-¡Oh, cielos, ese es el Joven Maestro Ya, es exactamente como lo habían descrito los rumores, como un celestial de los cielos!
-Sólo lo había mirado una vez, antes de sentir un gran shock y no atreverme a mirarlo una segunda vez, ¿quién de vosotros es capaz de mirarlo una segunda vez? Por favor, descríbanme con detalle...
-Lárgate, todos nosotros sólo echamos una mirada, hacer más sería profanar a un Dios.
......
Ji Mo Ya ignoró las discusiones de las masas y mostró una expresión tranquila, su sonrisa de caballero no se redujo ni aumentó en absoluto.
Con un suave tirón, tiró de Huan Qing Yan y la llevó ante las miradas de todos.
Huan Qing Yan llevaba un vestido de color marfil que era de la misma serie de colores que el atuendo de Ji Mo Ya. Sus ojos naturales de fénix poseían un encanto enérgico y seductor, junto con su exquisita cara en forma de huevo y sus dulces hoyuelos, hacían que uno sintiera que era ingeniosa y traviesa.
Cuando Huan Qing Yan fue sacada...
Sus experiencias como estudiante de arte de élite y como presentadora de apoyo de cierto programa de televisión de glotones la habían expuesto a una gran variedad de grandes eventos. Siendo una profesional, siguió la regla de 'Actuar es como la vida, todo en la vida depende de la actuación' y la adoptó como su lema de vida... por lo tanto, no sintió ningún miedo escénico.
En su lugar, copió con gracia las acciones de Ji Mo Ya y mostró una suave y tranquila sonrisa, aunque no tan bien practicada como la de Ji Mo Ya, pero la había copiado muy bien y realmente era similar a la original.
¡Arhem!
¡Esta nena también sabe cómo manejarse!
Cuando Huan Qing Yan apareció, se desencadenaron varias reacciones de las masas, algunos que conocían ciertos rumores inmediatamente mostraron una expresión de conocimiento.
Mientras que los que no lo sabían, dijeron con los labios fruncidos:
-¡Quién es esa, qué atrevimiento, sentarse en el mismo carruaje que el Joven Maestro Ya! ¿Es la sirvienta del Joven Maestro Ya?
-Debes estar ciego, ella va de la mano con el Joven Maestro Ya, habla en voz baja, debe ser la mujer del Joven Maestro Ya...
-¡Arhem, la verdad es que es bastante guapa, mira su figura y esos preciosos ojos!
......
¿No es esta exhibición demasiado falsa? El corazón de esta nena está sufriendo!'
Huan Qing Yan pellizcó en secreto la mano de Ji Mo Ya que la sujetaba, '¡No es porque esta hermana no sea sobresaliente, es este chico el que es excesivamente sobresaliente!'
Siendo forzosamente considerado como un personaje secundario.
'Si esta Hermana Mayor Yan se moviera sola, absolutamente tendría un alto índice de girar cabezas. Sip correcto, es sin duda.'
Y su sonrisa se volvió aún más radiante.
Desde su vista periférica, Ji Mo Ya logró captar su mirada petulante, y eso hizo que su sonrisa se profundizara, 'La Pequeña tiene bastantes agallas, su piel también era bastante gruesa, la he subestimado'.
Los dos guardias aparecieron y saludaron calurosamente:
-Joven Maestro Ya, bienvenido a la Ciudad Sagrada...
-Joven Maestro Ya, has viajado durante menos de dos años, sin embargo, tu cultivo ha alcanzado tan grandes alturas, ¡realmente un modelo a seguir para la generación más joven!
Ji Mo Ya sonrió débilmente:
-Gracias por los elogios. Este gran evento de la Ciudad Sagrada había atraído a mucha gente, sin embargo, ambos seguís fieles y guardando vuestro puesto. Gracias por trabajar duro.
-No es difícil, sólo hacer nuestro trabajo. Con la Gran Formación de Hechizos fuera de la Ciudad Santa, ningún demonio se atreverá a entrar, sin embargo, todavía es fácil para los Hombres Demonio mezclarse entre la multitud y colarse. Así que debemos ser estrictos.
Mientras Ji Mo Ya charlaba con los guardias, el instinto femenino de Huan Qing Yan percibió varias miradas ardientes procedentes de las murallas de la ciudad.
Cuando miró en esa dirección, 'Demonios, ¿de dónde vino ese grupo de chicas celestiales? Todas ellas parecían hermosas y poseían grandes cuerpos. Por sus modales y atuendo, emiten la imagen de personas de familias poderosas'.
Huan Qing Yan no estaba celosa de su belleza ni de su origen. Lo que le llamó la atención fueron esos ojos parecidos a los de las bestias codiciosas, estaban enfocados en Ji Mo Ya; como depredadores mirando a la presa, ¿qué demonios era eso?
