¡Se suponía que era su mujer!
¡Ella es su Pequeña Yan!
-¡Mujer, lo repito una vez más! -Los profundos ojos negros de Bai Cheng Feng parecían poseer una capa de ámbar bestial.
Shangguan Lian Lian no sintió el peligro sobre ella y continuó sonriendo:
-Esta señora dice que si quieres detener el incidente relacionado con tu encuentro con la mujer del Joven Maestro Ya, muestra algo de sinceridad; como un millón de piedras espirituales o algo así. Si no, esta señora tiene muchas amigas cercanas y posee una amplia red, ¡algunas cosas podrían salirse de control! ¿Qué pasa si el Joven Maestro Ya va a descubrir que su mujer le ha puesto los cuernos a sus espaldas, esa mujer suya puede olvidarse de vivir, tú también puedes olvidarte de vivir...?
Bai Cheng Feng se movió con la velocidad del rayo, y Shangguan Lian Lian sólo vio un borrón.
Su cuello había sido agarrado una vez más y esta vez, la fuerza era excepcionalmente poderosa, como si su cuello fuera a romperse en cualquier momento.
Una espesa aura asesina comenzó a emitirse desde Bai Cheng Feng, y no se contuvo.
Shangguan Lian Lian abrió mucho los ojos y habló con gran dificultad y algo de incredulidad:
-¿Qué intentas hacer? Esta dama es de los Ocho Grandes Clanes y se convertirá en la mujer del Joven Maestro Ya en el futuro...
El aura de bestia feroz que Bai Cheng Feng había estado reprimiendo ya no podía ser controlada mientras experimentaba una excitación similar a la de una bestia que mata a su presa:
-La mujer del Joven Maestro Ya, si ese es el caso, entonces realmente debo matarte, puede evitar que la Pequeña Yan experimente algún dolor en el futuro. Una amenaza menos...
Mientras hablaba, también se lamió los labios y mostró un estado extremo de maldad y excitación.
Aumentó la fuerza de su agarre mientras quería romperle el cuello.
Sólo ahora Shangguan Lian Lian era consciente de que estaba en peligro, de que ese hombre realmente se atrevía a matarla y no bromeaba. ¡Que su identidad como Joven Señora perteneciente al Octavo Gran Clan estaba al pedo frente a él!
Sin embargo, fue incapaz de resistirse como una débil Maestra Espiritual de Siete Estrellas.
Shangguan Lian Lian instantáneamente mostró una mirada lastimera; con los ojos llorosos parecía excepcionalmente inofensiva y gentil; una expresión que funciona mejor contra los hombres:
-Hermano Mayor, esta tiene la culpa, esta ya no se atreve, por favor déjeme ir Hermano Mayor...
Por un momento, la mente de Bai Cheng Feng se estremeció.
A continuación, resopló fríamente:
-¿Técnica de Seducción de Zorro? Así que, realmente eres un...
La fuerza de su agarre no disminuyó, Shangguan Lian Lian quedó inconsciente; si continuaba unos segundos más, moriría.
En ese instante, Bai Cheng Feng sintió de repente que el peligro venía por detrás de él.
Eso le obligó a soltar a Shangguan Lian Lian para evadirse, y miró hacia allí.
Vio que era una persona con una máscara de zorro, que llevaba a la inconsciente Shangguan Lian Lian.
La persona enmascarada habló con una voz sin género:
Tú y yo somos conscientes de que somos de la misma clase; espero que no interrumpas los planes de mi clan y que cada uno viva su propia vida; si no, ¡podemos perecer juntos!
Siendo también un Maestro de Espíritus Verdaderos, el recién llegado no parecía poseer un nivel de cultivo superior al de Bai Cheng Feng.
Si Bai Cheng Feng no quería dejarles marchar y planeaba luchar hasta el final, entonces era probable que ambas partes acabaran sufriendo grandes daños. Por lo tanto, las dos partes no hicieron ningún movimiento y la situación se convirtió en un punto muerto.
Bai Cheng Feng preguntó solemnemente:
-¿Cuál es tu motivo?
-Si estás dispuesto a unirte a nosotros, entonces compartiré contigo nuestro motivo. Si no, saber demasiado sólo hará que te encuentres con un final indeseable, -respondió la persona de la máscara de zorro.
Bai Cheng Feng reflexionó por un momento:
-Entonces, ¿estás aquí para la Ceremonia de la Santa?
Los clanes demoníacos han desplegado a sus hombres demonio con el fin de interrumpir la Ceremonia de la Santa.
Bai Cheng Feng estaba aquí por su propia voluntad, el Emperador León no le ordenó venir, no estaba involucrado en esta misión y no desea estar involucrado también.
