Después de todo, él era alguien de la línea de sangre del Clan Nan Gong, no puede ver cómo el nombre de su clan es eliminado de las filas de los Ocho Grandes Clanes.
Hoy, el Viejo Patriarca del Clan vino de visita, lleno de alegría.
-¡Bei Cheng, has trabajado mucho últimamente!
Nan Gong Bei Cheng detuvo su entrenamiento:
-¿Qué pasa Viejo Patriarca? ¿Está Lin Fei Fei forzando un matrimonio de nuevo? Dígale que se olvide de ello y se rinda.
El Viejo Patriarca se río:
-Ya que no te gusta esa muchacha del Clan Lin, este viejo no te obligará a ti también. Tienes un futuro brillante por delante, dejar que esa muchacha del Clan Lin se convierta en tu primera esposa no es realmente adecuado. De todos modos, no hablemos de esa muchacha; nuestro clan va a realizar una pequeña actividad, y después de discutirlo, hemos decidido traerte...
-¿Qué actividad?
-Nuestro clan ha descubierto un reino oculto y aunque es peligroso aventurarse en él, también es igualmente grande con muchas oportunidades. Bei Cheng, ¿te atreves a ir?
El interés de Nan Gong Bei Cheng aumentó cuando escuchó la noticia, la Pequeña Belleza estaba actualmente fuera de su alcance por ahora ya que había seguido a Ji Mo Ya, y sólo el cielo sabe a dónde la había llevado Ji Mo Ya.
Cuando regresó a su clan, también había hojeado toda su biblioteca, pero no pudo encontrar ninguna información sobre los objetos de reparación de almas.
Además, la última vez que vio a la Pequeña Belleza, se había recuperado lo suficiente como para hablar, aunque su inteligencia era bastante escasa.
Por lo tanto, no estaba tan preocupado como antes, ya que ella tenía a Ji Mo Ya cuidando de ella, y Nan Gong Bei Cheng sabía que no era capaz de proporcionar ninguna ayuda adicional.
Después de eso, el clan le había puesto bajo arresto domiciliario y no había podido salir desde entonces.
¿Ahora visita un reino oculto?
Mientras pudiera evitar el arresto domiciliario, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa o ir a cualquier lugar.
Cuando llegara la oportunidad, simplemente encontraría una excusa para buscar a la Pequeña Belleza.
Por lo tanto, aceptó fríamente:
-¡Por supuesto! Por qué no me atrevería. ¿Cuándo nos vamos?
-Ahora.
-¿Ah? Claro, ¡ahora es genial! -Nan Gong Bei Cheng no esperaba que se marcharan con prisas, ¿por qué no le informaron antes?
Sin embargo, cuanto antes fuera, mejor.
La libertad es lo que su corazón despreocupado ha estado anhelando.
El Viejo Patriarca dijo:
-El reino oculto al que vamos esta vez es bastante especial; sólo sigue al anciano del clan que dirige el grupo, no hagas demasiadas preguntas y simplemente sigue lo que el anciano te indique. Sigue las órdenes del clan, Bei Cheng, ¿eres capaz de hacerlo?
Por un momento, los inteligentes ojos de Nan Gong Bei Cheng se movieron a izquierda y derecha.
Pero su boca contestó sin dudar:
-Puedo. Seguiré al anciano del clan y protegeré el honor de nuestro clan.
-Bien. Bei Cheng, si este viaje al reino oculto tiene éxito, los días hasta que te conviertas en un Maestro de Espíritus Verdaderos estarían al alcance de la mano.
En su corazón, Nan Gong Bei Cheng no creía esas palabras, '¿Qué reino oculto era este? ¿Puede ser tan impresionante?'
No importa, mientras estuviera fuera del arresto domiciliario, todo lo demás puede esperar.
-¡Agradezco al Viejo Patriarca por su preparación!
***
Tres días después
El terreno del Tótem Sagrado del Reino de los Gnomos.
No muy lejos de donde se encontraba el palacio de los gnomos había un extraño bosque de piedra, una vasta zona llena de árboles de piedra.
Había nueve pilares circulares hechos de una piedra especial; cada pilar era exactamente del mismo tamaño, tenía más de una docena de metros de altura, y los pilares estaban cubiertos de tallas. No se sabía desde cuándo existían estos pilares de piedra negra verdosa.
En el centro de la zona formada por los nueve enormes pilares, había un tótem con la cara de un gnomo situado en la parte superior.
El objeto que había sido venerado por los gnomos durante siglos tenía un aspecto aburrido y sencillo.
En ese momento, el Rey de los Gnomos se encontraba debajo del tótem con su grupo de funcionarios y guardias; miraban con expresiones complejas hacia la parte superior del tótem donde se encontraba la cara del gnomo.
Después de algún tiempo, se volvieron hacia Ji Mo Ya y le dirigieron miradas esperanzadas.
El encantador Ji Mo Ya iba vestido de blanco de arriba a abajo.
Como Huan Qing Yan todavía estaba en estado inconsciente, no la llevó consigo.
En su lugar, hizo que Dorna la cuidara dejándola en el campamento rebelde.
