecciones hace unos años pero se fue a viajar por el continente durante los últimos dos años. Eh, ¿por qué preguntas por el Joven Maestro Ya?
-Pero hoy ha venido de visita, ¿no? ¿En qué sala se aloja?
Una de las profesoras dijo con impaciencia:
-¿Cómo no va a haber una conmoción cuando el Joven Maestro Ya viene a la academia? Este profesor es un fan acérrimo del Joven Maestro Ya, si él está aquí, ¿cómo podría este profesor seguir aquí? ¡De verdad!
Huan Qing Yan estaba abrumada por la ansiedad, estaba preocupada por el cuchillo en su pecho y se preguntaba cuál era su estado actual, realmente quería verlo...
Pero no tenía idea de dónde buscarlo.
Había una gran diferencia entre Ji Mo Ya y Huan Qing Yan, podría decirse que los dos eran de mundos completamente diferentes.
Cada vez que él visitaba algún lugar, causaba una gran conmoción.
Sin embargo, era capaz de ir y venir a su antojo, no era algo que cualquiera pudiera hacer...
No tenía ni idea de dónde buscarlo, ni siquiera sabía en qué dirección se encontraba el Clan Ji Mo dentro del Continente del Tesoro Espiritual.
Una profunda sensación de impotencia surgió en su corazón.
No, ¡no podía rendirse!
Tenía que encontrarlo y explicarle adecuadamente, tenía tantas cosas que deseaba contarle...
Huan Qing Yan buscó en todas las salas.
Sin importar el enorme tamaño de cada sala, y su desconocimiento de ellas.
Buscó por todas partes hasta que el brillante cielo se volvió oscuro por la noche.
Preguntó a muchas señoras mayores, y todas dijeron lo mismo: que el Joven Maestro Ya no había venido nunca.
Huan Qing Yan estaba cansada, hambrienta y con el corazón roto.
Resbaló y cayó en la oscuridad, las turbulentas emociones que surgían en su interior hicieron que las lágrimas rodaran por su rostro en la oscuridad.
Era como un gatito abandonado.
¡Ji Mo Ya se había ido!
No visitó la Academia Ola Creciente, ya no deseaba volver a verla.
Era esa chica reencarnada, ¡todo era por ella!
Un aire de resentimiento brotó dentro de su corazón, no pudo evitar desear poder hacer pedazos a la chica reencarnada.
Sin embargo, eso no cambiaría la situación actual.
De repente, una figura se dirigió hacia ella desde la oscuridad, con pasos tambaleantes y una voz suave:
-Pequeña Yan, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué lloras?
-¡Bai Cheng Feng, vete, piérdete! Todo es por tu culpa, ¿y qué si te reencarnas? ¿Significa eso que puedes venir a molestar a quien quieras? -Si él no hubiera vuelto y provocado a la chica reencarnada, ella no habría hecho las cosas que hizo.
¡Bai Cheng Feng era también uno de los principales culpables!
Bai Cheng Feng acababa de despertarse.
La mitad de su cuerpo estaba todavía hinchado y rígido, por lo que caminaba de forma tambaleante.
Pero lo primero que hizo al despertarse, fue buscar a Huan Qing Yan.
Antes de que pudiera acercarse, fue golpeado sin razón alguna.
Se sentó a su lado y la abrazó con ternura, empujándola sobre el hombro que no estaba hinchado:
-Pequeña Yan, lo siento, por favor no llores. Todo es culpa mía, pero ten por seguro que a partir de ahora te trataré bien.
Huan Qing Yan no sabía qué decir.
Viendo el lamentable estado del actual Bai Cheng Feng, no importaba quién fuera en el pasado, ahora era una persona profundamente enamorada.
A pesar de su estatus de príncipe noble y después de haber sido regañado sin saber la razón, aún así bajó su porte para apaciguarla y estar a su lado.
Ella le instó a alejarlo, sería aún mejor si pudiera morir inmediatamente.
