Huan Qing Yan reaccionó saltando también por la ventana y le dio caza.
-Bally, no corras.
Estaba completamente oscuro en el exterior, aunque no había árboles vivos, todavía había muchas rocas, piedras así como troncos y ramas marchitas que estaban esparcidas por la zona, convirtiéndolo en un terreno peligroso.
También había varios gnomos de aspecto vicioso que montaban guardia cerca, rodeándola; dentro de la oscuridad de la noche sus ojos esmeralda eran como horribles lámparas brillantes.
'Bally' se vio obligado a detenerse cuando se volvió hacia Huan Qing Yan y gruñó, indicándole que regresara.
Huan Qing Yan empezó a llorar debido a su feroz exhibición:
-Bally, ¿por qué no quieres jugar conmigo?
'Bally' se sintió extremadamente frustrado mientras bajaba la bolsa de agua que llevaba en su espalda y corría hacia Huan Qing Yan.
A pesar de que sólo llegó a la altura de su rodilla, agarró el vestido de Huan Qing Yan con ojos llenos de ira y tiró de él.
A pesar de su pequeño cuerpo, tenía una sorprendente fuerza y consiguió arrastrar a una tambaleante Huan Qing Yan de vuelta a la cabaña de madera.
-Bally...
Huan Qing Yan parpadeó y quiso hablar, pero la paciencia de "Bally" aparentemente había llegado a su límite, ya que dijo:
-¡Mujer idiota! Entra rápidamente y cierra la ventana. ¡No vuelvas a abrir la ventana si vuelve a venir algún gnomo! Este gnomo no se llama Bally, ¡me llamo Dorna! Si vuelves a llamarme Bally, te mataré a puñaladas.
Mientras hablaba, abrazó las piernas de Huan Qing Yan y la lanzó por la ventana.
¡Huan Qing Yan fue arrojada de nuevo a la cabaña!
Con un par de golpes, la ventana volvió a cerrarse con fuerza.
La cabeza de Huan Qing Yan estaba tendida en el suelo, pero afortunadamente, el suelo de la cabaña era blando.
Después de estar inconsciente durante algún tiempo, finalmente se despertó y se puso de pie antes de darse cuenta de que los gnomos habían desaparecido.
Se sentó en el suelo y se lamentó sin llorar por su imagen.
-Bally no me quiere, wuu wuu wuu, el tío también se ha ido...
***
Ji Mo Ya también fue emboscado por los gnomos.
Había seguido los túneles de los gnomos bien desarrollados y se aventuró en lo más profundo y no descubrió nada.
Finalmente llegó a un callejón sin salida y se dio la vuelta para desandar su camino, pero lo que apareció ante él fueron cien lanzas de piedra densamente empaquetadas que llevaban los gnomos.
Al fondo de la manada de gnomos había una existencia que estaba al nivel de un Maestro de Espíritus Verdaderos humano.
La mirada que cada gnomo le dirigió fue como si hubiera matado a su padre.
Ji Mo Ya se sintió extraño, aunque las razas raras normalmente no dan la bienvenida a otras razas, pero no desarrollarían el odio a tal nivel, ¿qué salió mal?
-Mis disculpas por mi abrupta visita, soy un humano y es la primera vez que visito este precioso lugar. Estoy aquí para buscar ayuda...
Antes de que pudiera terminar de hablar, ¡una lluvia de flechas de piedra voló hacia él!
Ji Mo Ya se sintió aún más confundido, y fue en este momento, que también había sentido que la formación defensiva que colocó para Huan Qing Yan se había abierto.
Esa formación defensiva no podía ser abierta por alguien que tuviera un cultivo inferior al suyo, y también había confirmado que no había ningún individuo de ese nivel en un radio de varios kilómetros.
Por eso salió, para buscar la Vid del Tesoro con tranquilidad.
¿Qué estaba pasando?
¿Qué ha pasado con Yan Lass?
Inmediatamente utilizó su sentido divino y vio que una chica abría una ventana y dejaba entrar en la cabaña a un grupo de gnomos con evidentes expresiones hostiles...
Ji Mo Ya se movió de inmediato, después de unos cuantos borrones, se alejó del grupo de gnomos que lo rodeaban sin siquiera darles la oportunidad de perseguirlo.
Cuando llegó de nuevo a la cabaña, vio a una chica lamentándose tristemente en el suelo.
-Bally no me quiere, wuu wuu wuu, el tío también se ha ido...
Ji Mo Ya la levantó y lanzó un Hechizo de Limpieza para eliminar la suciedad y el agua de su cuerpo, así como las lágrimas de su cara.
Luego la miró con calma y le dijo:
-Sólo olvidé decirte que no abrieras la ventana y te pusiste así, ¿tu hábito de buscar la muerte se ha desarrollado desde joven?
